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domingo, febrero 25, 2024
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Urge cambiar el modelo económico y no basta votar para lograrlo

Cuatro de cada 10 mexicanos no ganan lo suficiente para comer, así lo señala el último informe del Coneval, el organismo encargado de medir la pobreza en México, el cual indica que casi 51 millones no pudieron adquirir la canasta básica. En nuestro Estado, el organismo dice que son casi tres de cada 10. En efecto, un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, titulado “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora; los aumentos salariales que nacieron muertos”, expone que en 1987 se requería laborar casi cinco horas para obtener la canasta alimenticia, mientras que en 2017 eran necesarias más de 24 horas, una pérdida del 80% del poder adquisitivo salarial. ¿Es que México se ha empobrecido como nación? No, la economía mexicana no se ha achicado. A fines del año pasado, el Presidente Peña se jactó de la mayor creación de empleos en 30 años, mientras que el gobierno de “Kiko” Vega presume a Baja California como líder en la generación de empleos. El crecimiento del PIB se ha mantenido, salvo en el sexenio de Miguel de la Madrid, cuando el PIB per cápita se encogió en 10%; por lo que México se sostiene entre las 15 mayores economías y algunos estudios ubican a la mexicana entre las primeras diez para 2030.

¿Cómo y dónde ver el desarrollo económico, cuando ciudades tan importantes como Tijuana no pueden ni siquiera recolectar eficientemente su basura o alumbrar sus calles?, ¿cómo percibir ese crecimiento cuando en Los Cabos -inundada en estos días de turistas que gastan millones de dólares- los que sirven las mesas, manejan las lanchas o limpian las habitaciones de los hoteles, viven no solo padeciendo la falta de esa agua que se gasta abundantemente en la hotelería, sino en casas de cartón con pisos de arena en colonias como Caribe y Leonardo Gastélum? Para no salirnos de la península, aquí mismo encontramos que en Los Cabos están en proceso de construcción, 22 hoteles de lujo con una inversión superior a los 5 mil millones de dólares (mdd), mientras en Baja California se contemplan proyectos millonarios como el aeropuerto de Ensenada o la conexión del ferrocarril hacia San Diego. Pero la prueba evidente de esa bonanza que no disfrutamos la mayoría de los mexicanos está en las crecientes fortunas de connacionales que aparecen en la revista Forbes: los 16 hombres y mujeres más ricos del país suman una fortuna de dos billones 679 mil millones de pesos. Pero el crecimiento desmedido de las mismas (como la de Ricardo Salinas, dueño de TV Azteca y de Elektra, entre otros negocios, que duplicó su fortuna en un año para llegar a 7 mil 100 mdd o del señor Carlos Slim, cuya fortuna creció en un 23% para sumar 67 mil 100 mdd,  tiene su necesario complemento en la disminución de los ingresos de los trabajadores. HR Ratings, una calificadora de crédito, hizo un análisis sobre el mercado laboral en 2017, basándose en los datos del INEGI y concluyó que: 1) Disminuyó el desempleo, pero que el 74% de los nuevos empleados gana menos de tres mil 842 mensuales; 2) De 2009 a 2017 se redujo en 3.1 millones, la población ocupada que gana más de tres salarios; 3) La proporción de los que ganan de tres a cinco salarios fue la más baja en 12 años; 4) Solo tres millones de personas ganan más de 9 mil 605 al mes.


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Las descalificaciones, el “sacarse los trapos sucios”, en el mejor de los casos, las promesas de combatir la corrupción y la inseguridad, son los ejes sobre los que se mueven hasta el momento, los discursos de los candidatos a la presidencia. Lo que necesitamos urgentemente es un nuevo modelo económico, que privilegie la generación de empleos, la remuneración justa del trabajo, la reorientación del gasto público hacia los que menos tienen y más necesitan y un fuerte impuesto progresivo. Todo ello ausente en los discursos que buscan distraer la atención de la madre nutricia de todos los problemas que padecemos: la pobreza y la terrible desigualdad que han llevado al absurdo de que cuatro millonarios mexicanos acumulen tanta riqueza como la mitad más pobre de nuestra población. Para ello se necesita algo más que votos: la participación organizada y consciente del pueblo. Ya hablaremos de ello.

 

Ignacio Acosta Montes, coordinador en el estado y la zona noroeste del Movimiento Antorchista. Correo: ignacio.acostam@mail.com


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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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