Presentada por Mickey Brijandez como parte de las actividades de Foto Film Tijuana, la tarde del viernes 27 de julio se realizó una retrospectiva del cine de Abraham Sánchez en la Cineteca Tijuana. La evolución como director del tijuanense con una trayectoria de 12 años en el género fantástico y de horror, se analizó mediante sus cortometrajes “Antropofagia” (2009), “Sanguijuelas” (2011) y “Devastación” (2016), cuyas temáticas son el canibalismo, los vampiros y zombis, respectivamente.
Según comentó Sánchez, su interés en el género surgió desde que era pequeño, pues le parecía más lúdica su producción: “Era mucho más divertido para un niño ver cine de este tipo que un drama de Arturo Ripstein, o algo así, que los vi después, tienen sus cosas y me gustan, pero creo que la forma de producir este tipo de cine divierte más. Es más creativo diseñar los monos, buscar las locaciones, hacer el arte, todo eso. Es el tipo de cine que me da la oportunidad de explorar ese tipo de cosas del arte y creo que es el que más arte tiene en cuanto a plástica, entonces empezó por ahí, y las historias que se me daban eran pretextos para hacer esas cosas”.
Por realizar cada proyecto en relación a los recursos que tenía, la evolución técnica se dio de manera orgánica y se transfirió a que las historias tuvieran su propio estilo, así, de una saturada a otra que es blanco y negro, y una más balanceada, les dio su propia textura al mismo tiempo que cubrió detallles que no podía perfeccionar.
Por ejemplo, en el caso de “Devastación” recurrió a algunos trucos en el maquillaje para ajustarse al presupuesto: “Los zombis se ven bien, creo que están bien, pero no teníamos suficiente dinero para comprar el maquillaje a color. Era más fácil solo comprar pintura gris, blanca y negra, y se ve mucho mejor. Compensamos las carencias de forma creativa, la sangre era verde porque si era roja se ve gris, entonces lo verde ya tiene más volumen”, detalló quien al no estudiar cine formalmente, dijo haber aprendido de sus cortometrajes cómo jugar con las texturas, trabajar con los actores y usar efectos.
La retrospectiva que se promocionó como “Desenmascarando al monstruo”, y antecedió la presentación de la antología “México Bárbaro II”, en la que Sánchez participó con el cortometraje “La Leyenda de Juan Soldado”, se sumó a un reconocmiento similar que Macrabro, el Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México, le realizó en 2016 con motivo de su edición quince.