El asesinato de Delia Isabel es el primero en ser catalogado por la PGJE como feminicidio, luego de que sus restos fueran encontrados en diversas bolsas de basura, en una cuartería cercana a la vivienda de su homicida, el cual guardó la cabeza en un refrigerador desconectado, fuera de su domicilio
“¿Por qué la mataste?”, preguntó un agente policíaco.
“Por puta”, fue la respuesta seca y a quemarropa de Carlos Javier Arriola Díaz, joven de 22 años de edad, nacido en la Ciudad de México, crecido en Michoacán, residente en Mexicali y empleado de un call center.
El joven fue detenido por el homicidio de Delia Isabel Verdugo Machado, a quien supuestamente mató con un golpe contuso y luego descuartizó su cuerpo en seis partes que abandonó en una cuartería cercana a su vivienda, en la colonia 18 de Marzo; asimismo, guardó para él la cabeza de la joven, la cual introdujo en un refrigerador desconectado en la parte posterior de su domicilio.
Javier Arriola publicó en su cuenta de Facebook, el 29 de septiembre de 2012: “Vivimos en un mundo en donde los animales son mejores amigos que las personas”. Amante de los reptiles, trabajó en un acuario en Morelia antes de llegar a Mexicali, estudió taxonomía en herpetología, según su perfil.
Delia Isabel era egresada de psicología por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California. Contaba con 32 años, divorciada, con dos hijos, había trabajado en el Instituto Nacional Electoral en 2016, ese mismo año ingresó a la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde era jefa de Validación de Documentos.
Sus amigos y conocidos la describen como una persona muy platicadora, tenía muchas amigas y compañeras, incluso durante la carrera se fue de intercambio. “Era a toda madre”, la denota una compañera de la universidad con quien se graduó; afirmó que tenía una buena relación con su familia, además de dedicar gran parte de su tiempo a sus hijos.
“Me platicaba que estaba muy a gusto con su novio de nombre Jonathan”, compartió otra de sus amigas, agregando que había contactado al pretendiente por medio de la red social Facebook.
“Era muy platicadora con la gente, le sacaba platica y así, no era de problemas”, expreso otra mujer cercana a la víctima.
La Procuraduría General de Justicia del Estado afirmó que entre Javier Arriola y Delia Verdugo existía una relación de amistad. No dieron más detalles. También señalaron que fueron elementos de la Policía Estatal Preventiva quienes detuvieron a Carlos Javier, pero tampoco ofrecieron pormenores de la captura.
Cronología de un terrible hallazgo
El viernes 26 de enero de 2018, Delia Isabel les dijo a sus padres que iba a salir con sus amigas, vestía pantalón azul, botines de tacón color caramelo, una blusa de botones con estampado de triángulos, manga corta, y encima un suéter dorado.
Al no llegar a casa, su familia la reportó como desaparecida el sábado 27 de enero, fueron pocas las pistas que pudieron dar, sabían que tenía amigos, pero no pudieron identificar a Carlos Javier, finalmente iniciaron una búsqueda por redes sociales que dio pocos resultados.
El 28 de enero, vecinos de la calle Braulio Maldonado, entre Abelardo L. Rodríguez y Presa Becerra, reportaron haber escuchado gritos de una mujer, específicamente en la vivienda de Carlos Javier Arriola. Según la PGJE, al lugar acudió la Policía Municipal, sin embargo, no fueron capaces de localizar el lugar de donde provenían los gritos y se retiraron.
Pasaron 21 días sin noticias sobre Delia.
El lunes 19 de febrero se presentó un reporte en el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4) de Mexicali, donde una persona alertaba haber encontrado un vehículo del cual provenía un fuerte y mal olor. El carro tenía placas sobrepuestas, pero al investigar sobre el número de serie, este coincidía con las del vehículo de Delia Isabel. En ese momento, los oficiales contactaron a la Unidad Estatal de Personas No Localizadas de la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales.
Auxiliados por un perro entrenado, los oficiales lograron seguir el rastro de muerte desde el vehículo hasta una cuartería abandonada a pocos metros de donde fue localizado el carro. El perro detuvo su búsqueda en el inmueble abandonado, conocido como “La casa del diablo”, debido a que constantemente malvivientes realizaban fogatas en su interior.
Adentro de la vecindad, localizaron tres bolsas negras. En su interior, un torso de mujer, una pierna izquierda y en la tercera bolsa, la pierna derecha. El trabajo para deshacerse del cuerpo no había sido meticuloso, los oficiales rápidamente pudieron localizarlo.
Después de ese hallazgo, el perro siguió la búsqueda en otra dirección hasta llegar a un par de cuadras a un domicilio que fue asegurado mientras un juez otorgaba la orden de cateo, lo cual sucedió el martes 22.
Lo que descubrieron los investigadores en esa casa fue un baño de sangre. También las placas del automóvil de Delia Isabel Verdugo.
En la parte posterior de la vivienda, siguiendo un rastro de mal olor, localizaron un pequeño congelador. Estaba desconectado. Al abrirlo, los oficiales encontraron la cabeza cercenada de una mujer. Tenía frenos en los dientes.
Ni el tórax, ni las piernas encontradas pudieron ser identificados por familiares de Delia Isabel. Los restos presentaban un alto grado de descomposición. Fue necesario esperar los resultados de las pruebas de ADN para confirmar que el cuerpo pertenecía a la joven mexicalense.
