Serpentea la carretera
con rumbo a Rosamorada,
a disfrutar su calor
y su bonita alborada.
Cálida tierra costeña
con olor a remembranza
que nos regresa en el tiempo
a recordar nuestra infancia.
Tiempos aquellos ya idos,
cuyos recuerdos se siente
al revivir aventuras
y pedir por los ausentes.
De mi tierra clavellina,
tengo la piel impregnada
de gorditas, de pozole
y una lisa tatemada.
Disfrutar los camarones,
una lisa zarandeada;
ricas frutas regionales
con agüita de cebada.
El mango criollo sabroso
y las piñas de San Juan
son manjares de mi tierra
que invitan a regresar.
Son sabores de mi tierra,
linda mi tierra infinita;
soy mestizo, soy cora,
orgulloso nayarita.
Shurave Temai (Lucero del amanecer)
Eduardo Enrique Parra Romero
Correo: jomian1958@hotmail.com
Tijuana, B.C.