Sara Analy Ruiz Martínez, hermana de Nallely Aidé, la mujer quien junto con dos de sus hijas fue asesinada la madrugada del domingo durante un enfrentamiento a balazos entre sicarios y elementos de la Secretaría de Marina en Nuevo Laredo, Tamaulipas, pidió a las autoridades hacerse responsables por la muerte de sus familiares.
La mujer denunció a través de un video publicado por el diario Postamx que los elementos de la Marina les dispararon a sus familiares confundiéndolos con delincuentes. Mencionó que al reconocer su error les dijeron que iban a mandar a una ambulancia, pero nunca llegó.
“Les tiraron desde el helicóptero [la Marina] y cuando ya vieron que ellos estaban muertos dijeron: ‘nos equivocamos, era una familia’. Dijeron: ‘ahorita mandamos la ambulancia”, y se fueron. Nunca llegó la ayuda, hasta que mi niña me marcó pidiéndome ayuda. Dijo que se estaba desangrando y que le ayudara, que no la dejara morir. Yo nada más pido que nos ayuden y que ellos como ciudadanos están para ayudar no para andar cometiendo asesinatos”, dijo la mujer en un video grabado afuera del hospital donde está internado su cuñado, quien resultó gravemente herido.
Sara Analy junto con otro de sus familiares pidieron a las autoridades que se hagan responsables de la muerte de su hermana y sus sobrinas.
“Quiero que se hagan responsables de la muerte de mi hermana, de mis sobrinas, de mi cuñado que está muy grave en el hospital y que realmente (se aplique) la Ley tal y como debe de ser”, exigió la mujer entre lágrimas.La madrugada del domingo se registró un enfrentamiento entre elementos de la Marina y el crimen organizado en las inmediaciones de Nuevo Laredo, Tamaulipas, dejando como saldo oficial cuatro presuntos criminales muertos, así como una enfermera de la Marina, además 12 marinos heridos.
Ayer, la Marina reconoció la muerte de tres civiles más: una mujer y dos menores. En un comunicado negó que disparos realizados desde un helicóptero de la institución causaran su muerte.
De acuerdo con testimonios de familiares, los efectivos de la Marina mataron accidentalmente desde un helicóptero a una mujer y sus dos hijas, de 6 y 4 años, al responder a emboscadas del crimen organizado.
“Los impactos de bala que recibió el personal civil fueron a causa de fuego cruzado a nivel tierra y no desde el aire”, sostuvo la Secretaría de Marina y agregó que “el calibre de los impactos” que presenta el vehículo en el que viajaba la familia no corresponde al armamento usado por sus aeronaves.
Asimismo, explicó que “el personal naval brindó en todo momento la atención médica necesaria en el área del incidente a personas que resultaron heridas” y que el padre, quien “supuestamente había fallecido, recibe atención médica especializada en un hospital de Nuevo Laredo”.
Sin embargo, la hermana de la víctima denunció que la ambulancia que supuestamente enviaría la Marina nunca llegó.Hoy, Juan Velásquez, asesor jurídico de la Marina dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva que el helicóptero intentó bajar para auxiliar a la familia pero los hombres armados les dispararon para tratar de derribarlo.
“Es lamentable que los familiares de las víctimas digan que la Semar disparó sólo para recibir una indemnización. Es lamentable que haya organizaciones que busquen indemnizaciones y no les preocupen las bajas de Fuerzas Armadas”, dijo Juan Velásquez.
Tamaulipas es uno de los estados más violentos de México y escenario de habituales choques entre las fuerzas de seguridad y el crimen organizado, y entre cárteles que se disputan la zona.
El País, diario español con corresponsales en México y con sede en Madrid, detalló en una nota publicada ayer: “Las menores viajaban con sus padres en una camioneta por la carretera que comunica el aeropuerto con la ciudad de Piedras Negras, en Coahuila. La camioneta quedó en medio de la balacera y el plomo alcanzó a las dos niñas y a su madre. Las tres murieron. Las niñas se llamaban Shelsea Abril Rojas y Kenia Azul Rojas, de cinco y tres años. Otra menor, esta de 12 años, prima de las anteriores, resultó herida, igual que el padre”. “En un comunicado divulgado esta tarde, la Armada ha dado su versión de los eventos de la madrugada. Ni una palabra de las niñas, de daños colaterales. Nada”, agrega.
De acuerdo con El País, la mujer supo enseguida de lo ocurrido porque su hija le llamó por teléfono a los pocos minutos. “Me llamó cuando sucedió todo, aproximadamente a la una de la mañana. Yo llegué de volada -muy rápido- y la niña me gritaba: ‘ayúdame mamita, me estoy desangrando, no me quiero morir. Mi tía se está muriendo’. Antes de que llegara al lugar, una de sus primas, Kenia, de tres años, murió, igual que su tía”. ZETA/SinEmbargo