Residentes de la colonia Libertad advierten a mandos de seguridad en el Estado que si no hacen su trabajo, comprarán armas y la usarán en contra de quienes roban y secuestran impunemente. Identifican a un grupo de jóvenes encabezados por “El Greñas” como responsables de los “levantones” y al “hijo de un policía” como líder de los ladrones. Autoridades aseguran que de acuerdo al análisis de incidencia delictiva, no es una zona considerada insegura; responsabilizan a la comunidad por la ausencia de denuncia
Secuestros, “levantones” y robos con violencia a comercios, transeúntes y casas habitación, son algunos de los hechos que vecinos de la colonia Libertad en Tijuana, han denunciado públicamente en los últimos 15 días. Los residentes aseguran que la violencia se ha vuelto “incontrolable”, al punto que han debido intervenir, poniéndose en riesgo.
En este contexto, una de las colonias más viejas de la ciudad se convierte en otra muestra del hartazgo comunitario ante la deficiente respuesta de las autoridades frente a la escalada de violencia que están padeciendo la mayoría de las delegaciones en la ciudad.
De acuerdo con la estadística de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), que según los vecinos no reflejan la realidad, en 2017 la colonia Libertad registró 176 delitos, entre los que destacan 28 casos de robos de vehículo, 22 de robo con violencia a comercios, 16 de lesiones dolosas, 16 por violencia familiar, 12 por daño en propiedad ajena, 10 por robo en casa habitación, entre otros.
En cuanto a 2018, el reporte más reciente solamente contempla el mes de enero, y registra un total de 22 delitos, cuatro de ellos por robo de vehículos, cuatro por robos con violencia a comercios, cinco por lesiones dolosas, entre otros. Ninguno de los informes oficiales da cuenta de secuestros o “levantones”.
ZETA conversó con vecinos de la colonia Libertad, quienes coincidieron en que la ausencia de denuncia se debe a la desconfianza y a que ya están hartos de llamar a los números de emergencia para denunciar y la Policía no responda. Y advierten la posibilidad de comprar armas para defenderse.
“Somos de la colonia Libertad, nacidos en las entrañas de esta colonia, y no vamos a permitir que un grupito de jovencitos que están organizados para venir a secuestrar gente de aquí, vengan a perturbar la paz de toda una comunidad, ni ellos ni nadie. Exigimos a todas las autoridades que se encarguen de ello, porque es una situación muy delicada”, reclamó uno de los afectados.
De los crímenes que se están multiplicando en la zona, explicaron que muchos están relacionados con “cobros de piso” o la compraventa de estupefacientes. También, que la mayoría de los delitos son perpetrados por un grupo de jóvenes que no pertenece a la colonia y cuyo líder tienen identificado, lo mismo que a quienes organizan los robos, porque esos son “malandros” conocidos de la comunidad.
IDENTIFICAN A “EL GREÑAS” Y AL HIJO DE UN POLICÍA MUNICIPAL
Son entre cinco y seis secuestros y “levantones” los que, a decir de los vecinos consultados por este Semanario, se han perpetrado en la colonia Libertad en lo que va de 2018. Los más afectados: comerciantes de la calle principal Aquiles Serdán, que al parecer no han querido pagar “cuota” o porque “algo han tenido que ver” con la compraventa de estupefacientes en sus locales.
Hasta ahora el único secuestro que se ha hecho público y confirmado es el del dueño de la Lavandería Arizona el 15 de febrero. Aunque la familia no denunció, agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) los contactaron, pero se negaron a hablar y a cooperar.
De manera no oficial, los vecinos informaron a las autoridades que los responsables de estos secuestros y privaciones son un grupo de por lo menos tres jóvenes -a los que pueden describir e identificar- y no residen la colonia, encabezados por un sujeto al que apodan “El Greñas”, quien “pretende ganar terreno en esta demarcación para entrar con la distribución y venta de drogas”.
Sin embargo, en cuanto a los robos a comercios, transeúntes y casas habitación, lo atribuyen a los propios “malandros” de la colonia, entre los que también identifican a una persona, “hijo de un policía municipal” que, saben, reside en la calle 12, en la parte baja de la colonia.
Los colonos advierten que como en otras zonas de la ciudad, la impunidad los ha llevado a pensar en hacer justicia por sus propias manos, ya que saben “de quién se trata”, sobre todo porque en la colonia “todo se sabe”. Lo que ignoran es a qué grupo delictivo en específico pertenecen estos delincuentes.
Juan Francisco Franco Ríos, también avecindado en la colonia Libertad y ex procurador de Justicia en el Estado, se ha reunido con autoridades para proponer estrategias, y en entrevista con ZETA, confirmó que en el tema de secuestros y privaciones los vecinos identifican a los agresores como “jóvenes, no armados, su acción es golpear y lastimar a la gente para llevársela”.
Sin embargo, Franco prefiere que sean las autoridades encargadas quienes confirmen o refuten la información proporcionada por residentes de la zona.
SIN INVESTIGACIONES POR AUSENCIA DE DENUNCIAS; DESCONFIANZA EN AUTORIDADES
Pese al reclamo social, las autoridades respondieron que de acuerdo al análisis de información que ellos tienen, no existen antecedentes ministeriales de la problemática denunciada, aunque se comprometieron a mejorar resultados.
