El oficial Edgar Ríos Verdugo, era un agente activo en la nómina de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal pero estaba de vacaciones cuando fue asesinado. La noche del lunes 9 de julio atendía una tienda de abarrotes que su familia tiene en el entronque de las calles 16 de Septiembre y 5 de Mayo en la colonia 10 de Mayo en la delegación Mesa de Otay.
El negocio tiene maquinitas, espacios que, de acuerdo a las versiones del Grupo Coordinación, son utilizados por los distribuidores de enervantes para organizar la venta de droga al menudeo en las colonias con alto niveles de consumo.
Poco antes de las 22:30 horas, tres sujetos llegaron al comercio y abordaron de manera directa a cuatro personas que estaban en las maquinitas. Conforme a las primeras versiones, cuando se dio cuenta que había un enfrentamiento, el agente Ríos Verdugo intentó intervenir para calmarlos, pero los victimarios dispararon sobre los cuatro objetivos y contra el policía.
Como resultado del ataque, el oficial y dos de sus clientes fueron asesinados. Las otras dos víctimas quedaron lesionadas.
La policía municipal implemento un operativo de manera inmediata y detuvo a uno de los presuntos atacantes en posesión de un arma; los otros dos asesinos lograron escapar.
Los primeros indicios y testimoniales revelan que los agresores alegaban un pago no hecho, y que la zona de actividad criminal de los matones es habitualmente la subdelegación de Los Pinos.
¿La tienda de abarrotes estaba ubicada por la Secretaría de Seguridad como punto de venta de droga?, se le cuestionó a un mando policiaco.
“La zona está mapeada como una zona de alta incidencia, se patrulla de manera permanente unas cinco cuadradas alrededor y se detienen vendedores de manera constantes”, respondió la fuente.
En conferencia de prensa la mañana del 10 de julio, el secretario de Seguridad Pública Municipal, Marco Antonio Sotomayor, solo confirmó que los abarrotes eran propiedad de la familia del agente, y que a la fecha Edgar Ríos Verdugo no contaba con antecedentes negativos.
