Baja California es la tercera entidad menos pacífica de la República Mexicana, con una calificación de 3.951, situándose en el lugar 30 de 32, tan sólo detrás de Guerrero y Baja California Sur, reveló el Índice de Paz de México 2018, realizado año con año por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP, por sus siglas en inglés), y que mide el nivel de paz en todos los estados de acuerdo a siete indicadores principales.
La entidad empeoró su calificación, ya que la anterior fue de 3.010, con una variación de -0.822. Por otra parte, el impacto económico de la contención de la violencia per cápita 2016 en Baja California es de 70 mil 683 pesos, cuando el año pasado fue de 37 mil 900 pesos. En total, el impacto económico de la violencia en BC es de 288 millones 800 mil pesos.
En 2017 Baja California Sur se clasificó por primera vez como el estado menos pacífico de México, seguido por Guerrero,Baja California, Colima y Zacatecas. Todos estos estados se encuentran en la costa del Pacífico, excepto Zacatecas, ubicado a cierta distancia de ella.
El Índice de Paz México provee un análisis detallado de los niveles de paz en el país en los últimos 15 años, incluyendo una medición de la paz en los 32 estados del país. Además, cuenta con un análisis del fenómeno de las desapariciones, del impacto económico de la violencia, y propuestas sobre cómo mejorar la paz.
LA PAZ EN MÉXICO SE DETERIORA Y EL COSTO DE LA VIOLENCIA EQUIVALE AL 21% DEL PIB EN 2017
Según el Índice de Paz México 2018 (IPM), publicado el día de hoy por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), el nivel de paz en México se deterioró 11 por ciento en 2017.
Según el Índice, en la República Mexicana la tasa de homicidios aumentó a 24 muertes por cada 100 mil habitantes, con más de 29 mil víctimas, tasa similar a la de Colombia, la octava más activa de América y el doble de la de Uganda.
El gasto del Gobierno Federal en reducción de violencia equivalió a 60 por ciento del gasto promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el presupuesto muestra una tendencia a la baja.
Asimismo, el Instituto señaló que los niveles de corrupción y el desempeño del gobierno son los factores más relacionados con la pérdida de paz, por lo que sugirió fortalecer las relaciones entre ciudadanos y las policías, como algo “fundamental para mejorar los niveles de paz”.
Según el Índice, el aumento de la violencia no se debe sólo a la presencia del crimen organizado, sino también a la delincuencia común y a la violencia interpersonal. Señaló, también, que aumentaron 36 por ciento, los delitos con armas de fuego, mismas que se utilizaron en 69 por ciento de los homicidios.
Este nivel de violencia es impulsado por los altos niveles de impunidad. El Índice Global de Impunidad ubica a México en el lugar 66 de 69 países evaluados. El número de mexicanos que considera que la impunidad es el problema más preocupante, casi se triplicó en los últimos 5 años, y aumentó de 7 por ciento en 2012 a 20 por ciento en 2017.
Uno de los hallazgos principales del estudio es que México invierte menos de lo requerido en sus sistemas, judicial y de seguridad; 1 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), cifra que representa 60 por ciento del promedio de la OCDE.
El año pasado, el impacto económico de la violencia fue de 4.7 billones de pesos, equivalente a 21 por ciento del PIB nacional, cifra ocho veces mayor que la inversión pública anual en salud y siete veces mayor a lo invertido en educación.
Colima fue el estado que tuvo el impacto económico más alto en 2017, con 95 mil 486 pesos per cápita, comparado con Yucatán que mostró la cifra más baja, que fue de 9 mil 779 pesos per cápita. La diferencia entre estos dos estados representa aproximadamente el salario promedio anual de un trabajador mexicano.
Según el IPM, los estados más pacíficos fueron: Yucatán, Tlaxcala, Campeche, Coahuila y Chiapas; con excepción de Coahuila, y todos mejoraron su calificación. Al contrario, los estados menos pacíficos son: Baja California Sur, Guerrero, Baja California, Colima y Zacatecas.
Además, la brecha entre los estados más y los menos pacíficos siguió en aumento, lo que evidencia la creciente desigualdad en términos de niveles de paz entre entidades federativas en México, indicó el Instituto.
Por otra parte, el indicador cárcel sin sentencia fue el único que mejoró el año pasado, con cambios positivos en 24 estados. Dicho indicador mide el exceso de detenciones sin una sentencia condenatoria o previas a la realización de un juicio.
Además, durante los últimos dos años, 10 estados atendieron el problema de sobrepoblación de las cárceles y nivelaron el número de internos de acuerdo con su capacidad. Sólo en Guanajuato, Tabasco y Zacatecas aumentó la sobrepoblación.
“Hemos encontrado que la preocupación de la sociedad mexicana sobre la impunidad y su confianza en los jueces se relaciona directamente con las alzas y bajas de la violencia”, señaló Carlos Juárez, director del Instituto para la Economía y la Paz en México. “En la coyuntura electoral de este año, fortalecer y recuperar la confianza pública será determinante para ganar las elecciones y posteriormente implementar políticas efectivas para la construcción de la paz”, indicó.
El IPM 2018 indicó que para desarrollar un marco integral de seguridad pública y paz se requiere al menos: invertir en estrategias que reduzcan efectivamente la corrupción y la impunidad, comprender y atender las dinámicas específicas detrás de ciertos tipos particulares de violencia, como la extorsión y distintas formas de homicidio para debilitar la actividad criminal.
“Fortalecer la confianza entre los miembros de la sociedad, y entre la población y sus autoridades es clave para reducir las tasas de criminalidad. Cuando las personas colaboran con su comunidad y confían en sus instituciones, los niveles de paz tienden a mejorar”, concluyó Carlos Juárez.