Los candidatos de las tres principales fuerzas políticas en Baja California, Jaime Bonilla, Jorge Ramos y Alejandro Arregui, son -o eran- vistos como los aspirantes naturales al Gobierno del Estado para 2021. La Senaduría era tan solo un paso
En el análisis político y dentro de los equipos de cada uno de los candidatos al Senado de la República, Jaime Bonilla, de Movimiento Regeneración Nacional (Morena); Jorge Ramos, del Partido Acción Nacional (PAN); y Alejandro Arregui, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el triunfo en la elección del domingo 1 de julio de 2018 era indispensable para su siguiente aspiración: la gubernatura de Baja California en 2021.
Desde el Senado, los políticos buscan un espacio para posicionarse; tienen nómina para crear y mantener a su equipo, establecen relaciones a nivel nacional, tienen recursos públicos a su disposición, modelan listas de beneficiados sociales, poseen la atención de medios de comunicación y son vistos como autoridades dentro de sus partidos políticos.
En términos electorales, el Senado es una la arena ideal para proyectarse.
Tanto Bonilla como Ramos y Arregui, lo plantearon dentro de su grupo cercano: la gubernatura de Baja California está entre sus próximos pasos. Eso sí, los tres, esperarían la gubernatura de seis años, es decir a 2021, puesto que en 2019, el periodo será únicamente por dos años.
Por lo anterior, los números que resultaron de las votaciones del domingo pasado son sumamente relevantes y sirven como punto de partida para pensar sobre el futuro de estas posibles figuras políticas y sus respectivos partidos.
RESPONSABILIZAN A “KIKO” Y GABINETE
A partir de lunes 2 de julio, importantes miembros del PAN sostuvieron reuniones diversas en el Estado para recoger impresiones de diversos municipios y equipos. Prácticamente se puso en alerta el futuro hacia 2019, donde el partido blanquiazul podría perder, tras 31 años, el gobierno estatal.
Algunos panistas aseguran que es porque “simple y sencillamente nuestro líder estatal, el señor gobernador sigue escuchando a los mismos colaboradores que han generado la crisis estatal para su partido y el Estado”.
Se refieren en primer término a Loreto Quintero, quien presume que hizo diputada plurinominal a su ahijada Lizbeth Mata, a quien ubican como intermediaria en contratos entre el Estado y una empresa propiedad de la familia de la oficial mayor, así como los negocios personales metidos en la administración pública del secretario de Desarrollo Económico, Carlo Humberto Bonfante, de quien ya se han documentado desvíos millonarios de recursos públicos a sus compañías y otras empresas fantasma.
Finalmente señalan a Alfonso Álvarez Juan, quien no deja de lado los negocios desde la Secretaría de Desarrollo Social que dirige, y a Guillermo Trejo Dozal, a quien encaminan como el próximo candidato al Gobierno del Estado gracia a su cercanía con “Kiko” Vega.
Lo peor te todo, afirman ciertos panistas, es que estos personajes no han reconocido su responsabilidad en la debacle del PAN, como tampoco el pésimo trabajo del ex dirigente estatal José Luis Ovando Patrón y coordinador de campaña, así como el resto de las dirigencias. Avecinan un futuro desolador.
LOS NÚMEROS
Con más del 99.78 por ciento de actas capturadas en la elección del Senado de la República, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) anuncia la avasallante derrota del PAN en Baja California, Estado que gobierna desde hace 29 años. Por otro lado, el aplastante triunfo de Morena. Y al PRI, con uno de sus peores fracasos en su historia.
La fórmula de Morena, encabezada por Jaime Bonilla Valdez, se sobrepone con una victoria contundente rumbo al Senado de la República.
El PREP le concede a la candidatura de Morena 605 mil 935 votos a la fórmula de Bonilla, lo que representa el 57.33% de los votos capturados en el PREP.
Mientras que los candidatos al Senado por el PAN, Gina Cruz y Jorge Ramos, suman únicamente 249 mil 704 votos de manera preliminar, algo así como 23.62% de los votos. Es decir, menos de la mitad de los obtenidos por Movimiento Regeneración Nacional.
El caso del PRI es abrumador, pues obtuvo seis veces menos votos que Morena en esta elección al Senado. Al cierre del PREP, Alejandro Arregui y Juanita Pérez Floriano obtuvieron 110 mil 756 votos que representan 10.47% de los sufragios computados.
ENTRE UNO Y OTRO
La diferencia entre Jaime Bonilla y su compañera al Senado, Alejandra León frente a Gina Cruz y Jorge Ramos, del PAN, es de 356 mil 232 votos, equivalente al padrón electoral del Distrito 5 de Tijuana, el más poblado de todo el Estado.
Cara a cara, en la misma elección al Senado, entre la candidatura de Bonilla y Arregui hay una diferencia abismal de 495 mil votos. Cifra comparada a todo el listado nominal (ciudadanos con registrados para votar) de Ensenada, Rosarito y Tecate juntos.
No es menos desastroso el resultado obtenido por los partidos políticos pequeños. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la candidatura al Senado, integrado por Ignacio Anaya Barriguete y Judith Corona González, consiguieron alrededor de 32 mil 689 votos, lo que representa el 3.09% de los votos hasta el momento computados.
