El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos anunció este viernes sanciones contra siete oligarcas, además de 17 altos funcionarios y políticos rusos, así como varias empresas estatales que considera que se benefician del régimen de Vladimir Putin y que han cometido “actividad maliciosa”.
Entre los oligarcas sancionados figuran el director general de la compañía Surgutneftegas, Vladímir Bogdánov, y el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, así como Oleg Deripaksa, Igor Rothenberg, Kirill Shamalov, Andrei Skoch, Viktor Vekselberg y Viktor Vekselberg.
Mientras que entre los altos cargos figuran, entre otros, el ministro de Asuntos Internos, Vladimir Koilokoltsev; así como el jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta del Parlamento ruso, Konstantín Kosachov; el exsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev; el comandante de la Guardia Nacional rusa (‘Rosgvardia’), Víktor Zólotov; el senador ruso Suleimán Kerímov; y el expresidente del Gobierno de Rusia, Mijaíl Fradkov.
En cuanto a las empresas estatales, las afectadas por la medida adoptada por el Departamento de Estado, son la compañía armamentística Rosoboroneksport, a la que acusa de haber vendido armas al Gobierno sirio por “miles de millones de dólares en la última década”, así como un banco subsidiario de dicha firma. También 12 empresas propiedad de los oligarcas sancionados, entre ellas, Rusal, Russian Machines, Basic Element y Renova
A través de un comunicado, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven T. Mnuchin, afirmó que “el Gobierno ruso opera para el beneficio desproporcionado de los oligarcas y las élites gubernamentales”.
“El Gobierno ruso se implica en una gama de actividad maliciosa en todo el mundo, incluida la continuada ocupación de Crimea y la instigación de la violencia en el este de Ucrania, el suministro al régimen de (Bashar) Al Assad de material y armamento mientras bombardea a sus propios civiles, intenta subvertir las democracias occidentales, y realiza ciberactividades maliciosas”, añadió.
Mnuchin señaló, además, que, con las medidas adoptadas por el Departamento del Tesoro estadounidense, “los oligarcas rusos y las élites que se aprovechan de este sistema corrupto no estarán protegidos de las consecuencias de las actividades desestabilizadoras de su gobierno”.
Con la medida adoptada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, todos los bienes bajo jurisdicción estadounidense de las personas y entidades sancionadas quedarán congelados y se prohíbe a los ciudadanos estadounidenses tratar con todos ellos.
Los multimillonarios rusos, conocidos como oligarcas, se hicieron ricos comprando empresas estatales en 1992, después del colapso de la Unión Soviética, o más tarde bajo el gobierno de Putin, por lo que el Gobierno de Estados Unidos los sancionó en un intento por romper su apoyo al líder ruso.
Según altos funcionarios estadounidenses, citados por la cadena ABC, las nuevas medidas, que han estado en proceso desde la administración anterior, la de Barack Obama, no fueron en respuesta a ningún evento o problema especial “pero la totalidad de los gobiernos rusos cada vez usan más descaradamente el patrón de actividad maligna en todo el mundo”.
Los funcionarios estadounidenses señalaron actos como la anexión de Crimea, el suministro de armas al régimen sirio del presidente Bashar Assad y la intromisión en las elecciones estadounidenses de 2016, así como el lavado de dinero, como estos actos de “actividad maligna”.
Según el medio ruso RT, la corporación estatal rusa de armas Rostej calificó la inclusión en la lista de Rosoboronexport, como “un pretexto para expulsar a Rusia del mercado mundial de armamento”.
“Es otro paso infundado, inamistoso y sin sentido”, comentó, por su parte, Kosachov, quien estima que Washington intenta “justificar la ausencia de una estrategia real y explicar el supuesto carácter legítimo de sus sanciones con relación a Rusia”, dijo el jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta del Parlamento ruso.
