14 años de lanzador, más de 43 millones de dólares, 126 triunfos, 114 derrotas en 377 juegos y ponchó a mil 382 jugadores
En sus 14 años como pelotero activo en Grandes Ligas, Esteban Loaiza obtuvo 43 millones 734 mil dólares en contratos.
Sin embargo, al descontar los pagos de impuestos en Estados Unidos y que absorben cerca del 40 por ciento de estas ganancias, debió mantener unos 25 millones de dólares.
Desde pequeño, Esteban fue un jugador que mostró grandes habilidades para el beisbol, aunque no siempre fue lanzador. Se distinguía más por su buena defensiva en el infield.
“El Cone”, como es conocido, se inició en la Liga Infantil Guaycura y en Liga Infantil de Playas de Tijuana hasta que se fue a estudiar a la Preparatoria Mar Vista High School en Imperial Beach, California.
Por sus buenas actuaciones con el equipo preparatoriano Marineros, llamó la atención de los buscatalentos de la organización de Piratas de Pittsburgh, por lo que fue firmado en el draft de agentes libres en marzo de 1991. Ese año, en sucursales del equipo filibustero, tuvo marca de cinco triunfos por una derrota con Piratas Gulf Coast de la Liga Rookie.
Con 21 años de edad, en 1992 comenzó su camino ascendente al jugar en Augusta (Clase A novata). Al año siguiente estuvo en Salem (clase A fuerte), Carolina (Clase AA) y fue prestado a Diablos Rojos del México para regresar en 1994 a Carolina. Llegó al equipo grande en 1995 y permaneció con ellos hasta mediados de 1998. En ese entonces, obtuvo ganancias por 109 mil, 150 mil, 200 mil y 450 mil dólares por temporada, respectivamente.
En 1996 y 1997 formó, junto a Francisco Córdova y Ricardo Rincón, el primer trío de lanzadores mexicanos. Acumuló números de 27 triunfos por 28 derrotas.
En julio de 1998 fue transferido a los Rangers de Texas. Con este equipo de la Liga Americana jugó hasta el año 2000, ganando 17 juegos y perdiendo la misma cantidad.
Como resultado, sumó sueldos por un millón 475 mil dólares en 1999 y 2 millones 650 mil dólares en 2000.
Esa misma temporada fue canjeado a los Azulejos de Toronto. Con el equipo canadiense, acumuló 25 triunfos con 28 descalabros, y en su chequera, 4 millones 250 mil dólares en 2001 y 6 millones en 2002. Fue dejado libre en octubre de 2002.
En enero de 2003 firmó contrato con Medias Blancas de Chicago, donde pasó su mejor año con 21 triunfos y fue segundo en la votación al premio Cy Young, pero a mediados de 2004, fue transferido a Yanquis de Nueva York. A finales de ese año, los “mulos” lo dejan en libertad.
En enero de 2005 firmó como agente libre con Nacionales de Washington por casi 3 millones de dólares.
Su último gran contrato lo obtuvo con Atléticos de Oakland, quienes le dieron 21 millones de dólares por tres años, pero en 2007 fue tomado por Dodgers de Los Ángeles en waiver y permanece con ellos hasta junio de 2008. Una vez liberado por el equipo, es firmado por Medias Blancas, donde estuvo el resto de la temporada.
En total, tras 14 años como lanzador, Loaiza acumuló 126 triunfos por 114 derrotas en 377 juegos, 333 como abridor; tuvo un promedio de 4.65 carreras limpias admitidas y ponchó a mil 382.
Fuera de las Mayores, jugó en la Liga Mexicana del Pacífico, con Venados de Mazatlán en la temporada 2009-2010 y regresó con Águilas de Mexicali para la campaña 2011-2012.
En 2013 tuvo algunas apariciones con Diablos Rojos del México y posteriormente fue enviado a Marineros de Ensenada.
LOS DODGERS: SU ÚLTIMA TEMPORADA
En 2008, los Dodgers de Los Ángeles mudaron su campamento primaveral a Glendale, Arizona, después de 50 años de permanecer en Vero Beach, Florida. Entre la lista de jugadores estaba Esteban Loaiza.
El serpentinero de entonces 36 años luchaba por obtener un puesto de abridor en la rotación. Estaba en competencia con más de cuatro candidatos al quinto puesto, espacio que tendrá que ser cubierto hasta que Jason Schmidt completara su rehabilitación.
“El año pasado fue muy malo. No fue mi año, espero que este sí. No quiero ni acordarme. Ahora las cosas han salido mejor y tengo confianza que no habrá más problemas, primero Dios. Me recomendaron una terapia en un lugar cerca de Tijuana y todo salió bien. Fue muy confortable porque estuve cerca de mi familia”, declaró Esteban en su momento.
En aquel tiempo reconoció que su meta era acercarse lo más posible al récord de Fernando Valenzuela en cuanto a triunfos para un mexicano, con 173. Se quedó muy detrás, con 126. Aun así es, de los mexicanos, el que más se acercó.