La Comisión Reguladora de Energía (CRE) estimó que, al cierre de 2018, los industriales bajacalifornianos sufragarán 3% menos por el costo de energía eléctrica que el año pasado.
Así lo informó Jesús Berumen Glinz, director de Análisis Económico de la Unidad de Electricidad de la dependencia federal, quien dijo que las tarifas cambiarán mensualmente de acuerdo con el costo de generación de la electricidad, y reflejarán la estacionalidad (verano /invierno).
Si bien, el porcentaje pronosticado por la CRE parece menor, pequeñas y medianas empresas seguirán resintiendo un mayor costo por consumo de energía, de continuar la tendencia alcista observada de 2016 a 2017.
Un ejemplo es la empresa Reciclados Castro, que pagó alrededor 163 mil 676 pesos en 2016, mientras que el año siguiente desembolsó 254 mil 656 pesos, un aumento de 35.72% en dicho lapso.
Al respecto, el gerente de la compañía, Luis Castro, expuso su inconformidad por el alza de la energía. “Estamos esperando que esto se componga, porque no podemos permitir que nos truenen los negocios. Nos vamos a quedar mucha gente sin trabajo”.
Sin embargo, reconoció que los últimos ajustes a los incrementos desproporcionados que se habían facturado en diciembre y enero son razonables, por lo que confió en que si se cumple la palabra del funcionario de la CRE, estaría conforme con pagar 3% menos que el año pasado.
Mientras tanto, en una reunión con asociados de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), liderada por Marcello Hinojosa Jiménez; Berumen Glinz expuso técnicamente, durante más de una hora, sin determinar una tarifa exacta a aplicarse desde febrero.
Lo anterior generó molestia entre los empresarios, quienes manifestaron incertidumbre acerca de la tarifa de los meses subsecuentes, misma que es un obstáculo para elaborar proyecciones económicas certeras de cuánto les costará dicho insumo en 2018.
El funcionario del Gobierno Federal precisó que la tarifa parte de tres principios: 1) Reconocer la totalidad de los costos eficientes de la cadena de valor, incluidas las cinco tarifas reguladas y el costo de generación y productos asociados; 2) Reflejar esa estacionalidad de los costos cuando vayan sucediendo, “si en verano tenemos una mayor demanda el costo se incrementa”; 3) La metodología solo estará vigente durante un año, después se cambiará o se modificará según las áreas de oportunidad que tenga.
Luego de reconocer la refacturación de diciembre de 2017 para más de 7 mil empresas, Berumen Glinz señaló que una compañía típica en Baja California pagó 9% más en la factura de ese mes con respecto al mes previo, al pasar de 580 mil pesos en noviembre a 644 mil pesos.
La idea es que los costos se sufraguen a lo largo del año y no en dos periodos, el de verano e invierno, como sucedía en el esquema anterior.
“Ustedes en invierno recibían recibos bajos, y a partir del 1 de mayo podrían tener incrementos de hasta 300% cuando entraba la demanda en punta”, pero con el nuevo esquema, “en el periodo de invierno tendrán consumos superiores a los que estaban acostumbrados, pero en verano inferiores”, indicó.
La CRE está trabajando en un “mecanismo de suavizamiento” que pretende reducir la volatilidad en el costo de generación, y que estará listo en abril próximo.
“No sería un subsidio porque al final se recuperará la totalidad de los costos, lo único que se está haciendo es generar saldos a favor o en contra, y en el momento en el que tu límite o tu costo de generación esté arriba de la banda disminuirá el costo, pero cuando esté por debajo de la banda, se compensaría hacia arriba”.
Respecto a la interconexión del Estado con la red eléctrica nacional, aseguró que ésta no repercutirá directamente en el costo de la energía eléctrica, sin embargo, los industriales podrán tener acceso a nuevos proveedores, lo que será un beneficio de la Reforma Energética.
En su oportunidad, Martín Gutiérrez, representante de la Cámara Pesquera Nacional, criticó el aumento de la tarifa y reprochó que de diciembre a enero el costo de distribución pasó de 81 a 84 pesos, a lo que Berumen Glinz contestó que dicho incremento fue producto de un ajuste inflacionario y equivale a dos pesos, conforme al acuerdo 74/2015.
A pregunta expresa de ZETA de por qué se incluyó en el pasivo laboral de la Comisión Federal de Electricidad al Ingreso Requerido, el cual repercute en los costos, el funcionario respondió que en 2015 se definieron estas tarifas conforme a un estado financiero consolidado, “una gran bolsa que se tenía que estar repartiendo para los segmentos de distribución, comercialización, generación”.
