Política Breve y de Emergencia
Y que se calientan las intercampañas; lo del mes y medio de análisis y reorganización partidista para procesar las propuestas finales y registrar candidaturas, está quedando solamente en el texto de la ley y los acuerdos del INE. Porque, mientras la exposición mediática, tanto de candidatos como de los partidos que los registrarán siga vigente, no hay tregua en la búsqueda de electores por más que se diga que del 12 de febrero al 29 de marzo está prohibido pedir el voto.
Esta contienda de 2018 ya está redefiniendo la historia nacional. La inmediatez de la información, sumada a la plena libertad en la comunicación, hace que los procesos de marketing electoral no se detengan y que en cada uno de los “cuartos de guerra” de los contendientes se tenga que evaluar y redefinir la estrategia política literalmente de la noche a la mañana. Son muchos y ahora mejor preparados los frentes de batalla.
El elector indefinido, que según todas las mediciones de intención de voto sugieren que sigue siendo de casi un 20 por ciento, está siendo bombardeado por toda la información de los procesos internos. Mientras que se han ido desgranando y reacomodando los equipos, la resultante es la evidencia pública de las formas que cada propuesta tiene para ordenarse, además es la materia de promoción y ataque de todas las fuerzas. Si se es autoritario o demócrata y desde luego, quienes son las personas con las que se están organizando.
En estas elecciones, todos podemos convertirnos en expertos en estrategia electoral y mercadeo político; las herramientas antes reservadas para los mejores presupuestos o para los técnicos de mayor conocimiento y preparación, hoy están al alcance de prácticamente todas las personas interesada.
Por una muy económica cuota, cualquiera se puede suscribir a la información de un “tracking electoral” (encuestas diarias nacionales); existen innumerables servicios (inclusive gratuitos) de análisis de contenido mediático. Todos los días podemos conocer de encuestas y sondeos de opinión que nos dicen cómo van las intenciones de voto y por qué; con la simple ayuda de una computadora y un motor de búsqueda se tiene acceso a la información para reconstruir la agenda de los adversarios y el discurso y orientación estratégica del mismo. En “tiempo real” se conocen los pasos de cada actor político y se pueden advertir puntos posibles de destino.
Las intercampañas se calentaron porque existe una gran demanda del público por información relativa a los candidatos, ya son una especie de personajes de novela de telediario, y porque en la práctica sigue la velada lucha político electoral en esta modalidad de no solicitar expresamente el voto, pero ni que fuera necesario. Hay un profundo y enérgico contraste de las propuestas, de la vida y hechos de los candidatos; de la currícula de los partidos postulantes y sus resultados de gobierno, todo al rededor del fundamental tema de temas de este proceso: la corrupción, y ésta es de mucho morbo.
Cualquiera sabe ahora cuáles son los puntos débiles del oponente, así como sus fortalezas, cualquiera reconoce la “capacidad instalada” de los competidores, sobre todo las del régimen. Cualquiera ahora sabe lo que hay que hacer. Por eso los ataques en contra de Ricardo Anaya y su lícita o ilícita capacidad económica; el sistema no va a poder probar lo que señala a través de la PGR, pero habrá logrado el daño; por eso las constantes alusiones al PRI corrupto y sus gobiernos que se tienen que ir a la cárcel; por eso la evidencia constante de las desafortunadas elecciones de candidaturas plurinominales de personas reconocidas como corruptas hechas por Morena. ¿Cuáles intercampañas si lo que vivimos es evidentemente una campaña electoral?
No solo los partidos políticos y sus estrategas tienen que adecuarse a esta forma 2018 de campaña política, también el INE. La inmediatez, exhaustividad y la velocidad de los hechos los está rebasando. De nada sirven ordenamientos restrictivos ante la plena libertad de nuestros tiempos modernos. ¿Intercampañas? Ni en sueños.
Que la historia lo registre.- En 2012, los equipos contendientes en la elección presidencial ventilaron públicamente su organización estratégica. Cuarto de Guerra iniciaba todos los días a las 06:00 hrs. Este 2018 tal vez no tendría que parar.
Botón rojo.- El INE prohibió los debates políticos entre precandidatos en la etapa de intercampaña. ¡Menos mal!
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com