En lo que va del año se han presentado 42 asesinatos, de los cuales una tercera parte corresponde a narcomenudeo o crimen organizado. De estos, la gran mayoría continúan impunes. El porcentaje de casos resueltos es del 49%, básicamente los crímenes de convivencia
El narcomenudeo y en algunos casos el trasiego de droga a gran escala, ha sido el móvil de uno de cada tres homicidios cometidos en Mexicali en el primer trimestre de 2018, pero investigadores refieren que se han registrado aumentos en los últimos 15 días, de acuerdo a los que reflejan indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
En lo que va del año se han cometido 42 asesinatos violentos en Mexicali, ocho de estos ocurridos solo en la última semana, incluida la ejecución de Bernardo Antonio Linares Corral “El Tony”, uno de los principales lugartenientes del Cártel de Sinaloa, operador de Cenobio Flores Pacheco “El Cheko” y “El Licenciado”.
Las estadísticas oficiales indican que el 45 por ciento de los homicidios en la Capital bajacaliforniana están relacionados a la convivencia, pleitos vecinales, familiares o crímenes pasionales; otro 25% se atribuye a riñas y otras circunstancias; y 30% tiene relación la venta y consumo de drogas.
Para los investigadores existen patrones a los que les están siguiendo el rastro en los últimos meses:
- Por un lado los homicidios en el poniente, por lo regular relacionados al narcomenudeo y tráfico de personas, pero de bajo perfil; disputas entre narcomenudistas por falta de pago, o adeudos de pocas cantidades. Las víctimas son adultos que tienen un rango menor en el organigrama criminal.
Esta zona se puede definir en el corredor Progreso-Santa Isabel, donde no se tienen fuertes conexiones con el crimen organizado, sino con la distribución local de enervantes de la zona. El operador que mantiene preponderancia es “El Ruso”, quien asume el control delictivo desde la ciudad hasta los ejidos Sinaloa y Tamaulipas, zona en la que descarga avionetas procedentes del estado de Sinaloa.
- Los muertos en el oriente de Mexicali tienen otro perfil, la zona se caracteriza por la relación entre bandas “mucho más organizadas” y la presencia de cárteles de la droga por ser un área que utilizan para la descarga, almacenamiento y exportación ilegal de estupefacientes hacia Estados Unidos.
Esta zona abarca desde el Valle de Mexicali, en una especie de corredor: Los Algodones en la parte norte hasta el Ejido 43 en la zona sur, incluso parte de San Luis Río Colorado, Sonora.
En el Valle, pese a la muerte de Manuel Garibay Félix “El Gordo” y tras la liberación de Manuel Garibay Espinoza (padre), investigadores incorporados al Grupo Coordinación aseguraron que el Cártel de Los Garibay volvió a reagruparse y actualmente se encuentra en operación cubriendo las zonas de Bataquez, Jiquilpan, Hasta Lázaro Cárdenas y, al sur, los ejidos Chiapas y Chiapas 2.
“Los homicidios que se han cometido han sido por el dominio principalmente de las zonas de ejidos, además de las disputas internas que mantienen las distintas células del Cártel de Sinaloa, quienes además han tenido que evitar incursiones del Cártel de Jalisco Nueva Generación dentro de la zona de Los Garibay en los últimos meses”, detalló un investigador.
En el móvil de venta de drogas, las autoridades también enmarcan el asesinato de Jesús Martínez Ruiz “El Güero Gangas”, perpetrado el 22 de marzo con armas de grueso calibre en el Ejido Ciudad Morelos del Valle de Mexicali; en el mismo hecho resultó herida Bertha Mendoza, de 44 años de edad y residente de la localidad.
Las víctimas estaban a bordo de un pick-up Chevrolet Silverado y los sicarios -por lo menos dos- huyeron en un vehículo Ranger y otro Honda. “El Güero Gangas” llevaba una pistola fajada en la cintura, la cual no pudo accionar.
Ese mismo día fue localizado flotando el cadáver de un hombre -con dos tatuajes, uno con la leyenda “Zavala” y otra “Norteño”- en el interior del Canal Reforma, al poniente de la ciudad, detrás de la subcomandantica de la colonia Santa Isabel; presentaba múltiples golpes en diversas áreas del cuerpo.
