Al sostener que se carece de fondo para financiar la edificación de la Nueva Catedral, cuyo anteproyecto se presentó esta semana, el Arzobispo Metropolitano, Francisco Moreno Barrón, dijo que recurrirá a las donaciones de la grey católica.
“Nosotros vamos a trabajar confiados en la providencia de Dios y solicitando siempre la caridad de los católicos de esta arquidiócesis y también la ayuda de toda persona de buena voluntad que vea en esta obra algo interesante y valiosa para la comunidad de Tijuana, Tecate y Rosarito”, mencionó.
Con motivo del 54 Aniversario de la Arquidiócesis de Tijuana y ante cientos de feligreses y la totalidad de los sacerdotes de la localidad, el 24 de enero, Moreno Barrón presentó el bosquejo de lo que será la Nueva Catedral de la ciudad, que se ubicará donde actualmente se erige la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, frente a Palacio Municipal.
La diferencia respecto al proyecto anterior de la Catedral, desechado por la actual administración de la Arquidiócesis, es que aquel no se prestaba para realizarle modificaciones, como es el caso del presentado esta semana. Sobre si el nuevo diseño es compatible con el del Zócalo 11 de Julio, que actualmente se encuentra detenido por litigios, señaló que cuenta con la bondad de poder integrarse a la explanada pretendida como centro cívico.
El anteproyecto ganador, en la convocatoria realizada por la Arquidiócesis, fue el presentado por el arquitecto Luis Armando Curiel Ortega y sus asociados, mismo que fue enriquecido con modificaciones propuestas por el jurado calificador, los sacerdotes y del fray Gabriel Chávez de la Mora, arquitecto benedictino.
“El proyecto que nos ocupa tiene dos grandes vertientes o expresiones. Una vertiente es el edificio mismo de la Catedral, con todo lo que implica para su funcionamiento… en un edificio adjunto está la otra vertiente o expresión de este proyecto, que es el Centro Pastoral de Nuestra Señora de Loreto”, detalló el arzobispo en conferencia previa.
Respecto a este Centro Pastoral, Moreno Barrón señaló que funcionará como un centro administrativo de las actividades piadosas de la Arquidiócesis, pudiendo recibir y dar la atención inicial a pobres, enfermos y migrantes, canalizándolos posteriormente a otros centros religiosos donde podrán recibir atención permanente. El proyecto de dicho centro, cuyos otros objetivos son impulsar “la formación humana cristiana” y “el cultivo de las artes”, se realizaría durante la construcción de la Catedral.
Cinco capillas para distintos fines: la sacristía, el atrio, oficinas, criptas y área de estacionamiento, son las adiciones al anteproyecto presentado por Curiel, quien ahora tendrá la encomienda de realizar el proyecto ejecutivo para determinar el presupuesto de la obra y comenzar con la misma, señalando que no se presionará a los arquitectos en dicha labor.