Entonces, el Ministerio Público solicitó a un juez, una orden de aprensión, la cual concedió en contra del dueño de la vivienda, donde fueron localizados los restos de Delia Isabel; este era Carlos Javier Arriola.
MUJERES, INDIGNACIÓN; GOBERNADOR: “HAY QUE TENER CUIDADO CON QUIEN SE RELACIONAN”
Desde el momento del hallazgo, la comunidad cachanilla se sacudió por el brutal homicidio. Ese mismo día, un grupo de mujeres realizaron una manifestación en el monumento Lázaro Cárdenas. Lamentaron el suceso y recriminaron a las autoridades, la falta de prevención, exigieron también la reactivación de la alerta de género.
Tania Gallaga reprochó a las autoridades la omisión de actividad previa al descubrimiento de la mujer; también aseguró que desde su desaparición pudieron realizar una mejor labor. “Es una muestra de indignación ante los hechos que han venido ocurriendo desde principios de año. Tenemos el conocimiento de que Delia Isabel Verdugo es la sexta mujer asesinada en Mexicali y además no es como reiniciar el número a partir del año, son innumerables las mujeres que han sido asesinadas, tan solo el año pasado cerca de 20 mujeres”, expresó.
La maestra Mónica Ayala, docente de la Facultad de Ciencias Humanas, lamentó la muerte de una ex alumna he hizo un llamado a las autoridades debido a que se trata de un problema sociocultural y donde se tiene que trabajar en todos los niveles educativos, “esto es una cuestión en que entendemos el orden de género, entendemos el poder de cada uno de los géneros y que finalmente llevan a pensar a que la vida de una mujer vale tampoco que merece ser asesinada de esta forma, con este tipo de violencia”.
Ayala afirmó que Delia era una alumna ejemplar y buena persona que no merecía morir, como muchas de las que han fallecido en este año.
Diana Gabriela Aranguren dijo que Baja California ocupa el quinto lugares en feminicidios y la autoridad no ha hecho nada. “Nadie merece morir así, es una chica igual que cualquiera de nosotras, pero creo que todos nos merecemos vivir; pero lo más importante aquí es la organización que tengamos y demostrarle al gobierno que nosotros podemos hacer las cosas para ver sin voltean y a ver si aceptan una alerta de género”, señaló.
Por su parte, el gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, atizó más el fuego luego de lamentables declaraciones en las que refería que las mujeres cada vez se encuentran inmersas en delitos.
“También tengo que decir que lamentablemente, últimamente la mujer también está participando, digamos, con mayor frecuencia en acciones delictivas. Muy importante para las mujeres, hay que tener cuidado con quién se relacionan, hay que tener cuidado”.
Pese a que resintió lo ocurrido, las declaraciones no fueron tomadas de buena manera y fue fuertemente criticado en redes sociales; del mismo modo aclaró que se cumplieron las 14 recomendaciones ordenados por la Secretaría de Gobernación, por lo que se evitó emitir la alerta de género.
DESCUARTIZADAS
En 2012, tres mujeres aparecieron descuartizadas en Mexicali. Todas de aproximadamente 40 años, de baja estatura, complexión robusta y sexoservidoras. El primer hallazgo fue localizado en los patios federales, a un costado de la línea internacional, ésta era una cabeza. El resto del cuerpo fue desechado en el relleno sanitario.
En aquel entonces se manejó la teoría de un asesino serial, ya que cumplía con varios patrones de conducta; y también los crímenes fueron relacionados con una tercia de hermanos que residían en la colonia Nueva, a los cuales no pudieron encuadrarles el delito. Los hechos quedaron impunes.
Desde entonces, Mexicali no vivía un episodio tan sangriento. Una mujer descuartizada con brutalidad.
Para el director del Servicio Médico Forense, César Raúl González Vaca también resultó un caso excepcional el de Delia Isabel. Los primero restos que llegaron a Semefo, aportaron poca información de lo que había ocurrido, el torso y las dos piernas fueron insuficientes para determinar la causa de la muerte.
González Vaca solo pudo precisar que el cuerpo tenía más de seis días sin vida, sin embargo, el rango pudiera llegar hasta los 30 días, debido a que desconoce las condiciones en que se mantuvo el cuerpo.
Fue hasta que la PGJE entregó la cabeza de la mujer que hubo pistas del homicidio.
Su muerte se debió a una contusión de grandes dimensiones en la parte superior derecho de la cabeza. Una herida de ocho por 12 centímetros y que resultó ser la única antes de fallecer.
El funcionario explicó que, pese a que las partes del cuerpo coinciden con las entregadas un día anterior, no se pueden unir hasta que las pruebas de genética den positivo debido que se trata de diferentes hechos; sin embargo, especificó que los cortes realizados en cabeza brazos y piernas fueron realizados post mortem y con un arma con “mucho” filo.
Afirmó que se trata de cortes finos y regulares, en los cuales se tuvo que aplicar mucha fuerza para poder desprenderlos, pero se realizaron sobre articulaciones, por lo que fue más fácil desprender las extremidades.
Aunque no se localizaron los brazos, personal de la PGJE no descarta que pudieran haber sido carcomidos por algún animal, ya que las bolsas negras que contenían los restos se encontraban en el exterior. Sin embargo, se trata de una hipótesis.