HOMICIDIOS MÚLTIPLES
Las primeras dos semanas de marzo, las autoridades abrieron expedientes por dos homicidios múltiples, uno en el poniente y otro en el oriente, que daría respaldo a la tesis de los investigadores en cuanto a las formas de actuar de las bandas de narcomenudistas.
El primero ocurrió el 26 de febrero a las 7:42 pm, cuando un hombre ingresó a la vivienda marcada con el número 2264 de la calle Tezozomoc en la colonia Santa María, entre las calles Presidio y Río Quelite. Disparó contra tres personas, dos fueron asesinadas y un hombre quedó herido. En la escena los peritos recuperaron 16 casquillos calibre .40, de los cuales cinco no fueron detonados.
Investigadores cercanos al caso explicaron que el principal móvil a investigar era “ajustes por narcomenudeo”, los dos cadáveres encontrados en el lugar estaba en posesión de dosis de droga y los agentes informaron que la casa era un lugar conocido como punta de venta de enervantes.
Sin embargo, existe una segunda hipótesis en investigación que refiere que el fallecido, Fernando Ismael Ureña González, de 71 años, era testigo en el caso de un homicidio por el que lo tenían amenazado de muerte, si aceptaba presentarse a declarar.
Un testigo del incidente declaró que un individuo ingresó a la propiedad y disparó en repetidas ocasiones en contra de las tres personas que estaban dentro, primero le apuntó a Fernando y se aseguró de meterle varios tiros en la cabeza, después se fue contra Nayeli Guadalupe Cárdenas Beltrán, de 27 años, madre de dos hijos quien presentó heridas por impacto de bala en la espalda y pecho; fue identificada como sobrina de Ureña y registraba antecedentes por posesión de metanfetamina.
En el lugar quedó lesionada una tercera persona de nombre Erick Ureña Cárdenas, de 34 años, quien presentó cuatro impactos de bala en la pierna y uno más en el brazo, para su fortuna el atacante creyó que estaba muerto y se retiró del lugar.
El 5 de marzo se cometió el segundo multihomicidio. Pese a que los cuerpos de las dos personas no fueron localizados juntos, un testigo unió a las víctimas.
Alrededor de las siete de la mañana se escuchó la primera alerta sobre la aparición de un cuerpo, inmediatamente después, a las 7:30 am, se alertó sobre el segundo cadáver, ambos en la zona poniente, pero con más de 8 kilómetros de distancia entre uno y otro.
El primero, con tres tiros en la cabeza, fue levantado de un camino de terracería a un lado de un canal, en la curva de la carretera San Isabel, a un costado de un vehículo Oldsmobile blanco modelo 1980 abandonado. Por sus tatuajes, fue identificado como José Luis Lucas Ríos, de 50 años de edad; contaba con diversos antecedentes penales por delitos contra la salud, amenazas y una orden activa en Estados Unidos por delitos contra la salud.
Dentro de la investigación se relacionó a la segunda víctima como chofer de Lucas Ríos, debido a que este era débil visual y por su condición, no podía manejar. Llevaba por nombre Víctor Emilio Ruiz Roa, de 49 años, sin antecedentes penales, adicto a la marihuana y trabajaba como mesero en un restaurante. Su cuerpo fue localizado en la colonia Ahumadita, también al poniente de la ciudad, su cabeza estaba envuelta en una sábana color café, tenía atadas las manos y las piernas y así lo arrojaron al canal.
La principal línea de investigación está relacionada al narcomenudeo, sin embargo, varios agentes ministeriales han unido el doble homicidio a un robo en una casa de un agente de la Procuraduría General de Justicia del Estado a principios de marzo. Versión que no fue corroborada por agentes de la PGJE, quienes informaron no contar con elementos para relacionar los eventos.
CUATRO CALCINADOS EN MARZO
La violencia homicida se presentó en otra de sus formas el jueves 1 de marzo, cuando fue localizado el cuerpo de una persona calcinada en un terreno baldío en Avenida 16 de Septiembre de la colonia Leandro Valle, al poniente de la ciudad.
