Un juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio con sede en El Altiplano, Almoloya de Juárez, Estado de México, dejó en libertad a José Alfredo Cárdenas Martínez, alias “El Contador” y/o “Señor Cortés”, identificado como líder del Cártel del Golfo en la región, y sobrino de Osiel Cárdenas Guillén, ex jefe de dicho grupo criminal.
Durante la audiencia de control, el juez federal detectó contradicciones respecto a la forma en que los elementos de la Secretaría de la Marina Armada de México (Semar) llevaron a acabo la detención de “El Contador”, la madrugada del lunes pasado, en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
Los marinos habían señalado que la aprehensión de Cárdenas Martínez se realizó en la vía pública, mientras que la esposa de Cárdenas Martínez presentó como evidencia cuatro videos en los cuales se observa que la detención se llevó a acabo al interior de su domicilio.
El pasado lunes, la dependencia informó a través de un comunicado que la detención de Cárdenas Martínez se logró durante un operativo, luego de tener conocimiento de la ubicación de un domicilio donde se encontraba un grupo de personas armadas.
“Por lo que, personal naval se dirigió al área y al arribar a inmediaciones del domicilio, el grupo de personas armadas al percatarse de la presencia de elementos navales emprendieron la huida en diferentes direcciones; cabe destacar que en esta acción se logró la detención de José Alfredo ‘N’, quien presuntamente era líder de una organización delictiva en esa región”, detalló la Semar.
Ante las contradicciones de las fallas en el procedimiento para la detención, el juez federal ordenó la libertad inmediata de “El Contador”, quien había sido ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1, El Altiplano, que se localiza en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.
Hasta el momento ninguna autoridad federal ha dado a conocer su postura sobre la liberación de Cárdenas Martínez, del que se desconoce si continúa o no en el penal de máxima seguridad.
Según información de la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), el capo también conocido como “El Sobrino”, se convirtió en uno de los líderes del Cártel del Golfo tras la detención de Cárdenas Guillén, ocurrida el 14 de marzo del 2003, también en Matamoros, por elementos del Ejército Mexicano y de la Procuraduría General de la República (PGR).
Tras la muerte de Juan Manuel Loza Salinas, alias “El Comandate Toro”, durante un enfrentamiento con las Fuerzas Federales en abril del 2017, “El Contador” encabezó una fracción del Cártel del Golfo que disputó el control de la organización con el grupo de Luis Alberto Blanco Flores, alias “El M28” o “Comandante Pelochas”.
El 7 de marzo del 2005, el Gobierno Mexicano concedió la extradición de Osiel Cárdenas Guillén, sin embargo, su entrega no fue inmediata. Finalmente fue extraditado el 19 de enero de 2007 a los Estados Unidos, donde enfrentó 19 cargos en una Corte de Houston, Texas.
Luego, en julio del 2009, durante su juicio, Cárdenas Guillén se declaró culpable de un cargo por narcotráfico, uno por lavado de dinero, y tres por extorsión e intento de asesinato de agentes federales estadounidenses.
A cambio de declararse culpable, al ex líder del Cártel del Golfo le fueron retirados otros 12 cargos por narcotráfico, en 2010, y se le dictó una sentencia de 25 años de prisión, así como una multa de 50 millones de dólares.
En abril pasado, una investigación realizada por el diario estadounidense The Dallas Morning News, señaló que la declaración de culpabilidad acordada entre Cárdenas Guillen y el gobierno de EU provocó “una violenta ruptura” entre los carteles de El Golfo y Los Zetas, su ex brazo ejecutor y paramilitar.
Ante ello, Los Zetas -siendo ya un grupo criminal autónomo- comenzaron a pelear el territorio con el Cártel del Golfo, lo que condujo a la muerte de miles de personas en México y a lo largo de la frontera con Texas, señaló el rotativo.
Según la DEA, el Cártel del Golfo ha perdido fuerza y durante los últimos años, además del tráfico de marihuana y cocaína, se ha expandido hacia el mercado de la heroína y la metanfetaminas, cuyos principales destinos son Houston, Detroit y Atlanta, en los Estados Unidos.