Para frenar la protesta de los trabajadores de Servicios Públicos Municipales, a los que no les ha proporcionado los dos uniformes correspondientes de 2017, Juan Manuel Gastélum Buenrostro optó por acordar el pago de un bono de compensación de cuatro mil 070 pesos a cada uno de los mil 750 empleados del denominado Ramo Cuarto, sin poder garantizar que el dinero será gastado en la compra del aditamento de trabajo.
Dividido en dos pagos, el XXII Ayuntamiento entregará siete millones 122 mil 500 pesos a los empleados de campo de los departamentos de: Aseo y Limpia, Bacheo, Alumbrado y Obras Públicas, quienes el pasado 2 de enero paralizaron labores durante tres horas para efectuar una protesta, sitiando Palacio Municipal con decenas de camiones recolectores de basura.
La protesta obedeció a que, por tercera ocasión, el XXII Ayuntamiento de Tijuana no entregó los uniformes en la fecha pactada por el propio presidente municipal, señaló Arturo Gutiérrez, secretario del Sindicato de Burócratas de Tijuana.
El argumento para no dotar de indumentaria básica, como guantes, botas, faja o chalecos, entre otros, fue “que el proveedor contratado por el municipio había fallado con la entrega”.
De acuerdo al contrato de trabajo, el municipio debió entregar en marzo el primer uniforme, pero pidió prórroga al sindicato para dotarlo a mediados de 2017; vencido el plazo, el gobierno de “El Patas” dijo no poder cumplir con la entrega de los uniformes al no haberse presentado ningún proveedor a las dos convocatorias lanzadas para la adjudicación de esa compra, por lo que optó asignar el contrato a la empresa Osuru Trading de México, S.A. de C.V., cuyo representante legal es Gabriel Osuna Corona.
El plazo fijado para la nueva entrega del equipo de trabajo se pactó para noviembre, pero tampoco se cumplió, elaborándose un nuevo acuerdo en el que el alcalde y la Oficial Mayor, María de los Ángeles Olague, se comprometieron a entregar un uniforme para el 28 de diciembre de 2017, así como un bono de mil 070 pesos a cambio del segundo equipo.
El 27 de diciembre, un día antes de vencerse el plazo, la Oficial Mayor informó al sindicato que el proveedor no podría cumplir con la entrega, por lo que se inició una nueva negociación con los burócratas.
Sin cumplir con el compromiso y sin acuerdo de por medio, el lunes 1 de enero, el Ayuntamiento de Tijuana emitió un comunicado en el que la Oficial Mayor aseguraba que el municipio ya había cumplido, noticia falsa que irritó a los trabajadores de base que optaron por recibir las actividades administrativas en Palacio Municipal con protesta y camiones de basura.
Así lograron que el gobierno de Juan Manuel Gastélum aceptara su incumplimiento y renovara el pacto para la entrega de los uniformes adeudados, compromiso al que se sumó el primer uniforme correspondiente a 2018.
El acuerdo consistió en el pago de un bono de mil 070 pesos para este viernes 5 de enero, al que se sumará un segundo bono de tres mil pesos para más tardar el 1 de marzo y la entrega, durante ese mismo mes, de un uniforme completo.
Entrevistados por ZETA, los sindicalizados dijeron que el monto del primer bono no alcanza para un uniforme completo, cuyo precio promedio ronda los tres mil pesos, por lo que, a lo mucho, cada trabajador podría comprar una faja aunque, de acuerdo al último acuerdo firmado con el XXII Ayuntamiento, el uso del bono de compensación queda al libre albedrío de cada empleado que lo reciba; “se supone que lo tendrían que gastar en uniformes”, anotó María de os Ángeles Olague.
El sindicato tampoco garantiza que el monto del segundo bono, los burócratas lo vayan a invertir en compra de uniformes, argumentando su dirigente que “las circunstancia yo no las cambié, las cambió la administración, porque no tuvieron el cuidado de vigilar que el proveedor cumpliera con la entrega completa de uniformes”.