Para los dirigentes del partido, los problemas de inseguridad y corrupción, además de los retrasos e irregularidades en temas de obras públicas, transporte y otros más, no afectarán las preferencias electorales en Baja California; esa es la postura oficial, tanto del secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marcelo Torres Cofiño, como del secretario de Gobierno Municipal, Leopoldo Guerrero.
En ruedas de prensa desarrolladas durante la primera semana de arranque de campañas, ambos funcionarios fueron cuestionados sobre los niveles de desaprobación de los gobiernos panistas en el gobierno y en el municipio, marcados, entre otras cosas, por los desvíos multimillonarios detectados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y los constantes fracasos en proyectos de infraestructura, transporte y obras públicas.
El primero en enfrentarse a los señalamientos fue Leopoldo Guerrero, quien a pesar de no tener fechas claras para resolver temas específicos, como el proyecto de movilidad SITT, los derrumbes y afectaciones en Lomas del Rubí o los problemas de alumbrado público -entre otros-, aseguró que la administración actual trabaja de forma incansable y con “recursos extraordinarios”.
Guerrero fue cuestionado sobre los bajos índices de desaprobación del actual gobierno encabezado por Juan Manuel Gastélum, a lo que contestó: “Yo no puedo decir si (los temas antes mencionados) le afectan o no al partido. Yo creo que a final de cuentas, como gobierno, no podemos estar pensando si nuestras acciones le afectan o no al partido. Tenemos que ver si le afecta o no a la ciudadanía. El interés primordial es ése”.
Por su parte, el representante nacional del partido blanquiazul, Marcelo Torres Cofiño, aprovechó su gira por Baja California para lanzar serias acusaciones en contra del actual gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, así como para los candidatos opositores, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador.
Las descalificaciones de Torres Cofiño, tanto para el PRI como para Morena, llegaron a tal grado que el funcionario perdió de vista que algunos de los integrantes de la coalición que ahora representa, fueron parte del Gobierno Federal, por ejemplo, Saúl Davis Guakil, ex delegado estatal del gobierno de Peña.
Al ser señalado por haber caído en contradicción y engaño, el funcionario se desvió: “No es ningún engaño porque las iniciativas allí están. Lo que se requiere es voluntad política y lo que se requiere es un compromiso con la ciudadanía para que verdaderamente entendamos que el bien por el que tenemos que buscar (sic), está precisamente por los ciudadanos, no por los políticos”.
Sobre el tema de los bajos índices de aprobación y de los actos de corrupción del actual gobierno de Baja California, Torres Cofiño respondió que esa clase de acusaciones no son más que “supuestos”, ya que están en épocas de campaña.
El panista aseguró que es difícil hacer una comparación de un Estado tan progresista como es Baja California. “Si lo compararan con otros estados, como pudiera ser el Estado de México, por ejemplo, que siempre ha sido gobernado por el PRI y se vive bajo condiciones totalmente distintas. Créanme que en Baja California quizás nos falte apreciar un poco más los esfuerzos y los resultados que han dado los gobiernos panistas”