Periodistas, fotógrafos y activistas, integrantes de diferentes colectivos y redes, se congregaron este jueves frente al Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo Federal en la Ciudad de México, para protestar por la impunidad en los crímenes contra los comunicadores.
En especial por los últimos homicidios contra Juan Carlos Huerta Gutiérrez, Alicia Díaz González, Héctor González Antonio, asesinados los pasados 15, 24 y 29 de mayo; en Villahermosa, Tabasco; Monterrey Nuevo León; y Ciudad Victoria, Tamaulipas; respectivamente.
Huerta Gutiérrez fue asesinado a bordo su automóvil, en una calle cercana a su domicilio particular. Mientras que el cadáver de González Antonio, corresponsal del diario Excélsior y Grupo Imagen, fue hallado en las calles de Ciudad Victoria el pasado 29 de mayo. Había sido golpeado hasta la muerte. Asimismo, días después, el 24 de mayo, Díaz González, reportera económica del rotativo El Financiero, fue encontrada muerta en su casa de Monterrey, donde había sido golpeada y apuñalada.
“Ustedes quieren votos, nosotros justicia” se leía en una frase pintada con cal sobre el asfalto justo frente al recinto gubernamental. Además, sobre las vallas que limitan el inmueble, fueron colocadas las fotografías de los seis periodistas asesinados durante el 2018.
Al menos 42 periodistas han sido asesinados en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y desde el año 2000, son 140 asesinados y desaparecidos. Antes estos hechos, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) condenó este mismo día los asesinatos de los periodistas mexicanos, y manifestó su esperanza en que las autoridades investiguen lo sucedido y lleven ante la justicia a los responsables.
“Confío en que las autoridades investiguen estos crímenes y enjuicien a sus autores. Es algo esencial para la defensa del derecho humano fundamental a la libertad de expresión y para la preservación del derecho del público mexicano a estar informado”, indicó a través de un comunicado la directora general de la Organización, Audrey Azoulay.
La Unesco recordó que vela por la seguridad de los profesionales de los medios mediante campañas de sensibilización, programas de formación y a través del Plan de acción de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad.
Por su parte, la Delegación de la Unión Europea junto con las Embajadas de los Estados Miembros de la Unión Europea acreditados en México, así como las Embajadas de Noruega y de Suiza en territorio mexicano, emitieron un comunicado en el que también condenaron el asesinato del periodista Héctor González
“La muerte del Sr. González Antonio demuestra una vez más el preocupante grado de violencia e intimidación al que se enfrentan muchos periodistas en México. Desde el año pasado, la media de asesinatos de periodistas ha sido de uno al mes”, destacó el documento firmado de manera conjunta.
La Unión Europea mostró su “preocupación por la falta de resultados en las investigaciones abiertas para esclarecer los anteriores casos de asesinatos de periodistas en México”. Las representaciones diplomáticas llamaron a las autoridades mexicanas a “que desplieguen todos los esfuerzos posibles y lleven a cabo una investigación expedita y transparente con el fin de identificar y juzgar a los responsables para que no haya ‘zonas de silencio’ donde ningún periodista se atreva a trabajar sobre actividades delictivas”.
Ayer jueves, Jan Jarab, representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH), alertó sobre la “alta vulnerabilidad” de los periodistas en el país, de manera particular en Tamaulipas, una “zona silenciada”, dijo.
A través de un comunicado mediante el cual reprobó el asesinato de Héctor González, el diplomático destacó que esta muerte “es un recordatorio más de la situación de alta vulnerabilidad y violencia que enfrentan periodistas en México”.
Jarab puntualizó que, mientras desde 2017 en México se registra un promedio de un periodista asesinado al mes, en entidades como Tamaulipas, “considerada como una ‘zona silenciada’, por el nivel de autocensura en el cual operan periodistas, esta situación es extrema”.
La situación de los periodistas en Tamaulipas refleja que no han sido implementadas “necesarias medidas estructurales de prevención que favorezcan ambientes en los que los periodistas puedan trabajar sin este alto riesgo a sus vidas”, consideró.
Tras señalar que Héctor González abordaba diversos temas, incluyendo los políticos y criminales como parte de su labor profesional, la representación de la ONU recordó que la noche del 28 de mayo, el periodista salió de la casa de su pareja hacia su domicilio en Ciudad Victoria, a donde no llegó.
Su cuerpo sin vida fue localizado con huellas de violencia en una zona rural la mañana siguiente. Al respecto, la Procuraduría General de Justicia del estado sostuvo que está investigando “todas las posibles hipótesis, incluyendo la relacionada con su labor periodística”, recordó Jarab.
Previo a sus condolencias y expresiones de solidaridad con la familia, amigos y colegas de González, la ONU-DH llamó a las autoridades correspondientes a “conducir una investigación pronta y debida del asesinato, que presente resultados en un plazo razonable, además de adoptar medidas estructurales que puedan generar cambios en las condiciones de trabajo de los periodistas”.