Pedro Kumamoto, candidato independiente al Senado de la República, dijo a SinEmbargo que la decisión del Tribunal Electoral de permitir la candidatura presidencial de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, fue un error sustentado en una lógica “parcial” y “partidista”. Por ello, añadió, urge “refundar” las instituciones para generar espacios de verdadera representación ciudadana, y desechar los espacios “de privilegios, de amistades y de cuotas partidistas”.
Sobre personajes como “El Bronco”, el ex Diputado independiente de Jalisco dijo creer profundamente “que uno gobierna como se hace campaña. Y si se hace campaña a través de mentiras, a través de no presentarse ante las personas con honestidad y con firmas falsas, pues bueno, creo que esa es la tónica en la que se podría esperar que se gobierne”.
No obstante, Kumamoto recalcó que, además de las reformas, es necesario un cambio desde el Senado, donde los magistrados electorales sean electos por mérito y no por “cuotas”. Un cambio que implica desterrar la cultura política de privilegios, para así, transitar a una cultura caracterizada por la participación y cercanía de la sociedad, con acciones y políticas impulsadas por una base social. Para Kumamoto, hoy “tenemos toda la oportunidad para empezar a construir una alternativa para este país”.
Ciudad de México, 14 de abril (SinEmbargo).- Pedro Kumamoto Aguilar, candidato independiente al Senado de la República, dijo que la reciente aprobación de la candidatura presidencial de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, evidencia la necesidad de reformas urgentes para evitar que “los gandallas” lleguen a la boleta electoral y que las autoridades en la materia se manejen con vicios. En entrevista con SinEmbargo, el ex Diputado por Jalisco refirió que, de llegar a la Cámara Alta, buscará quitarle privilegios a la clase política, darle herramientas a la sociedad para evaluar a los partidos políticos e impulsar reformas de beneficio social.
El 10 de abril de este año, alegando que el Instituto Nacional Electoral (INE) no dio a Jaime Rodríguez Calderón la garantía de audiencia para revisar la totalidad de las firmas invalidadas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al INE “otorgar el registro correspondiente” a “El Bronco” para permitir que contienda, de manera independiente, por la Presidencia de la República.
Esto a pesar de que “El Bronco” no cumplió con las más de 866 mil firmas requeridas por las autoridades electorales para darle su registro, luego de que el INE le invalidara el 41 por ciento de las más de 2 millones de firmas que presentó, por ser apócrifas o sujetas a diversas “inconsistencias”.
Al respecto, Pedro Kumamoto mencionó que hay “un vicio muy grande por parte de la autoridad […]. Creo que los gandallas no deben de llegar a la boleta. Si hace trampa, no merece ser considerado para un puesto de elección popular. Y bueno, precisamente eso es lo que estamos presenciando: En lugar de que el Tribunal [Electoral] le diga al INE ‘dale el derecho de audiencia, que es lo que está solicitando [Jaime Rodríguez Calderón]’, lo que se decide es ‘vamos a darte la candidatura por adelantado, sin tener las firmas necesarias’”.
En la opinión del joven de 28 años de edad, quien en 2015 se convirtió en el primer legislador independiente de Jalisco, la determinación del Tribunal pareciera tratar de “golpear, digamos, la posibilidad de seguir la Ley”. Rodríguez Calderón no sólo no cumplió con las firmas legales, acusó Kumamoto. “El Bronco” tampoco a esclarecido el origen los 17.3 millones de pesos que utilizó para recolectar las firmas, inconsistencia detectada y sancionada por la Unidad de Transparencia Fiscal del INE.
“Yo creo, profundamente, que uno gobierna como se hace campaña. Y si se hace campaña a través de mentiras, a través de no presentarse ante las personas con honestidad y con firmas falsas, pues bueno, creo que esa es la tónica en la que se podría esperar que se gobierne”, sentenció.
Sobre la nueva controversia entre el INE y el TEPJF, el oriundo de Guadalajara ahondó diciendo que “si la candidatura no te la dan las firmas, no te la deberían de dar los tribunales. Me parece que es una muy mala decisión de parte de los tribunales tomar esta postura, esta posición, desde la cual se le está favoreciendo a, insisto, la trampa, el engaño, el fraude y, finalmente, pues a hacer las cosas de una manera impensable para alguien que quiere ocupar un cargo público”.