Al lugar acudieron policías municipales y ministeriales, quienes rápidamente acordonaron al área en busca de mayor información, hasta el momento no se ha avanzado, debido al grado de calcinación del cuerpo y de las posibles pruebas en él.
Los hechos se registraron alrededor del mediodía, cuando un vecino de la zona alertó sobre el posible hallazgo, luego de acudir al lugar, peritos estatales pudieron confirmar que se trataba de una persona calcinada; hasta que fue trasladada al Servicio Médico Forense, se pudo precisar que se trataba de un hombre.
César Raúl González Vaca, coordinador del Semefo, informó que la persona se encontraba viva al momento de ser quemada, debido a que presentaba bronco aspiración.
Según peritos turnados al caso, el cuerpo fue rociado con gasolina y posteriormente le prendieron fuero, avivando las llamas con una cama de neumáticos que sirvió como combustible, al parecer algunos animales de carroña lograron llevarse una pierna del lugar, trasladándola aproximadamente 30 metros del cuerpo, fue por ello que se logró obtener una prueba genética, la cual pudiera ser una pista para esclarecer la identidad de la víctima, que sigue como no identificada.
El cuerpo presentaba 95% de quemaduras, además de una herida en la cabeza, la cual pudo dejar inconsciente a la persona antes de ser calcinada, finalmente solo una parte de la cara y el pie derecho no fueron consumidos en su totalidad por las llamas.
Otro cadáver calcinado, con tiro en la cabeza y un machetazo en la misma extremidad, fue localizado el 19 de marzo en la colonia Hacienda de Zempoala, en un terreno entre las calles Cosolapa y Belgrado, cerca de la unidad deportiva de la colonia ubicada al poniente de Mexicali.
Para el día 23 encontraron un tercer cuerpo calcinado en el fraccionamiento Vistas del Valle, en el sur de la ciudad, en un terreno baldío entre las calles Valparaíso y Volcán Riverol. Autoridades estatales reportaron que el cadáver se encontraba con un alto grado de calcinación, solo se distinguían el tronco y los brazos, y aún no ha podido ser identificado.
El lunes 26 de marzo, peritos levantaron al más reciente de los calcinados, a la orilla de un canal en la demarcación del Ejido Cerro Prieto V, cercano a la siderúrgica, en la zona sur del Valle de Mexicali; por el grado de calcinación, la ropa se le pegó al cuerpo y tampoco se sabe quién es la víctima.
LADRONES ARMADOS
El domingo 18 de marzo, un hombre de 53 años de edad fue asesinado tras recibir varias cuchilladas por parte de sus agresores, quienes le robaron su vehículo Ford Escort modelo 1998 color blanco, con placas de Ciudad de México.
El asalto ocurrió a las tres de la mañana en la Privada Buenaventura del fraccionamiento Villas del Palmar, donde tras un forcejeo, Daniel Álvarez Soto resultó lesionado.
La víctima quedó tendida en la calle, por lo que vecinos alertaron a los paramédicos para su traslado a un hospital, donde finalmente murió a las horas.
El 11 de marzo, Jonatán Bustamante Balmaceda, joven encargado de una tienda de autoservicio, fue asesinado con un balazo en el pecho, aparentemente los agresores lo esperaron al abrir el establecimiento comercial, disparándole. Se llevaron alrededor de 40 mil pesos, hasta el momento no se tiene mayor información sobre los homicidas.
ZETA solicitó a personal del área de Comunicación de la PGJE, datos sobre los casos resueltos. Respondieron que de los 33 homicidios cometidos entre el 1 de enero y el 14 de marzo de 2018, 16 ya han sido aclarados, la mayoría relacionados a homicidios pasionales o de convivencia.
Iban por narcomenudista del CTNG, libra atentado y mueren tres víctimas colaterales
La noche del jueves 22 de marzo, José Rodríguez Guevara, de 43 años de edad; Aurelio Alejandro Álvarez Galván, de 31; y José Pedro Preciado Ramírez, de 50, fueron acribillados. Estaban en el lugar equivocado: un punto de venta de droga, en las inmediaciones de la colonia Presidentes.
