Para el padre Benigno Medrano, la Marcha por la Vida que celebra la diócesis de Tijuana ha llegado a constituir “una expresión de esperanza” en esta ciudad durante los 18 años que lleva realizándose.
“Es una marcha que tiene el sentido de promover primero el valor de la vida, el respeto y la dignidad”, expresó el párroco del Divino Rostro de Jesús y coordinador de la marcha, quien mencionó que desde un primer momento, “la diócesis tomó como tarea promover esos valores”, a los que se añadió el de la paz, “más ahora, que la violencia es el flagelo de nuestra sociedad”, señaló.
Con la participación del arzobispo Francisco Moreno Barrón, el Presbiterio de Tijuana, alrededor de 500 religiosas pertenecientes a distintas congregaciones, movimientos diocesanos como el Grupo de Ministros de la Eucaristía, escuelas católicas y cientos de feligreses, el recorrido tuvo como punto de partida el cruce de las calles Gobernador Lugo y Santa María a espaldas del extinto Toreo de Tijuana.
Acompañada de oraciones y cantos, la Marcha por la Vida tuvo como ruta, los bulevares Cuauhtémoc Sur y Agua Caliente, el Paseo de los Héroes, así como el puente Independencia para concluir en el centro deportivo CREA, donde el arzobispo Moreno Barrón oficiaría una misa.
Sobre el origen de esta actividad católica, el párroco Benigno Medrano, refirió que se remonta al año 2001, en el cual “los obispos de México declararon el Año de la Vida, por celebrar los 2000 años de la encarnación de Jesucristo”. A partir de entonces, añadió el presbítero, “se tomó el 25 de marzo como el día de la vida”.
Un participante de nombre José Ángel Mendoza, quien dijo ser padre de un seminarista, sostuvo que “con ésta van dos ocasiones” en que acude a la marcha y que en ambos casos ha percibido un ambiente “muy pacífico”.
Hubo asistentes con más años de sumarse al evento católico. Ana Peralta, perteneciente a la parroquia Cristo Redentor, manifestó que lleva 7 años haciendo el recorrido (el cual en otras ediciones ha tenido como destino el Auditorio de Tijuana). Sobre la experiencia de participar, la entrevistada mencionó que “celebrar la vida y la paz es bonito para todos”.
Elvia Sandoval, lleva “como unos quince años” de acudir a la marcha, sobre lo cual dijo: “Para nosotros es algo muy importante, tenemos hijos, tenemos nietos, y es algo que nos motiva para la laucha por esta causa (la vida) que es tan hermoso”. La feligresa dijo pertenecer a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y residir en la comunidad de Gran Tenochtitlán, ubicada en la colonia Sánchez Taboada.
Sobre sus expectativas a propósito de la Marcha por la Vida dijo: “sería algo magnífico, que nosotros nos esforzamos por todas las personas que andan mal, que Dios las ilumine y les haga ver que todos somos hermanos en Cristo Jesús.