El viernes 18 de julio de 1969 se registró un accidente vehicular en la isla de Chappaquiddick, Massachusetts. El entonces senador Ted Kennedy iba al volante cuando perdió el control y cayó en el mar. El miembro de tan sonada dinastía logró nadar a la orilla y no reportó el incidente, sino hasta el día siguiente, después de una comida con amigos.
Pero hubo una víctima fatal, Mary Jo Kopechne, joven estratega política que murió por asfixia dentro del auto. El incidente cambió el futuro presidencial de Estados Unidos para siempre.
Ahora John Curran se ha dado a la tarea no solo de recrear ese oscuro pasaje de la historia norteamericana, sino de exponerlo con tal maestría que el cuestionamiento acerca de la integridad del legislador no puede evitarse.
A eso hay que añadir el fino suspenso con el que presenta los hechos basados en la investigación oficial que no llegó a inculpar a Kennedy, por razones que quedan en la obviedad, aunque nunca dejamos de ver al personaje seguramente atormentado por el destino de esa mujer.
Curran además logra todo esto sin emitir un juicio y así prueba qué tan brillante es como cineasta, atributo que también se refleja en la manera de dirigir a Jason Clarke en el rol protagónico, un actor cuyo talento es explotado al máximo de tal manera que cuando calla, es cuando más dice.
Claro que no es posible sacar conclusiones donde la verdad nunca se supo. En realidad, ese no es el propósito del filme. La idea evidentemente es retomar el homicidio y sopesar cuál adjetivo pudo haberle quedado mejor: culposo o doloso, para luego concluir que el secreto se lo llevó Kennedy a la tumba.
En el titubeo del senador, quien a ratos estila inocencia y después, con su rostro sombrío, denota todo lo contrario, es donde la atención se concentra a raíz del planteamiento, cuyo origen es el estupendo guion de Taylor Allen y Andrew Logan.
Con todo a su favor, “Chappaquiddick” es lo que es, quizá el primer largometraje hecho para recordarse de este 2018. De eso no hay duda. ****
Punto final.- Una semanita más y llegan de nuevo los “Avengers”.
