El nuevo presidente dijo que por años se ha descuidado el “recurso más importante”, que es el desarrollo y bienestar de los trabajadores agrícolas. Arremetió contra el gobierno por la falta de apoyos y subsidios que ponen en desventaja al país frente a Estados Unidos y la Unión Europea
ENSENADA.- Al rendir protesta como presidente del Consejo Agrícola de Baja California, Salvador García reconoció la desatención de los empresarios hacia el “recurso más importante” que es el desarrollo y bienestar de sus trabajadores.
Aceptó que durante años los productores han sido acusados de todo tipo de males, la protesta del 2015 en San Quintín dejó al descubierto muchos problemas, por lo que propuso colocar a los trabajadores en el primer lugar de prioridades, lo que llamó un “cambio de narrativa”.
Hizo énfasis en el abandono de las comunidades agrícolas por parte de los tres niveles de gobierno y como éste repercute directamente en las empresas agrícolas, ya que los trabajadores al no encontrar respuesta gubernamental recurren a los productores, quienes están asumiendo responsabilidades que no les corresponden, destinan recursos propios a estas actividades, lo que incrementa el costo de operaciones, pese a que “no nos compete”.
No hay agua, drenaje, alumbrado, las calles están destruidas y la inseguridad ha llegado a niveles nunca antes vistos, reclamó el productor frente al gobernador del estado Francisco Vega y el alcalde Marco Novelo.
Ante el olvido y atraso es necesario hacer esfuerzo adicional, revisar en que podemos ayudar para resolver los problemas porque la falta de servicios en las comunidades siempre termina afectando a los productores, insistió.
Propuso dos acciones: la mejora continua de las condiciones laborales de los jornaleros y trabajar en las comunidades donde viven, en obras sencillas para las empresas, pero de gran impacto en las comunidades, como raspado de calles, introducción de tubería y habilitación de espacios deportivos.
LOS TRABAJADORES SIGUEN EN LAS MISMAS CONDICIONES
Justino Herrera, ex líder del movimiento de jornaleros en San Quintín en el 2015, lamentó que “los trabajadores siguen en las mismas condiciones, no tienen derecho al aguinaldo, a sus vacaciones, reparto de utilidades, a los pagos de horas extras como lo marca la ley, al séptimo día, pero se está trabajando”.
Entrevistado previo a la toma de protesta, a la cual fue invitado, recordó que con el levantamiento de jornaleros se logró un aumento del 15 por ciento del salario, pero en realidad lo que se buscaba eran las prestaciones.
Aceptó que hay empresas agrícolas dispuestas a mejorar la relación, como Berrymex y San Vicente-Camalú que si dan seguridad social a un porcentaje de sus jornaleros. En cambio, sostuvo, Rancho Los Pinos es el que más explota a sus trabajadores.
GOBIERNO AHORCA AL CAMPO MEXICANO
El nuevo presidente del Consejo Agrícola reprochó la política alentada por el gobierno mexicano para que miles de jornaleros vayan a los Estados Unidos con la visa H2A, por ser más rentables las remesas que el desarrollo y progreso del campo mexicano.
Dijo que además de esta migración de miles de trabajadores, la llegada de nuevas empresas complica aún más traer trabajadores del sur de la República.
Reclamó el poco apoyo de los tres niveles de gobierno y aseveró que la tendencia es la cancelación de todo tipo de subsidios o ayudas al campo con el pretexto que son regresivos a la economía.
Mientras en Estados Unidos, Japón o la Unión Europea incrementan los subsidios, en México sufrimos día a día pérdida de competitividad por falta de apoyos, insistió.