El día de los hechos, los hoy occisos, uno egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), otro, empleado de una gasera y uno más comerciante en un sobre ruedas, estaban acompañados de un narcomenudista, miembro del Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG), el verdadero objetivo de los sicarios y vendedores de droga del Cártel de Sinaloa, quienes días antes habían sostenido un altercado y prometieron venganza.
La represalia se cumplió a las 9:10 pm del jueves 22, cuando las víctimas y el vendedor de droga, quienes la única relación que sostenían era de vecinos, se encontraban sobre la calle Abelardo L. Rodríguez; hombres con armas calibre 9 milímetros llegaron al lugar, visualizaron al narcomenudista y comenzaron a disparar. El “objetivo” alcanzó a huir resultando ileso, mientras que tres hombres resultaron heridos.
En la escena del crimen fallecieron Rodríguez Guevara y Álvarez Galván, quienes recibieron tiros en pecho y abdomen, mientras que Preciado Ramírez recibió una herida de bala en la cabeza, perdiendo la vida al día siguiente en el Hospital General de Tijuana.
De acuerdo a investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el narcomenudista que resultó ileso, declaró que días antes sostuvo una riña con uno de los agresores, ya que quería comenzar a vender droga en la zona, presuntamente liderada por el CTNG. Ante el reclamó el sicario y miembro de Sinaloa, amenazó vengar la golpiza propinada.
Miguel Ángel Guerrero, coordinador de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales, confirmó que entre las víctimas colaterales y el vendedor de droga, la única relación que sostenían era de carácter vecinal.
“Eran vecinos de años, conocidos, pero hasta ahí. No eran vendedores de droga ni consumidores, aunque los resultados periciales toxicológicos aún no están listos, versiones de testigos e investigaciones nos señalan que no estaban involucrados en la delincuencia”.
El funcionario sostiene que uno de los sicarios está identificado y están tras su pista, por lo que confían en su pronta captura.
Ochoa, ex PEP prófugo, detenido por homicidio y desaparición forzada
Rodolfo Ochoa Bustamante, ex agente de la Policía Estatal Preventiva involucrado en la desaparición y homicidio de José Francisco Balderrama Sánchez, cometido en 2011, se entregó a la justicia el 25 de marzo de 2018 en compañía de su abogado, para enfrentar las acusaciones en su contra, las cuales se formalizaron en órdenes de aprehensión desde 2016.
De acuerdo al expediente ministerial, Ochoa presuntamente formó parte de la intervención realizada el 4 de abril de 2011, cuando Balderrama Sánchez fue asesinado; sus restos óseos fueron encontrados en noviembre de 2017 en el Ejido Vicente Guerrero en el Valle de Mexicali. Para la autoridad, esto fue posible con la información aportada por uno de los policías estatales detenidos.
Según información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el acusado llegó en compañía de su defensor exigiendo ser sometido a juicio lo más pronto posible.
La mañana del domingo fue presentado formalmente ante la jueza, donde el abogado exigió se procediera por el delito de desaparición forzada y no por el de homicidio calificado, ya que el primero tiene una penalidad inferior.
Por su parte, el Ministerio Público indicó que la investigación se encuentra activa, y, debido a que el cuerpo de la víctima ya había sido localizado, su petición era infundada. Ante ello, la juzgadora desestimó los alegatos de la defensa y procedió por los delitos de desaparición forzada y homicidio calificado, el cual se agrava por tratarse de un servidor público.
Según la narrativa de los hechos, Rodolfo era parte del grupo policíaco conformado por los agentes Jorge Luis Silva Jiménez, Édgar León Terreros, Mariela de Jesús Rodarte Benítez, Erwin Rafael Rivas Tapia, Gerardo Morales Saldaña, Humberto Pérez López y Javier Vargas Melgoza, quienes circulaban a bordo de las patrullas 269, 292 y 324. Arribaron a un inmueble marcado con el número 159 de la calle Quinta en Ciudad Guadalupe Victoria, en el Valle de Mexicali, argumentando que en ese sitio se resguardaba droga.
