Con el argumento de que ponen en riesgo la integridad de niños y mujeres embarazadas, el Consejo Estatal de Atención al Migrante pedirá a los activistas que acompañan a la caravana que arribó a Tijuana la semana pasada, retirar el campamento y canalizar a los alrededor de 200 centroamericanos a los albergues que ofrecen espacio en la ciudad.
En sesión realizada esta tarde, donde se presentó al nuevo delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Édgar González, algunos miembros del consejo expusieron su preocupación por la salud de los niños migrantes y mujeres que pernoctan en las afueras de la garita de El Chaparral, sobre todo por el clima que se ha registrado en las últimas horas.
El exdelegado Rodulfo Figueroa y el presidente del consejo Rodolfo Olimpo Hernández Bojórquez calificaron como una irresponsabilidad de los organizadores de la caravana mantener al grupo en las calles, con lo que además bloquean el tránsito y afectan los derechos de los bajacalifornianos.
Figueroa señaló que los activistas han rechazado dialogar con las autoridades federales y no han cedido a hacer un “convenio operativo” ni a entregar un censo que les solicitó de los centroamericanos de la caravana.
En la reunión, Figueroa señaló la posibilidad de usar la fuerza pública para desalojar a los migrantes de la garita, aunque posteriormente el Director de Atención al Migrante del Estado, Gustavo Magallanes Cortés señaló que no era interés de la autoridad estatal usar la fuerza sino la razón para convencer a los implicados en el retiro del campamento de la garita, aunque reconoció que los organizadores de la caravana “se están pasando”.
Ante esto, los miembros del consejo acordaron por unanimidad llamar a los líderes de la caravana a una reunión donde les plantearían además de las opciones para alojar a los migrantes, definir una fecha de término de la que llamaron “protesta”. El encuentro se llevará a cabo esta tarde, y según los resultados del mismo, el Consejo llamará a nueva sesión y evaluará otras medidas.