Spencer (Alex Wolff), Fridge (Ser’Darius Blain), Martha (Morgan Turner) y Bethany (Madison Iseman) son los adolescentes que ahora emprenden la travesía a una dimensión digital cual vil videojuego, evocando, por supuesto, el filme que en 1995 protagonizó Robin Williams.
Pero esta es la era de la tecnología y estos muchachos castigados apenas saben jugar cuando meten la pata y aparecen convertidos en todo menos en lo que son. Claro que el cambio más radical es el de Bethany, quien termina encarnada en la nada fina silueta de Jack Black.
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Claro, los chicos escogen sus personajes, así que más vale que luego no se quejen.
Para estas alturas ya quedó claro que esto pretende ser una comedia con un toque retro -concepto tan de moda en estos tiempos- mezclada con una aventura donde vemos al grupo correr una y otra vez más en busca de su supervivencia, mientras juegan a hacer lo que nunca hubieran podido soñar.
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Black termina siendo fácilmente lo mejor de esta película que tiene sus buenos momentos llenos de acción, un sentido del humor negro, pero en realidad no tenemos aquí nada original o, mejor dicho, nada que no habíamos visto antes.
Divertida, sí, apta para toda la familia… digamos que también; fácil de olvidar, por supuesto, sobre todo considerando la cantidad de películas mucho más sólidas que están por estrenarse y luego de tener como referencia el “Jumanji” original que nunca debió reciclarse. En fin, en busca de nuevos públicos, de seguro este no será el único título hecho para no recordarse. * y media.
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Punto final.- ¿Será ahora sí el año de Guillermo del Toro? Esperemos que sí.