“Hoy por hoy, tenemos un Tribunal que está fallando, desde mi punto de vista, de una forma parcial, o que lo hace desde una lógica partidista, desde una lógica electoral. Y creo yo que es muy importante dejar claro que las instituciones las tenemos que refundar, las tenemos que convertir en un espacio donde todo mundo se sienta representado; no en un espacio de privilegios, de amistades y de cuotas partidistas”, destacó Kumamoto.
No es la primera ocasión que entre el INE y el TEPJF existen tensiones. Tan sólo entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, estos dos organismos electorales protagonizaron dos polémicas.
El año pasado, en el marco de las elecciones locales del Estado de México y Coahuila, el INE y el TEPJF discutieron luego de que el INE, de cara a las elecciones de 2018, modificara el Reglamento de Fiscalización para evitar lo que sucedió en los comicios locales: la entrega de dádivas –para cooptar el voto– a través de tarjetas o monederos electrónicos, durante el proceso de campañas políticas.
Tras la apelación de varios partidos políticos [MC, PAN, PRD, PRI y PVEM], el Tribunal Electoral determinó que la disposición del INE era improcedente por dos razones: el Instituto no tiene potestad para cambiar las leyes (sólo puede cumplirlas y aplicarlas) y las tarjetas, al ser un mecanismo de propaganda política, son fiscalizables (y salvo sea que haya un eventual rebase al tope de gastos de campaña, son legítimas y legales).
Y en febrero de este año, el TEPJF revocó la reforma del INE al Reglamento de Elecciones, mediante la cual, el Instituto buscaba agilizar los resultados electorales de las elecciones de julio próximo. No obstante, luego de una impugnación en contra de la enmienda, el TEPJF determinó que la pretensión del INE no sólo excedió sus facultades como institución, sino que también generó el riesgo de una posible manipulación de las boletas, situación que transgrede los principios de reserva de Ley, certeza y seguridad del proceso electoral.
Para evitar que se repitan decisiones cuestionables como la determinación del TEPJF de aprobar la candidatura presidencial de “El Bronco”, Pedro Kumamoto propone reformar el artículo 371 de la LEGIPE. Foto original: Fernando Carranza, Agencia Cuartoscuro.
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–¿Cómo podrían solucionarse las constantes desavenencias que tienen el INE y el Tribunal Electoral?
–Creo que estamos frente a una coyuntura en donde, incluso, podríamos buscar muchas alternativas legislativas o judiciales dentro de este proceso. Pero creo que es importante decir que también se necesita una refundación desde la lógica [del] proceso de los espacios judiciales. Creo yo que lo que presenciamos en los últimos días no nos habla de un poder judicial que está actuando con una lógica para darle certidumbre a las elecciones, sino todo lo contrario, un Tribunal que da la posibilidad de participar a alguien que abiertamente falsificó, hizo fraude y trató de engañar a la autoridad. Entonces, yo creo que podemos construir leyes y podemos construir procesos legislativos como el que acabo de mencionar, iniciativas de leyes, pero también tenemos una tarea impostergable para quienes participan en el Senado: Será ratificar las ternas y también elegir en los distintos caso de distintos cargos, por ejemplo, las magistraturas. Tenemos que empezar a exigir que, desde el espacio del Senado, no se elija bajo una técnica de cuotas y de partidos políticos o de colores […] sino que se impulse que sean las personas más preparadas; que sean personas íntegras, objetivas y finalmente, personas sin ningún tipo de filiación partidista las que puedan llegar a estos encargos. Yo creo que eso es quizás mi mensaje más importante, o digamos, el mensaje que me queda claro después de revisar y analizar los argumentos del mismo Tribunal.
–La decisión del Tribunal Electoral a favor de Jaime Rodríguez Calderón, ¿cómo afecta la percepción acerca de la figura de los candidatos independientes?