El Partido Nueva Alianza (PANAL) está en el fondo, sus candidatos, el profesor Efraín Monreal Gastélum y María del Rosario Lizárraga Sánchez tienen preliminarmente 22 mil 387 sufragios, esto es, 2.11% de los votos.
Un dato que dimensiona aún más el resultado de la elección al Senado. Ni sumando los votos de Gina Cruz y Jorge Ramos, de Arregui y Juanita Pérez, y de los candidatos del PVEM y el PANAL, alcanzarían para hacer competencia a la fórmula de Bonilla. Faltarían casi 200 mil más para acercarse a los de Morena.
RAMOS NO GANÓ UNA SOLA CASILLA EN SU DISTRITO
Actualmente Jorge Ramos es diputado federal con licencia, cargo que consiguió en 2015 al competir en el Distrito 4. Abandonó esa responsabilidad para convertirse en candidato al Senado en este proceso electoral.
El Distrito 4 pertenece a Tijuana, abarca la Zona Este de la ciudad y su lista nominal supera los 330 mil ciudadanos. Previo a la elección, los operadores del PAN aseguraban que el distrito de Ramos sería uno de los mejores resultados.
Ante los datos preliminares, Jorge Ramos no ganó una sola casilla en esa demarcación. Al contrario, hay secciones electorales en las que Bonilla se impone diez veces al número obtenido por el panista. Como el caso de la sección electoral 1719, en la cual Morena logró 240 votos frente a los 24 del PAN.
El Distrito 4 –el suyo– fue uno de los peores para Ramos. Mientras que obtuvo 25 mil 277 votos, Morena lo superó con 99 mil 601 votos, prácticamente cuatro veces más. Por cada voto ganado por el panismo, Morena conquistó cuatro. No hay otro distrito donde Regeneración Nacional supere con tan magnitud al PAN.
En 2015, Jorge Ramos consiguió su diputación con 26 mil 605 votos en el Distrito 4, y luego de casi tres años de trabajo en la zona, en esta elección como candidato al Senado solo obtuvo 25 mil 227 de manera preliminar, un cuarto de los sufragios contabilizados de Bonilla. En aquel año, en ese distrito la candidata de Morena, Aracely Geraldo, obtuvo únicamente 14 mil 418 votos.
ARREGUI, EN EL FONDO
Para Alejandro Arregui y el PRI, los resultados son aún más desastrosos. En la elección al Senado en la que lo acompañó Juanita Pérez Floriano, ex secretaria de Trabajo en el actual gobierno panista de Baja California no hay un solo distrito que haya obtenido ni cercanamente el segundo lugar. Al contrario en alguna de las demarcaciones, Ignacio Anaya, del PVEM, estuvo más cerca de Arregui, que Arregui de Ramos.
Por ejemplo, también en el Distrito 4, la fórmula de Arregui consiguió 9 mil 398 votos, 90 mil votos menos que Morena y muy por debajo de los 25 mil 277 que obtuvo el PAN. Ignacio Anaya logró cerca de los 4 mil votos, es decir, estuvo más cerca de Arregui que este de Ramos.
Al igual que Jorge Ramos y Gina Cruz, Alejandro Arregui es actualmente diputado, pero por el PRI en el Congreso local. También solicitó licencia para contender al Senado de la República. Es diputado por el Distrito 15 local, ubicado en Ensenada, de donde es originario.
En la elección federal, el Distrito 3 abarca prácticamente toda Ensenada. Arregui y su compañera de fórmula consiguieron el tercer lugar con 25 mil votos 189 votos frente a los 85 mil 838 de Morena y los 33 mil votos del PAN. A pesar de ser gobernada municipalmente por el PRI, Ensenada al igual que en el resto del Estado, se fue con Morena.
BONILLA FRENTE A OBRADOR
Ciertamente Jaime Bonilla ha sido el candidato al Senado por Baja California más votado en la historia del Estado. Con sus 605 mil 935 votos preliminares, supera a los panistas Ernesto Ruffo Appel en 2012 (388 mil 350 votos); Alejandro Alcocer en 2006 (430 mil 405 votos); Héctor Osuna Jaime en 2000 (416 mil 145 votos); Guilebaldo Silva Cota en 1994 (391 mil 621 votos); y a Héctor Terán Terán en 1991 (268 mil 536 votos).
Sin embargo, naturalmente Bonilla no logró la simpatía reflejada en las urnas al igual que el virtual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Mientras que AMLO consiguió 671 mil 599 votos en Baja California, Bonilla obtuvo 605 mil 935. Entre él y López Obrador hay un voto diferido de 66 mil votos.
En 2012, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto logró el primer lugar en las preferencias en la entidad con 446 mil 192 votos, es decir, 225 mil votos menos que AMLO en 2018.
LOS TRES SENADORES POR BC
El Senado de la República se integra con 128 miembros, 64 de ellos son los dos candidatos del partido o la coalición ganadora en cada una de las 32 entidades federativas; en el caso de Baja California serán Jaime Bonilla y Alejandra León por Morena.
32 senadores más son elegidos bajo el concepto de Representación Proporcional, es decir, se toma la primera posición de la fórmula perdedora que haya quedado en segundo lugar en cada entidad; iría la panista Gina Cruz, quien fue colocada por su partido como la posición número uno sobre Jorge Ramos.
32 senadores más son otorgados a cada partido según sus listas registradas previamente y dependiendo sus niveles de votación, sumando los 128 legisladores.