Los candidatos a diputados y senadores del Partido Revolucionario Institucional, en Baja California, son el reflejo de lo que se cosechó políticamente en los últimos seis años de su partido en la presidencia de la República: nada.
El PRI no tuvo cuadros nuevos ni fuertes que ofrecer para candidaturas en los ocho distritos que contemplan el Estado, un solo delegado del gobierno de la República que vaya a participar como abanderado en esta elección federal; no hay líderes de sectores sobresalientes, candidatos ciudadanos con presencia, mucho menos un funcionario federal emanado de Baja California.
No hay un solo proyecto político priista desde la presidencia de la República, ni desde la Secretaría de Gobernación, ni de otra secretaría de Estado, menos de los municipios. Los intentos que existen más bien tiran su anzuelo hacia 2019.
Se tuvo que echar mano de aspirantes novatos, de esposas e hijos, “amigas” sin experiencia y empleados de medio pelo para formar su equipo de abanderados en la entidad, los cuales casi todos van con el respaldo de Jorge Hank Rhon, quien exhibe su poco tonelaje electoral.
Las candidaturas en Baja California se repartieron, además en un proceso de simulación, pues antes de que iniciara el plazo para “los interesados”, las candidaturas ya se habían definido. Aun así, “el proceso de selección” continuó hasta la noche del domingo 28 de enero, momento en el que se cerró el plazo para los pre registros.
Desde el viernes 26, es decir, dos días antes de los pre registros, desde la Ciudad de México ya se habían repartido las candidaturas a las diputaciones en el Estado, horas más tarde pasó lo mismo con los aspirantes al Senado.
A pesar de tener los espacios definidos, el partido dejó a los cándidos aspirantes registrarse, solo para que el jueves 1 de febrero se les entregara la constancia solo a los previamente ya negociados.
La alianza entre Enrique Acosta Fregoso, Mario Madrigal y René Mendívil -quienes apoyaron la candidatura de David Ruvalcaba a la dirigencia del Estado- se repartieron las candidaturas, ungidos por el ex alcalde de Tijuana, Jorge Hank.
En Tijuana, el olor a Hipódromo rodea a los abanderados, el más claro ejemplo es Miguel Ángel Badiola, publirrelacionista y empleado de Hank. Fue designado en el Distrito 5, el más “complicado” para el priismo de BC.
El joven Mario Alberto Madrigal fue colocado en el Distrito 8, también de Tijuana; hijo de Mario Madrigal, otro incondicional de Jorge Hank y quien es el presidente del sindicato de trabajadores de los casinos y negocios de apuestas Caliente.
Viancca Lizbeth Barreto González es la abanderara del PRI en la Zona Este de Tijuana, su gran mérito es ser hija del finado Gregorio Barreto, otro personaje con la marca Hank, solo que aderezada con el apoyo de Arturo “El Napo” Aguirre.
En el Distrito 6, Ana Erika Santana González, mujer elegida gracias al cariño que goza de René Mendívil. En el PRI ni se le conoce y fuera de éste tampoco. De hecho, la experiencia política de la candidata se remonta a haber coordinado -fracasadamente- la campaña de su amigo a la presidencia municipal de Tijuana en 2016.
En Mexicali, Acosta Fregoso se impuso: de la cripta política Everardo “El Pipi” Ramos fue nombrado candidato. Aquel célebre “líder campesino” que derrumbaba con una patada voladora una entrada del Poder Legislativo en 2004.
José Lauro Aréstegui Verdugo, también sin una gran trayectoria, llega a ser candidato. Es el único delegado federal abanderado.
En Ensenada, el Distrito 3 se le regaló a Génesis Márquez Rubalcava, otra jovencita inexperta en política, su mayor logro fue egresar de la Escuela Nacional de Cuadros del PRI y ser la actual dirigente de Movimiento Territorial.
Adriana López Quintero es la esposa de Enrique Acosta Fregoso y fue puesta como candidato en el Distrito 7. Hace 15 días fue nombrada dirigente municipal en Mexicali y antes de eso era la secretaria de Gestión Social del Comité Municipal. Gran recorrido.
Al Senado de la República fue lanzado Alejandro Arregui Ibarra, diputado local que en 2012 fue el “encargado de buzón ciudadano de EPN”; unos años atrás participaba en campañas panistas en Ensenada. Arregui es otro de los que aprovechan la figura de Hank para exhibirse como su subordinado.
La segunda posición Nancy Sánchez Arredondo, actualmente diputada federal y a quien -a decir de ella misma- fue Enrique Peña Nieto y José Antonio Meade quienes le pidieron ceder la primera posición al de Ensenada. El PRI dejó descubierta a Tijuana, donde se concentra el mayor número de votantes.