Desde que soy residente fronterizo, viviendo siempre en Tijuana, el cambio de hora siempre fue en el verano, el último domingo de abril; mientras que el de invierno empezaba el último domingo de octubre. Así fue y así he vivido ese cambio de hora, acá en Tijuana. Pero hoy cambió este suceso al 11 de marzo, rigiendo el horario de veraniego. Realmente se ahorra energía, se ve reflejado en el recibo de la luz, ¿la CFE recibe menos pagos por ahorro de energía? Lo que ahorras de luz en verano, lo consumes en invierno. No le veo sentido al horario de verano por adelantado. ¿Quién autoriza tal prematuridad de horario? ¿A quién beneficia? ¿Qué ganamos por adelantar 49 días, el horario de verano, opacando al de invierno?
El ártico no tomará más pronto el sol, el tiempo alcanza a como gira el planeta y su inclinación terrestre. El ser humano no puede detener o adelantar la inclinación del globo terráqueo y mandar contra natura y lo hecho por Dios. El Señor creó la noche, el día, al ritmo del movimiento de los astros y ahora el ser humano quiere imponer cambios o adelantos de estaciones y estamos, la verdad, muy mal. ¿Qué está pasando con la naturaleza? El efecto invernadero allí sigue, ya destruimos la naturaleza que Dios creó. ¿Hacia dónde vamos? Somos depredadores y todo lo destruimos.
Atengámonos a las consecuencias, no hay otra salida. Los poderosos de la tierra hacen y deshacen, y uno, como siempre poblador, solo le toca ver qué hacen y traman. Así las cosas con el cambio de hora en la frontera de Tijuana, y en contra del prematuro cambio de hora, lo creado por Dios. Un nacimiento prematuro trae problemas. Veremos qué pasará.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B.C.