Andrés Manuel López Obrador prometió a sus electores, un cambio estructural de país, tarea nada fácil y que tiene que empezar a implementar, un día después de su toma de posesión de la cual haremos algunos comentarios al respecto.
I. Seguridad.- Entre los miles de ciudadanos que rodearon el carro de Andrés Manuel para saludar a éste que sacaba el brazo por la ventanilla de dicho automóvil, vimos ausencia total de seguridad, cuestión peligrosa porque en eventos y momentos como el que se vivió durante la celebración del triunfo del candidato presidencial, vimos una situación de elevado peligro y un momento propicio para que un sociópata lastimara o privara de la vida al triunfador en la contienda presidencial (aquí lo que se protege es a las instituciones del Estado de las cuales, el futuro Presidente es parte determinante. Un descuido en la seguridad del candidato electo, puede cambiar la situación política del país, que ya muestra signos de violencia política, atribuible al crimen organizado.)
II. Prometió, para combatir al narcotráfico, llegar a acuerdos con la delincuencia organizada; supongo yo, no sé si otorgando indultos para pacificarlos o a través de una ley de amnistía, aunque no se trata de grupos de guerrilleros con principios ideológicos de derecha o de izquierda, estamos hablando de personas que no solo realizaron o realizan delitos de narcotráfico, sino también secuestros, asaltos y hasta homicidios. Muchos de ellos han recurrido al delito para satisfacer necesidades vitales y otros viven con pleno lujo, de los cuales es más difícil la reinserción social.
III. Andrés Manuel López Obrador debe tomar en cuenta que muchas de las personas que piensa reinsertar en la sociedad, son resentidos sociales y lo que menos quieren oír es de readaptación social.
IV. ¿Cómo reaccionarán ante las ofertas de indulto o de amnistía, los ciudadanos que han vivido apegados a derecho? ¿No considerarán como un premio, el reencauzar a quienes han cometido delitos contra la sociedad, lo que les ha permitido disfrutar tranquilamente de ganancias ilícitas? Pero existe otra manera menos sangrienta de acabar con el crimen organizado y así devolver la tranquilidad y la seguridad a la ciudadanía mexicana, que hoy concede el primer lugar al combate de las conductas ilícitas.
V. ¿Tendrán los partidos políticos la disposición para participar en un cambio estructural como propone el Presidente electo de México? ¿Aceptarán las cúpulas de poder que gobiernan a estos institutos políticos, democratizarse en su interior y mantener sus banderas ideológicas para garantizar la existencia de un sistema democrático y de derecho, y de esa manera colaborar en el plan de transformación del sistema político mexicano?
VI. ¿Aprenderán nuestros partidos políticos a ser oposición y a trabajar legislando a favor de la ciudadanía que lo sostiene, en lugar de ser defensores del interés de unos cuantos? ¿Encontrará López Obrador la fórmula para unificar a toda la ciudadanía en la lucha contra la corrupción y la impunidad que la acompaña? ¿Podrá transmitir López Obrador, la conciencia de la necesidad de combatir la desigualdad y discriminación que existe en perjuicio de todos los mexicanos de clase humilde?
VII. ¿Podemos aprender a gobernar nuestro propio país, participando con denuedo en la toma de decisiones fundamentales y en todas las cuestiones importantes de la cosa pública, apegados a los valores fundamentales que hacen a un país libre y democrático? ¿Se acostumbrarán las mayorías parlamentarias a aceptar decisiones contrarias a su interés, pero favorables al interés ciudadano? ¿Hallará la fórmula, el futuro Presidente de México, para combatir el burocratismo, padre de la corrupción y de la impunidad? ¿Entablará Andrés Manuel, una lucha contra los mexicanos que prefieren vivir como apátridas, que ir en contra de los intereses de las empresas transnacionales o aprovechándose de concesiones ventajosas y de negociaciones ilícitas? ¿Podrán los partidos políticos perdedores en esta contienda, convivir con la derrota al tiempo que se modernizan y son capaces de convertirse en vigilantes del interés nacional?
Esto es una muestra de las tareas que para renovar el país, tendrá que desempeñar, a la manera de los trabajos de Hércules para limpiar los establos de Augías en un solo día; este país que ya estaba harto de los abusos de poder y de ser fuente de privilegios para unos cuantos que se han enriquecido inmerecidamente.
Arnoldo Castilla es abogado y catedrático de la UABC.