Oficialmente la República de Haití, es un país libre e independiente desde el 1 de enero de 1804. Fue el primer país negro independiente del mundo. Haití tiene una superficie de 27 mil 750 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 11 millones de habitantes. La capital y la ciudad principal es Port-au-Prince (Puerto Príncipe) y sus idiomas oficiales son el criollo haitiano y el francés.
Haití es también un país del Caribe que comparte la Isla Española con República Dominicana y es uno de los trece países que forman las Antillas. Tiene 10 estados y 145 municipios. El presidente actual es Jovenel Moïse y el jefe de gobierno es Jack Guy Lafontant.
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Mi país, pese a estar recuperándose del terremoto del 2010 (donde hubo trescientos mil muertos, miles de lastimados, problemas económicos y agrarios), conserva sus principales monumentos que datan de comienzos del siglo XIX, se encuentran fuera de la ciudad de Port-au-Prince y por eso permanecen intactos. Entre estos se encuentran la Citadèlle de la Ferrière, una fortaleza sobre montaña y las ruinas circundantes del Palacio Sanssouci, la antigua residencia real de estilo barroco del rey Enrique I.
El rey Enrique I fue un esclavo proveniente del grupo étnico Bambara o del pueblo Igbo. Al ser liberado, participó en la lucha haitiana por la independencia. Sin embargo, Jean Jacques Dessalines fue el padre de nuestra nación, líder de la revolución haitiana, siendo el más combativo por nuestra independencia. Fue el primer presidente del país. El 17 de octubre de 1806 fue asesinado. Después de la independencia, todo Haití se quedó sin nada. Desde la sublevación de los esclavos, Haití fue destruido por la guerra, efectuada de 1791 al 1804: trece años de guerra devastadora para mi país. Nuestro padre de la patria no tuvo otra opción que adoptar medidas políticas y sociales como soluciones inmediatas para proteger nuestra independencia.
La única opción era cultivar la tierra y Dessalines obligó a la gente a trabajarla. Fue así como la política agraria tuvo como meta principal, realzar la economía de nuestro país.
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La política agraria tuvo alrededor de cinco medidas:
- La verificación de título de propiedad, teniendo por objeto nacionalizar todas las propiedades pertenecientes al clero.
- Caporalisme agrario, teniendo por meta forzar a la gente a trabajar la tierra.
- El sistema “1/4”, al alquilar una propiedad, no se tenía la obligación de pagar renta. Al final de cada cosecha había que repartirlas en cuatro partes: un cuarto para el gobierno, uno para el/la dueño/a, otro para los gerentes y el último para los cultivadores.
- La prohibición de exportar palo de Campeche y la venta de ron haitiano a extranjeros (europeos, estadounidenses, etc.).
- La fijación de aranceles, 10% a productos de importación y 10% a productos de exportación. Dessalines adoptó esta medida porque había productos que se vendían más que otros, como el café.
Las medidas dentro de la política agraria de Dessalines no contemplaron a los rebeldes del sur y el sureste del país, principalmente a los mulatos. Por eso se dio una vuelta por estas dos regiones, lugar donde había causado muchos daños (quema de comercios, asesinatos y arrestos). A su regreso, cuando llegó a Petit-goâve, declaró: “después de lo que hice, si los ciudadanos del sur y sureste no se amotinan contra mí, significa que no son hombres”.
El pasaje de Dessalines por el sur y el sureste representa la causa aparente de su muerte. Las medidas que se encuentran en su política agraria representan la causa profunda o fundamental.
Hasta el día de hoy, Haití nunca ha podido caminar bien. ¿Por qué? Por sus problemas políticos, económicos, sociales, migratorios, etc.
Por favor, quédense en el ZETA, es muy importante. Así ustedes, especialmente los mexicanos, sabrán un poco más sobre Haití, ahora que hay varios haitianos en México.
Escrito por Dales Louissaint de nacionalidad haitiana.
Editado por Arnoldo Herrada de nacionalidad mexicana.
Correo: haitijuanahistorias@gmail.com