De acuerdo a versiones de testigos, los uniformados ingresaron de forma violenta y torturaron a Balderrama Sánchez, a quien exigían que confesara dónde tenía los enervantes.
A decir de los policías, en medio de las agresiones, Balderrama se desplomó y ya no lo pudieron reanimar. Al darse cuenta que lo habían asesinado, envolvieron el cuerpo en una cobija y lo enterraron en el lote, donde fue localizado seis años y siete meses después de la inhumación ilegal en el Valle de Mexicali.
Hoy miércoles 28 de marzo se llevará a cabo la audiencia de vinculación a proceso.
Incrementan crímenes en Tijuana un 57% en 2018
En 86 días, 517 ejecutados; 52 eran mujeres
Aún no concluye el primer trimestre de 2018, y la estadística de homicidios dolosos asciende a 517 crímenes; 52 cuerpos pertenecen a mujeres, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
A comparación de 2017, en el mismo periodo se cometieron 330 crímenes, es decir, han incrementado un 57 por ciento en el presente año., y a nivel estatal, en lo que va de 2018 la cifra llega a 651 asesinatos.
Entre los hechos violentos de los últimos días destacan:
Viernes 23 de marzo. Gustavo Córdoba Hernández, de 31 años de edad, fue ultimado a balazos en Fovissste Otay. Dentro de una camioneta Astro de color blanco, se localizó el cuerpo sin vida de Priscila Katerin Rivera Quintero en la colonia Niño Artillero. Javier Hernández Hernández, de 43 años, fue ejecutado por arma de fuego en el fraccionamiento Altiplano.
Sábado 24. Frente a un centro comercial de Loma Bonita, fue hallado el cadáver de un masculino de entre 30 y 35 años, envuelto en una sábana y dentro de una bolsa de plástico. Dos cuerpos calcinados se encontraron en el interior de una camioneta tipo panel en la Sánchez Taboada.
Domingo 25. En estado de putrefacción y con lesiones contusas, se localizó el cuerpo de una mujer en Villa Fontana. En la Clínica 1 del IMSS murió un desconocido de entre 35 y 40 años, con lesiones contusas en la cabeza; fue atacado en la colonia Presa Rodríguez. En la misma clínica, un sujeto murió luego de las lesiones propinadas en la colonia El Niño. En la Zona Norte, un hombre de entre 40 y 45 años fue asesinado por arma de fuego. Erick Alberto Salomón, de 20 años, fue ejecutado en Camino Verde. Mauricio Venegas Lerma, de 34 años, murió en las instalaciones del Hospital General tras ser atacado a tiros en la colonia Los Valles. Julio César Gómez Dávalos, de 38 años, fue acribillado a balazos en la colonia Presidentes. A bordo del taxi número económico 0385, un chofer de nombre Edgar Alan Piñuelas Rosales fue asesinado a balazos.
Lunes 26. Un desconocido fue asesinado y su cuerpo localizado al interior de un vehículo Mitsubishi color blanco en la colonia Riberas del Bosque. Una mujer de entre 20 y 25 años murió en el Hospital General por lesiones contusas. En la colonia Reforma, una fémina de entre 35 y 40 años fue privada de la vida a tiros. En la Clínica 1 del IMSS falleció un hombre de entre 35 y 40 años, previamente atacado a tiros en la colonia Buenos Aires. Un desconocido de entre 40 y 45 años fue privado de la vida en Valle Verde. En Pedregal de Santa Julia, otro desconocido, de entre 40 y 45 años, también fue acribillado.
Martes 27. En Buenos Aires Norte, un hombre de entre 30 y 35 años murió a balazos. Una mujer de entre 20 y 25 años falleció en el Hospital General por lesiones contusas. En la Reforma, una fémina fue privada de la vida a tiros. Un desconocido de entre 35 y 40 años pereció en la Clínica 1 del IMSS, luego de ser herido de bala en la Buenos Aires. Un masculino de entre 40 y 45 años fue asesinado con arma de fuego en Valle Verde. Y en Pedregal de Santa Julia, un desconocido de entre 40 y 45 años, fue abatido a tiros.