Uno de los únicos mexicanos ganadores del Premio Cervantes, murió finalmente luego de varios años de luchar contra una afasia progresiva: Sergio Pitol falleció el jueves 12 de abril de 2018, a la edad de 85 años, en Xalapa, Veracruz.
Junto con Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska y Fernando del Paso, Sergio Pitol pertenece al selecto grupo de autores mexicanos que ha merecido el Premio Cervantes, también conocido como el “Nobel español”, mismo que ganó en 2005.
Pitol visitó en diferentes ocasiones Tijuana. De hecho, la última ocasión que estuvo en la frontera fue en junio de 2011, cuando presentó “Ícaro” (2008) y “Una autobiografía soterrada” (2010), editados por Almadía, en el Centro Cultural Tijuana (Cecut).
Otra de las ocasiones en que Sergio Pitol visitó la frontera norte de México fue cuando ofreció dos conferencias tanto en el Cecut, como en el Encuentro de Escritores del Festival de la Cultura y las Artes de Tecate, en agosto de 1996, que dirigía el maestro Álvaro Blancarte.
En ese momento estaba a punto de publicar “El arte de la fuga” (Anagrama, 1997), su obra maestra que años después sería fundamental para que ganara el Premio Cervantes en 2005.
“Éste es el libro que he trabajado más empecinadamente en mi vida, de sol a sol, durante cerca de tres años y que más dudas me ha producido en su desarrollo; por el que tengo más simpatía, que escribí con mayor entusiasmo y emoción”, contó en entrevista con ZETA, cuando “El arte de la fuga” aún era inédito.
Fue entonces cuando reveló que una de las grandes preocupaciones de “El arte de la fuga” fue su arquitectura: “El libro no comienza por el principio, es muy asimétrico, comienza por una parte de la cual puedo saltar a otra por una relación subterránea o que me parece intuir entre un tema y otro tema aparentemente diferente. Lo que me interesaba era buscar las conexiones que tienen el destino, la vida, la cultura, la vida en la literatura, cómo se parte de algo y se desarrolla, y en el desarrollo ese punto inicial, desaparece porque se va hacia otro rumbo. Hay textos que se inician como ensayos, por ejemplo, sobre la novela, qué es la novela; de repente entra una historia novelesca dentro del texto para ilustrarla y se come al ensayo y se transforma en relato o relatos que terminan siendo ensayos”.
En todo caso sentenció: “El trasfondo autobiográfico lo que puede crear a momentos es mucha inhibición, porque uno tiene que cuidarse mucho de lo sentimental, del desborde emocional”.
Afortunadamente, para volver a la obra de Sergio Pitol, el Fondo de Cultura Económica (FCE) congrega su creación en cinco volúmenes: “Obras reunidas I. El tañido de una flauta, Juegos florales”, “Obras reunidas II. El desfile del amor, Domar a la divina garza, La vida conyugal”, “Obras reunidas III. Cuentos y relatos”, “Obras reunidas IV. Escritos autobiográficos” y “Obras reunidas V: Ensayos”.
Sergio Pitol nació en Puebla, Puebla, el 18 de marzo de 1933; su obra ha sido traducida al francés, alemán, italiano, polaco, húngaro, holandés, ruso, portugués y chino. Tradujo al español a autores como Henry James, Joseph Conrad, Robert Graves, Jane Austen, Witold Gombrowicz, Alexander Zeromsky, Kazimierz Brandys, Jerzy Andrzejewski y Bruno Schulz.