–Es muy importante dejar claro que no todas las candidaturas independientes somos iguales, por un lado; y por otro lado, otro tema importantísimo, que hay candidaturas independientes, incluso a la Presidencia de la República, que se eligieron con completa autonomía, con completa dignidad y con un trabajo intachable, como el trabajo que hizo la aspirante a candidata independiente, María de Jesús Patricio, también conocida como Marichuy. Ella, junto con el equipo y el movimiento social que la postuló, logró que el 90 por ciento de sus firmas fueran validadas, demostrando que se podía hacer ese proceso de una forma cercana, honesta y abierta ante la sociedad. Nosotros [también] lo hicimos. Nosotros recolectamos 130 mil firmas, de las cuales, de cada 100 firmas, 95 el INE nos las estuvo validando. Esto significa que somos una candidatura honesta […] que está tratando de hacer toda su chamba para poder entregar buenos resultados.
–¿Cómo ven ustedes a los ex partidistas que se lanzan como independientes y que reflejan, entre usos y costumbres, mañas y usanzas que vemos en los partidos políticos?
–Creo que no necesariamente este tema o estas mañas son solamente de partidos. A qué me refiero con esto: Lo que yo alcanzo a ver es que existe una vieja política que puede estar enquistada en los partidos, puede estar enquistada en las candidaturas independientes, puede estar en cualquier lado. ¿Por qué? Porque es parte de la cultura política que hemos aprendido y que tenemos que ir acabando poco a poco. Tenemos que irla desterrando. También es cierto que hay personas dentro de los partidos que son valiosas, que son honestas y que están tratando de hacer las cosas de una forma mejor. Entonces, yo trataría de decir que este síntoma no es necesariamente sólo para quienes están dentro de los partidos, sino en general, es una reflexión que nos tenemos que llevar como país para cambiar el hábito político con el cual hemos vivido, pues buena parte de nuestros años.
LA REFORMA, UN CAMINO AL CAMBIO
Pedro Kumamoto es, quizá, un ejemplo encarnizado de que la voluntad y los esfuerzos pueden lograr grandes resultados. En 2015, no sólo sumó las más de 116 mil firmas necesarias para ser postulado como candidato independiente a una diputación local.
También, a finales de agosto de 2017, con el apoyo de una amplia base social, festejó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declarara constitucional la reforma que presentó ante el Congreso de Jalisco: “Sin voto no hay dinero”.
Dicha iniciativa, que entrará en vigor el año entrante, permitió reducir el financiamiento público a los partidos políticos -hasta en un 60 por ciento- bajo un principio: los recursos que les sean otorgados a los partidos en los años electorales dependerá del número de personas que convenzan para votar. En cambio, en los años no electorales, la reforma establece una disminución del 20 por ciento de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que es un referente económico que sirve para calcular el pago de obligaciones sin impacto inflacionario.
En la actualidad, Kumamoto busca evitar que lo sucedido con el Tribunal Electoral no se vuelva a repetir. Asimismo, busca impedir que personas que no se lo merecen -como en el caso de “El Bronco”- compitan por un puesto de elección popular.
Como consecuencia, propone una reforma al artículo 371 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE) que establece que, cualquier mexicano elegible a un cargo de elección popular, debe de obtener firmas equivalentes al uno por ciento de la lista nominal de electores para contender por la Presidencia; o bien, en el caso de diputados y senadores, el equivalente al dos por ciento de la lista nominal.
Son tres adendas las que propone: primero, que sea un requisito indispensable que el 85 por ciento de las firmas recabadas por cualquier aspirante sea válido; segundo, que el INE sea el único encargado de validar los apoyos cuando éstos cumplan con los requisitos de Ley; y tercero, que de ser improcedente la candidatura por tener más de 15 por ciento de firmas inválidas, a los 15 días de la notificación por parte del INE, este organismo electoral garantice el derecho de audiencia del aspirante, con la finalidad de determinar si se trató de un engaño deliberado o de un error humano.
En referencia al primer punto de esta iniciativa de reforma, a Kumamoto le fue preguntado si en comparación con los políticos de profesión, no limitaría aún más el acceso a las candidaturas de los ciudadanos independientes de cualquier estructura política o partidaria.
