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martes, febrero 20, 2024
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Diputaciones 2018: el derrumbe electoral de “Kiko” y Hank

La derrota del panismo y el priismo en Baja California en la elección de diputados federales, dejó fuera de la jugada política a los mandamases de esas fuerzas políticas: Francisco Vega de Lamadrid y Jorge Hank Rhon; ni el aparato gubernamental ni la injerencia partidista, o el poder económico, valieron para detener el avance de Morena

 


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El gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, y el ex alcalde de Tijuana Jorge Hank Rhon, figuraron como los grandes perdedores de la elección del 1 de julio en Baja California.

Su apuesta no era menor: los dos habían impulsado a una parte de los contendientes por las diputaciones federales en el ámbito de sus respectivos partidos políticos, Acción Nacional y Revolucionario Institucional. Con la derrota contundente de estas fuerzas políticas, a ambos se les fue la oportunidad de contar con respaldo en la próxima Legislatura, que les habría podido servir a cada cual para sus propios fines.

Vega de Lamadrid se quedará sin aliados en el Congreso y, a partir del 1 de septiembre, podría enfrentar investigaciones promovidas en nombre de la fórmula ganadora, Morena-PES-PT, de la cual algunos abanderados se han pronunciado a favor que se investigue al gobernador (por presuntos desvíos de recursos públicos); en tanto que Hank Rhon pudiera perder estructura partidista en sus aspiraciones de buscar la gubernatura en 2021, dado que ninguno de los distritos donde contendieron los priistas, a quienes apoyó, tendrá representante del partido tricolor.


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El uno como el otro, se erigen como máximas figuras del PAN y del PRI en el Estado. Tratándose de Vega de Lamadrid, por ser el militante del partido en el poder con la posición más importante en la administración pública estatal; y por lo que respecta a Hank, en vista de tener acaparada a buena parte de la militancia tricolor, sobre la que ejerce una influencia extensiva a los liderazgos (como el de los dirigentes estatal y municipal, David Ruvalcaba y Alberto Nava), la cual incluso se vio reflejada en algunas coordinaciones locales para la campaña del abanderado presidencial José Antonio Meade Kuribreña.

Ello, amén del poder económico que caracteriza a los dos patriarcas partidistas, distinguiéndose el funcionario panista por sus inversiones en Baja California Sur y el aspirante a gobernador por ser dueño de Grupo Caliente y del equipo de futbol Xoloitzcuintles de Tijuana.

Finalmente, el soporte que pudieron haber brindado a las candidaturas por las que apostaron, de nada les sirvió ante el empuje de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PES-PT), frente a la que ni PAN ni PRI, lograron disputarse diputación alguna.

 

“KIKO” VEGA EN EL DESAMPARO POLÍTICO

Cuando actualmente los diputados federales por los ocho distritos de Baja California son correligionarios de Francisco Vega de Lamadrid, una vez que se instaure la LXIV Legislatura ningún militante o simpatizante del PAN estará en alguna de esas posiciones. Los representantes populares de la entidad, elegidos por el principio de mayoría relativa, serán opositores políticos del gobernador (cuyo periodo como tal concluye en octubre de 2019).

Si el mandatario estatal veía oportunidades de contar con un aliado partidista como legislador bajacaliforniano, al menos ya las perdió con el papel que jugó Mónica Bedoya Serna en su carácter de candidata por el Distrito 2 (Mexicali). La ex contendiente, a quien se identifica con la expresión partidista liderada por la oficial mayor del Estado, Loreto Quintero Quintero, obtuvo 28.8897 por ciento de votos, lo que no le valió para vencer a la abanderada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Marina del Pilar Ávila Olmeda, cuyo porcentaje de votación fue de 51.9588 puntos.

Otro correligionario de Francisco Vega que tampoco logró agenciarse la diputación fue Ricardo Magaña Mosqueda, identificado como “kikista” y quien igualmente contó con el espaldarazo de Quintero Quintero. El ex secretario de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado,  habiendo contendido por el Distrito 4 (Tijuana), concentró 16.9302% de sufragios, lo cual lo ubicó en el segundo lugar, siendo que por Morena, Socorro Irma Andazola Gómez acumuló 70.1398% de la votación.