El subprocurador de Investigaciones Especiales, José María González, manifestó a este Semanario no contar con información precisa sobre los secuestros y “levantones”, y quién podría estar detrás de ellos, debido a que ninguno de los vecinos afectados se ha acercado a la PGJE, por lo tanto, no han podido avanzar en las investigaciones de los hechos.
Lo mismo comentó el director de la Policía Municipal, Mario Martínez Martínez, quien de acuerdo al análisis de incidencia delictiva, desde hace 19 meses la colonia Libertad había salido de la lista de las colonias en alerta por el alto número de delitos. Sin embargo, consideró la posibilidad que a partir de entonces la gente no esté denunciando, al no haber acusaciones, ni de privación de la libertad.
En ese contexto, Marco Antonio Sotomayor, titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), pidió a los vecinos denunciar, pero al mismo tiempo restó valor a los reclamos ciudadanos, al asegurar que en términos de prevención, la corporación que él encabeza no ha encontrado indicios sobre los hechos violentos señalados.
Pero igual se comprometió a coadyuvar con una caseta de vigilancia con policías preventivos y armados, y estableció un operativo de vigilancia preventiva con mayor número de elementos, quienes realizan diversos y constantes recorridos para inhibir los delitos.
HAY TEMOR ENTRE LOS COLONOS
Los vecinos comentaron que la ausencia de denuncia evidencia la desconfianza de los ciudadanos en las autoridades y el miedo ante la conocida posibilidad de que elementos de la Policía Municipal y de la PGJE estén colaborando con los criminales y presentar denuncias puede tener consecuencias nefastas, como sucedía entre 2006 y 2010, por lo que optan por reclamar en conjunto para no ser identificados personalmente por los delincuentes.
Una de las vecinas consultadas por ZETA, quien prefirió omitir su nombre por seguridad, refirió que en múltiples ocasiones ha llamado al 911 para reportar distintos casos, y en ninguno de ellos se han presentado las patrullas para atender la denuncia.
A ella le tocó atestiguar en los alrededores de su domicilio, en la calle 13, hechos como una golpiza a un supuesto narcomenudista a principios de enero, quien al parecer había robado parte de la mercancía que tenía que haber vendido; en otra ocasión vio una persona adulta maniatada en un callejón; lo “más fuerte”, dijo, fue hace unas tres semanas, a inicios de febrero, cuando desde su patio trasero observó cómo desde una camioneta con placas mexicanas pasaban paquetes de droga a otra camioneta con placas americanas.
En todos los casos la señora llamó al 911 y ninguno fue atendido por la Policía Municipal, no sabe qué pasó después con estos tres casos, por ello, ya no se interesa siquiera en tomar el teléfono cada que escucha o percibe algo raro, “porque no hacen caso”.
Su temor aumentó después que encontró a un joven de origen cubano que había sido abandonado por policías municipales en una de las calles de la colonia, a quien le robaron todo su dinero y golpearon.
En cuanto a los vecinos que señalaron haber sido víctimas de secuestros o “levantones”, ninguno aceptó hablar con este Semanario, como lo hizo saber el licenciado Franco Ríos, vecino de la colonia, debido a que tienen temor de que algo les pueda pasar, sobre todo ahora, desde la reunión que sostuvieron con altos mandos de seguridad, donde todo se hizo totalmente público.
ACUERDAN BAJAR LOS ÍNDICES DE INSEGURIDAD EN 15 DÍAS
En la reunión, los vecinos encararon a las autoridades por la falta de atención a los reportes de emergencia: “Es un problema social que se da por culpa de ustedes, porque no hacen lo que deben hacer”.
La respuesta del grupo de mandos de seguridad fue comprometerse a:
– Dar seguimiento a los casos una vez que los denuncien
– Brindar asesorías para poner sus denuncias
– Incrementar el patrullaje con elementos de las policías Estatal Preventiva y Municipal.
Este último punto -según el ex procurador Juan Francisco Franco Ríos, quien sabe bien que la SSPM carece de elementos y equipo policiaco-, es sumamente alarmante, por ello, instó a que cada una de las corporaciones policiacas actúe de acuerdo a la realidad y sus capacidades, y con base en ello se obtengan resultados.
COMITÉ DE SEGURIDAD VECINAL CON PERSONALIDAD JURÍDICA
Una de las propuestas del licenciado Franco Ríos para incidir en el incremento de la violencia o la incidencia delictiva, fue conformar un Comité de Seguridad Vecinal con personalidad jurídica para representar a los vecinos ante las diferentes instancias de gobierno y, a partir de ello, elaborar un plan integral de seguridad para los comercios y casas habitación de la colonia.
Dicho comité tendría la representación legal para dar seguimiento a los casos y las carpetas de investigación que levanten los vecinos afectados, además, sería el vínculo con las autoridades de los dos niveles de gobierno, con quienes mantendrían comunicación y coordinación específica para resolver la problemática de la colonia, una de las más antiguas de la ciudad.
El propósito es evitar que la barbarie los alcance, que los ciudadanos se armen y tomen la justicia por su propia mano, con la idea de crear conciencia de respetar a las instituciones y reforzarlas.