–Tenemos que repensar la figura de candidaturas independientes para que, por un lado, […] personas como Marichuy pudieran participar en las elecciones y no solamente aquellas personas que ya forman parte de una clase política como puede ser un Gobernador. Creo que tenemos que pensar que las candidaturas independientes no deben de solamente servir a los poderosos, sino [que] las candidaturas independientes deben de estar a la mano de cualquier persona. Y por eso, precisamente, es que creo que debemos de reflexionar y debemos de impulsar la idea de que necesitamos una reforma al respecto de este tema.
–¿Han pensado en algún tipo de mecanismo para lograr la equidad entre ciudadanos aspirantes y políticos de estructura? Y me refiero, por ejemplo, a las reformas políticas que se hicieron en las décadas de los setenta y noventa para la apertura democrática, mismas que impulsaron a la oposición (al PRI) y permitieron la existencia de figuras como las candidaturas de representación proporcional.
–Esa es una reflexión que debemos de determinar, o que tenemos que generar, a partir de que termine el proceso electoral. Y queremos trabajarlo en conjunto, por ejemplo, [con] el Consejo Indígena de Gobierno, de los movimientos y organizaciones y demás candidaturas independientes que han decidido impulsar, o que han decidido participar a través del proceso. Creo que esa discusión no solamente nos convoca a nosotros, sino […] a muchísimas personas más. Y por eso, hemos decidido […] terminar el proceso en un proceso de análisis. Definitivamente, la aplicación [móvil de registro de firmas] no debe de ser tan difícil de utilizar; la aplicación debe de poderse instalar por otros medios además de teléfonos inteligentes, o tendríamos que buscar ese objetivo. Tendríamos que buscar también que las reglas sean más fáciles que la fiscalización. Por lo menos que [se] tengan más recursos para que más personas puedan hacer la fiscalización de manera correcta. Creo también que sería deseable que podamos revisar el tiempo y la forma en la que se podría dar de alta auxiliares y también la forma en la que se podrían dar de baja, para que si alguien quiera meterte firmas falsas, se puedan dar de baja en cuanto lo detecten y que no te tengas que esperar hasta el último día para hacerlo, sino que lo podamos hacer en tiempo real el monitoreo de las firmas que se están entregando.
–¿Estarías de acuerdo en que, paralelamente a este proceso, tendría que haber un acercamiento entre la ciudadanía y la estructura del sistema político electoral?
–Creo que las candidaturas independientes, al final del día, son una forma en la que se puede participar en la política electoral; pero no es la única manera. Y creo que la manera más importante tiene que ver con impulsar que más personas, cada vez, puedan involucrarse más en la política. Creemos que este es un modelo de desarrollo y político que está fracturado y que está, por mucho, rebasado. Y por lo tanto tenemos que construir nuevas alternativas. ¿Qué papel jugarán los movimientos sociales, la academia, la sociedad civil, los sindicatos democráticos, las cámaras, los espacios críticos del sistema político? Yo creo que deben de ser los protagonistas. ¿Dentro de esos espacios habrán candidaturas independientes? Probablemente. Pero también habrá gente de partidos y también habrá gente que no participe en lo electoral. Por eso creo que, posterior a estas elecciones, se antoje que debemos construir una gran reflexión desde los distintos espacios sociales, porque creo que estamos en medio de una enorme crisis de representatividad, sí; pero también ecológica, económica y finalmente, política y de seguridad. Eso significa que tenemos toda la oportunidad para empezar a construir una alternativa para este país.
–¿En el caso de todas las firmas inválidas y apócrifas, piensan ustedes que sería útil, o tendrían que aplicarse en algún momento acciones punitivas o castigos ejemplares?