Cuatro panistas más fueron vencidos por “Juntos Haremos Historia” en los distritos 1, 5, 6 y 7, con lo que quedó demostrado que en esta contienda, el panismo no tuvo el auge que lo había distinguido en procesos como los de 2015 o 2012. Por lo que respecta a los comicios celebrados el domingo 1 de julio, al partido blanquiazul ni siquiera le granjeó beneficios su tan pregonada alianza con los partidos de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, cristalizada en las demarcaciones 3 y 8.

De esta manera, Vega de Lamadrid estará careciendo de esa fuente de fidelidades, u omisiones, que ha caracterizado a las bancadas panistas. Dentro de la LXIV Legislatura tendrá posibles detractores como Jesús Salvador Minor Mora, Armando Reyes Ledesma, Mario Ismael Moreno Gil, Javier Castañeda Pomposo, Érik “Terrible” Morales, Héctor Cruz Aparicio y las otras dos abanderadas de la fórmula Morena-PES-PT, quienes abiertamente han referido estar de acuerdo con que se le investigue, como en su momento lo manifestaron a ZETA en entrevistas solicitadas a todos los candidatos a diputados por Baja California, inscritos al proceso electoral federal 2017-2018.

 

JORGE HANK Y LAS CENIZAS DEL PRIISMO

En la reciente contienda, las candidaturas del PRI a las diputaciones por Baja California, no lograron prender ni con el apoyo del dueño de Grupo Caliente, Jorge Hank Rhon. El empresario de las apuestas depositó sus expectativas en las postulaciones por distritos como 4, 5 y 8, donde hicieron campaña personajes identificados con la “marea roja”, sin que en ninguno de los casos se haya alcanzado al menos el segundo lugar.

El PRI descendió en bloque de semejante posición, la cual obtuvieron todos sus abanderados en 2015, al tercer sitio en que se ubicaron quienes contendieron por esa fuerza el 1 de julio de 2018.

Como ha venido siendo costumbre, en esta ocasión tampoco hubo cartas fuertes entre los candidatos, como en 2012, año en que por lo menos contendieron personas bien posicionadas al interior del instituto político, siendo estos los casos de David Pérez Tejada-Padilla y Jaime Chris López Alvarado, quienes resultaron victoriosos en conjunto con otros cinco priistas.

Quienes participaron este año lucieron cenicientos en su calidad de abanderados. Priistas de banca o de última reserva, a los que inútilmente impulsó el propietario de “Xolos” de Tijuana. Hankistas como Miguel Ángel Badiola Montaño en el Distrito 5, o Jorge Mario Madrigal Silva en el 8, obtuvieron paupérrimos resultados con puntuaciones inferiores al 10% en materia de votos: 9.0876 y 7.9253%, respectivamente.

La abanderada en el Distrito 4, Viancca Lizbeth Barreto González, hija del extinto empresario transportista Gregorio Barreto Luna (quien sobresaliera como allegado de Hank), quedó más abajo inclusive, con 5.6253%.

La puntuación más alta la consiguió Génesis Márquez Ruvalcaba (Distrito 3), a quien apenas le correspondió el 12.5903% de sufragios. En tanto que a José Lauro Aréstegui Verdugo, en el Distrito 2, 10.4468%, y a Adriana López Quintero, en el 7, 10.9000%.

Por lo que respecta a las demarcaciones 1 y 6, Celestino Salcedo Flores alcanzó 7.1923% y Ana Érika Santana González 9.6771%, respectivamente.

El domingo 1 de julio, tal como reportó ZETA en su versión online, Jorge Hank Rhon acudió a votar a la sección 0930 del Distrito 5, donde se dijo dispuesto a candidatearse para el gobierno de Baja California, siempre y cuando el Revolucionario Institucional así lo defina. Aclaró que se abstendría de participar en 2019, toda vez que la siguiente gubernatura está contemplada para que dure dos años. En ese sentido, el mexiquense radicado en Tijuana, dijo que en todo caso se reservaría su interés electorero para las elecciones de 2021. Esas declaraciones las hizo previo a que se marcaran las recientes tendencias electorales.

De antemano, Hank ya fue vencido tras haber apostado por aspirantes que prácticamente no despuntaron, a quienes apadrinó en vano con su reiterada presencia en actividades del Partido Revolucionario Institucional; y, de momento, navega en un territorio incierto, donde entrando septiembre de 2018, no habrá representantes que ayuden a reforzar la estructura tricolor en los distritos electorales federales de BC., lo cual le hubiere podido servir de soporte en sus pretensiones electoreras.

