Y es que no pudo ser de otra manera: el nombramiento del priista Carlos Barboza Castillo como “coordinador estatal de la campaña” presidencial de José Antonio Meade Kuribreña, o era para él, o para cualquier otro que se decidiera desde el Hipódromo Caliente.
El miércoles 28 de febrero, el virtual candidato del PRI y partidos anexos nombraron a los 32 coordinadores de cada una de las entidades del país; entre ellos al tijuanense Carlos Barboza.
Por cierto, entre los nombres de los coordinadores estatales emergieron nombres impresentables, como el del ex delegado nacional en territorios bajacalifornianos, Héctor Yunes Landa, encargado de la chamba electoral en Veracruz; asimismo de Isaías González Nava, hijo del ex senador Isaías González Cuevas, en Baja California Sur, acusado por empresarios a causa de malos manejos financieros.
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O qué decir de Jesús Alberto Aguilar Padilla, nombrado como coordinador de la campaña de Meade en Sinaloa, donde fue gobernador, además de ser investigado por presuntos vínculos con los cárteles de las drogas, por agencias de Estados Unidos, ventilado en medios nacionales; pero esas son otras historias.
Volviendo al caso de Baja California, el nombramiento de Barboza -se decía en este texto- es completamente natural, sobre todo pensado en los perfiles de los candidatos a diputados en prácticamente todo el Estado y la posición al Senado, apadrinados por la figura de Jorge Hank Rhon.
Barboza cierra las pinzas de complicidad del PRI nacional y de José Antonio Meade con Jorge Hank, detenido por el Ejército Mexicano, en 2010, por acopio de armas y acusado formalmente por la Procuraduría de Justicia del Estado de Baja California por homicidio.
Barboza es un abogado de Tijuana, con estudios, de buenos tratos y de buena imagen, ya fue diputado local y en varias ocasiones aspirante a la alcaldía de la ciudad. Pero siempre a la sombra de su mentor político, el hombre de los casinos.
Barboza nunca ha cortado su cordón umbilical, al contrario ha sido una moneda de cambio que el grupo que pertenece, el mismo que sacrifica sus aspiraciones cada vez que es necesario.
Por eso, quién mejor para coordinar una campaña integrada por los olores del hipódromo que uno de ellos. Meade apuesta en Baja California, donde la casa nunca pierde, dicen los cercanos al Grupo Caliente, pues aunque no creen en la victoria del candidato del PRI a la Presidencia de la República, sí podrán quedarse y manejar lo poco que queda del Revoluciono Institucional para las elecciones locales.