–Desde luego que sí. Creo que no podemos seguir con la misma lógica de tolerar y permitir, con impunidad, la participación, o digamos, el intento de hacer un proceso fraudulento. No podemos tolerar, no equivocaciones, sino en este caso, no se pueden tolerar aquellas acciones deliberadas para tratar de engañar al INE. Quiero dejarlo muy claro: una cosa es que te equivoques tomando una firma […] que está afuera de tu sección, o del espacio de tu distrito, o de tu municipio por el cual vas a contender. Pero eso es comprensible. Es comprensible que también te equivoques, a lo mejor, con una firma y que no tomes de buena manera la fotografía de la credencial [de elector] y por lo tanto se cancele. O puede ser comprensible también que una persona te dé su credencial pero que no te haya dicho que estaba tramitando una nueva, y por lo tanto, esté afuera del listado nominal. Eso es comprensible; esos son errores que se entienden; son errores humanos. Pero lo que no se debe de permitir es que hayan personas que traten de lucrar y que traten de llegar a la boleta a través de clonar personas del padrón; a través de firmas falsas; a través de credenciales de fotocopia o a través de utilizar los datos personales de forma, digamos, ilegal. Entonces yo creo que eso se debe de penar. Debemos de llegar hasta las últimas consecuencias, sea quien sea.
–¿Cuál es el elemento de diferencia del “efecto Kumamoto”? Es decir, lograste el 95 por ciento de las firmas válidas. ¿Por qué tú sí y ellos no? ¿Es una cuestión de voluntad, o es una cuestión de mecánica en la que hay elementos para garantizar la validez de resultados?
–Tiene mucho que ver con el trabajo que se realiza cotidianamente. Nosotros explicábamos a nuestros auxiliares que de nada nos servían firmas falsas o apócrifas; que se enfocaran en revisar los datos. Nosotros, pues, tuvimos una actividad, digamos, prominente dentro de nuestro día a día para explicar como se recolectaban las firmas. Hicimos videos, tutoriales, realizamos activaciones para poder explicar cómo utilizar la aplicación… Entonces creo que en nuestro caso lo que nos ayudó a nosotros fue que sabíamos que lo más importante no es llegar a la boleta sino trabajar para construir una alternativa de país desde las ideas, y eventualmente, desde la política electoral. Entonces no tiene sentido hacer trampa y llegar si lo que quieres hacer es cambiar, precisamente, la política. Entonces, esto es lo que creo que mucha gente dentro de la política electoral creemos. Habrá gente dentro de los partidos y gente dentro de las candidaturas independientes que lo creemos; pero también habrá quien no lo crea dentro de los independientes y de los partidos.
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SinEmbargo interpeló a Kumamoto sobre los otros dos puntos de su iniciativa de reforma al artículo 371 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Y al final, fue cuestionado sobre los primeros pasos que daría de llegar al Senado de la República.
–¿La validación del INE que ustedes proponen, podría contraponerse con la validación del Tribunal Electoral? Y de ser así, ¿cómo resolverían las controversias sin entorpecer el proceso?
–Primero que nada, me gustaría dejar claro que, nosotros creemos, que debe de ser desde esta modificación al 371 de la LEGIPE para poder modificar la manera en que se toman las firmas válidas. ¿Cómo lo podríamos hacer? Fácil. Podríamos generar una revisión, si quieres cotidiana o cada semana, para poder revisar quiénes están generando o quiénes están enviando las firmas de forma fraudulenta. Y desde ese momento, detallarlas, o bueno, identificar a esas personas, señalarlas y solicitar que se den de baja del sistema ante el INE. Eso podría evitar que lleguemos al final del proceso y digamos: ‘¡Ay!, yo no lo conocía y me juntaron miles de firmas’. Eso por un lado. No creo que se contraponga, porque en ese sentido, lo único que se necesita es comunicación estrecha con el Instituto Nacional Electoral y acceso en tiempo real a la recolección de firmas, lo cual, no contraviene ningún tipo del proceso. Y por otro lado, pues desde nuestra lógica, tendríamos que definir muy bien cuáles son este tipo de firmas que son invalidadas. Por ejemplo, ¿debería de pesar de igual manera una firma que abiertamente busque el fraude que una firma que está fuera de, digamos, el ámbito georeferencial, o de aquellas firmas que fueron abiertamente tomadas de forma para falsificar? Yo creo que no. Creo que las firmas que son errores humanos deberían de cuantificarse de una manera distinta de aquellas que tratan de impulsar el engaño y que deben de ser sancionadas definitivamente.
