En la primera semana de campaña, quien marcó la agenda electoral fue Andrés Manuel López Obrador, abanderado de Morena-PT-PES, quien además arrancó con gran ventaja sobre sus adversarios, según todas las encuestas.
Obrador esperó hasta el domingo 1 de marzo (el periodo oficial inició el viernes 30 de marzo) para encabezar su primer acto oficial de campaña; lo hizo en Ciudad Juárez, Chihuahua, por aquello que ahí, el 20 de noviembre de 1910, comenzó la Revolución Mexicana, la misma que derrocó a la dictadura porfirista.
Andrés Manuel le dio preferencia al “norte”. De Chihuahua pasó a Nuevo León, Durango, Tamaulipas, Guanajuato y su primera semana concluirá en Jalisco. En las encuestas también se colocó arriba. Prácticamente todas las encuestas nacionales (Parametría, Bloomberg, Ipsos, Capital Media) lo colocan con más de 10 puntos porcentuales sobre Ricardo Anaya y José Antonio Meade, quienes se pelean el segundo lugar.
El tres veces candidato presidencial además marcó la agenda política de la primera semana con una de sus promesas de campaña: suspender las obras de la construcción del Nuevo Aeropuerto en el Lago de Texcoco, Estado de México.
Los argumentos de Obrador los ha dicho con anterioridad, que es una construcción mal planeada, a un sobre precio y con alternativas mucho más baratas, como la que él propone: la construcción de dos pistas más en la base área militar de Santa Lucía para cubrir la demanda de operaciones aeronáuticas. La advertencia de López Obrador de suspender las obras han ocupado los principales temas en los medios de comunicación, en mesas de análisis políticos y declaraciones de empresarios.
Otro hecho que marcó el inicio de la campaña fue el primer spot de Obrador, donde aseguró que como presidente cobraría la mitad del sueldo del que actualmente gana Enrique Peña Nieto; así como tampoco usará “los servicios del Estado Mayor Presidencial” ni andar “rodeado de guardaespaldas”. Además mencionó en su video de 30 segundos, convertirá a la residencia oficial de Los Pinos en un centro para las artes y la cultura.
Por su lado, Ricardo Anaya, candidato panista que encabeza “Por México al Frente”, se estrenó como candidato en una expo de tecnología en Santa Fe, en la Ciudad de México, donde cientos de jóvenes participaron en talleres, mesas de trabajo y conferencias.
Al día siguiente, el sábado 30, el ex dirigente del PAN acompañó posteriormente a la perredista Alejandra Barrales, candidata al gobierno de la CDMX, ocasión en la que prometió, de ser el Presidente de la República, tendría cero tolerancia hacia los feminicidios.
El domingo, Anaya acudió al arranque de campaña del candidato panista al gobierno de Jalisco, Miguel Ángel Espinoza, en la Plaza de Armas ubicada en San Juan de los Lagos y luego se dirigió al arranque del candidato a gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué, en el estadio de fútbol “Miguel Alemán Valdés”, en Celaya.
José Antonio Meade, el candidato de la coalición priista, comenzó en Mérida, Yucatán, donde llamó a la unidad nacional.
Durante la semana, Meade fue el único candidato que presentó su declaración “3de3”, la cual, dijo, “se queda corta” por lo que prometió presentar su declaración “7de7”. Al igual que Anaya, Meade ha sentado sus discursos en criticar a Andrés Manuel López Obrador. En el tema patrimonial señaló en alusión a AMLO y Anaya, que “la excepción es el que tiene un rancho o el que tiene un negocio desde el gobierno”.