 

EL DOBLE TRIUNFO DE MORENA SOBRE EL PAN

En el curso de una jornada la coalición “Juntos Haremos Historia” borró las siglas del Partido Acción Nacional del mapa distrital de Baja California. Durante la siguiente Legislatura, ningún distrito quedará a merced del panismo como resultado de la votación del 1 de julio, siendo que en 2015, el PAN se había afianzado electoralmente en la totalidad de esas demarcaciones federales.

Ni siquiera el Distrito 4, donde además de la oficial mayor Loreto Quintero, el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro había puesto sus miras, pudo ser retenido por Acción Nacional. De nada sirvió que ambos hayan apoyado a Ricardo Magaña Mosqueda incluso desde antes de ser postulado, cuando figuraba como virtual candidato a la senaduría y en su lugar quedó Jorge Ramos Hernández. Tampoco abonó el soporte privilegiado que significó el desempeño Juan Manuel Gastélum Rivera, hijo del presidente municipal, como coordinador de comunicación en la campaña del ex secretario de Desarrollo Social.

En esa extensión distrital, la candidata de la fórmula Morena-PES-PT (Juntos Haremos Historia), Socorro Irma Andazola Gómez obtuvo el porcentaje de votación más alto (70.1398), en tanto que el panista se situó en segundo lugar con 16.9302%.

Otra derrota significativa para el partido de derecha y fuerzas aliadas (PRD-MC) se suscitó en el Distrito 5 (Tijuana), el cual se ha constituido como el más panista en los últimos veinte años. En esa demarcación con representantes parlamentarios emanados consecutivamente de Acción Nacional desde 1997, el abanderado de Morena, Mario Ismael Moreno Gil se impuso a la candidata del blanquiazul Rosalba López Regalado, con 55.5230% de votos sobre 27.1170%.

Además de Mónica Bedoya Serna (ubicada como “la candidata del gobernador”), tres panistas más perdieron ante sus contrincantes de izquierda:

En el Distrito 1 (Mexicali), David de la Rosa (cuyo hermano Daniel fue secretario de Seguridad Pública en la actual administración kikista), consiguió 26.6115% de sufragios; el de Morena, Jesús Salvador Minor Mora, 56.4984%. Tratándose de la sexta división distrital (Tijuana), Adriana Guadalupe Sánchez Martínez, con 23.5302% de votación, fue derrotada por su ex correligionario Javier Julián Castañeda Pomposo, quien habiendo contendido por Encuentro Social, absorbió 57.6838%. Por lo que se refiere a la séptima demarcación, a Juan Ramón López Naranjo le correspondió una puntuación 22.1239%, en tanto que el porcentaje del ganador, Érik “Terrible” Morales (Morena), fue de 58.0654.

En el Distrito 3 (Ensenada), el perredista Jacinto Sánchez Caro consiguió 23.6033% de cruces a su favor; en tanto que Armando Reyes Ledesma (PT), 50.9984%; en la octava división territorial (Tijuana), el ex priista David Saúl Guakil (MC) logró, 17.9373%; y el abanderado de Encuentro Social, Héctor Rene Cruz Aparicio, 66.7227%.

Finalmente, en cuanto a carro completo, la coalición “Juntos Haremos Historia” superó al PAN en comparación con los resultados que en esa modalidad obtuvo el partido blanquiazul en 2015. Los porcentajes respectivos de la fórmula Morena-PES-PT, se ubicaron en un rango de 50.9984-70.1398%, y hace tres años los de “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC), entre 23.58% y 33.63%.

Más allá de las derrotas sufridas por los partidos, o por los propios candidatos designados por el gobernador en el PAN y el ex alcalde en el PRI, el fracaso inicial es de los líderes de esos dos institutos políticos: Francisco Vega de Lamadrid y Jorge Hank Rhon.

Autor(a)

Eduardo Andrade Uribe
Eduardo Andrade Uribe
Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; con certificado de terminación de la maestría en Cultura Escrita otorgado por el Centro de Estudios Sor Juana. Activo en semanario ZETA dese 2005.
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