–En cuanto al tercer punto de tu iniciativa, ¿por qué ampliar de 10 a 15 días el periodo para que los candidatos revisen y expliquen el estado de sus firmas?
–Nosotros más que ampliar o modificar el plazo, en el sentido de que crezca o se haga más pequeño, lo que queremos es que haya certidumbre lo más pronto posible. Creo que ese es el objetivo amplio de lo que estamos buscando.
–¿Es decir que, sólo estaríamos hablando de ampliar las especificaciones contenidas en el artículo 371?
–Exactamente. Y hacerlo de forma más expedita, porque insisto, lo que queremos es que cada siete días o cada 10 días puedas revisar cómo van avanzando tus auxiliares; y de esa manera, puedas decir: ‘¿Sabes qué? De esa persona el 100 por ciento de sus firmas son apócrifas; o el 100 por ciento están siendo definitivamente falsas. Definitivamente es una persona que no se está equivocando con la aplicación; lo que está buscando es hacerle daño a la candidatura y, por lo tanto, queremos reportarla y darla de baja.
–¿Qué le depara a un candidato independiente, ya sea a nivel local o federal, si llegara a gobernar sin una estructura? Muchas veces, en el sistema político mexicano actual, las estructuras son necesarias para hacer gobiernos funcionales. ¿Tienen mecanismos pensados al respecto? ¿Cómo ha sido en tu experiencia?
–Yo creo que una candidatura independiente y cualquier espacio de partidos políticos, tiene sentido en cuanto tiene una base social que le apoye y que impulse sus iniciativas. De otra forma, no podría, desde mi punto de vista, poder sacar adelante su proyecto político… aunque se tenga un partido que le respalde. Por eso, nosotros pudimos lograr sacar adelante una iniciativa: la de ‘Sin voto no hay dinero’ en el Congreso local [de Jalisco], siendo un voto de 39; siendo un voto, digamos, con poca relevancia aritmética, pero con buena relevancia simbólica. Entonces, yo creo que en la política, lo que nos urge ahorita, más que desarrollar estructuras, que si bien es cierto son muy importantes, también es muy relevante construir cercanía con la sociedad para que pueda tener sentido lo que se está haciendo. Yo creo que esa es la parte fundamental o es la parte con la que yo me quedaría, sobre todo en mi experiencia como legislador. Logramos, quiero insistir, sacar iniciativas que necesitaban modificaciones constitucionales, es decir, dos terceras partes del Congreso local. Y que logramos pasar eso gracias al apoyo popular, no gracias a estructuras. Y si bien es cierto, quiero insistir en eso, los partidos políticos son relevantes y siguen siendo muy importantes, también es cierto que, por otro lado, necesitan una refundación que se tienen que entender de una forma distinta y tenemos que impulsar que se reformen, para que ahora sí, sean o que vuelvan a ser, un espacio de representación, no como hoy, que parecen que son negocios familiares hechos con dinero público.
–De llegar al Senado de la República, ¿cuál sería tu primer acto o a qué le tirarían? ¿Lo primero que estaría en la agenda sería esta reforma de la que hemos estado hablando, o se irían primero por otras cuestiones?
–Desde mi punto de vista, tenemos que impulsar ideas o trabajo desde la lógica de quitarle privilegios a la clase política. Y [también] cualquier reforma relacionada con el tema, como por ejemplo, impulsar la eliminación del fuero; [iniciativas como] “Sin voto no hay dinero”, es decir,la reducción; pero también la evaluación de los partidos políticos a partir, digamos, de la sociedad. A partir de darles herramientas también, a la sociedad, para que puedan decidir si están haciendo bien su trabajo o no los partidos. Y finalmente, también algo muy importante, impulsar una reforma hacia la seguridad social, hacia las pensiones y hacia la salud pública, para que verdaderamente sea pública. Creo que eso serían unos objetivos prioritarios. No podría definir cuál sería la primera de esas iniciativas, pero sería bajo la lógica que acabo de mencionar.