Vuelan mis pensamientos hasta tierra lejana
en busca de tu boca que yo tanto besé,
con el alma impregnada de ternura y de fe
y la firme esperanza de encontrarte mañana.
Un lucero me alumbra protegiendo mi paso
y es que anhelo mirarte cuando llegue la tarde,
con su tono rojizo que entre las nubes arde
mientras pienso en tus besos contemplando el ocaso.
Mi vida no es la misma desde que tú te fuiste
dejándome tan sola sin tu boca y tus besos,
pues tan feliz me hacías con tus tiernos excesos
de caricias ardientes cuando tu amor me diste.
Me atormenta tu ausencia sin saber más de ti
y me siento muy triste bajo este viejo pino,
donde siempre te espero divisando el camino
porque extraño tus ojos y lo que en ellos vi.
Lourdes P. Cabral
De su libro Sentimientos Diversos
(Disponible en Amazon, CreateSpace, Kindle, y otros distribuidores)