El fin de semana pasado, autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en coordinación con equipos altruistas, acudieron al auxilio de dos mamíferos marinos que estaban varados en la Bahía de La Paz.
Se trataba de dos cachalotes, mamíferos marinos que posee el cerebro más grande que cualquier otro animal. Las especies fueron socorridas tras quedar atoradas en un declive. En el auxilio de las mismas, llevó a los rescatistas a trabajar gran parte del día, sin embargo, sólo una de ellas pudo ser salvada, la otra presentaba daños severos.
“Creemos que la muerte de este ejemplar fue ocasionada porque no pudo soportar su propio peso hasta que sus pulmones debieron haber colapsado y su corazón también, lamentablemente no había mucho o no podíamos hacer gran cosa, ya que era un animal de poquito más de 15 metros; estimamos, pesaba alrededor de 35 y 40 toneladas”, comentó Francisco Gómez, director Ejecutivo del Museo de la Ballena.
Según los datos proporcionados por quienes acudieron al auxilio, el ejemplar que sobrevivió medía por lo menos 18 metros de longitud y éste al no estar atrapado en el declive, fue posible arrearlo hacia aguas profundas con ayuda de pangas del Museo de la Ballena y de un grupo de rescatistas.
El cachalote muerto fue trasladado a una playa cercana donde se le practicó la necropsia con la finalidad de conocer las causas que provocaron el deceso.
“Son difíciles las condiciones para practicar las pruebas, como no podemos acercarlo tanto a la orilla, es un poco complicado practicarle la necropsia; como se puede observar, está a media agua y esa parte sería la complementaria, la que nos ayudaría precisamente para determinar si las causas de muerte fueron ocasionadas por algún problema patológico o causas naturales por el accidente”, refirió Francisco Gómez.
Aunque la mayoría de varamientos se debe por desorientación, existen algunas otras posibilidades como el hecho de que pudieran estar enfermos, razón por la que buscan ir a la orilla para morir.
En el caso de este par de cachalotes, ninguno de ellos presentó alguna herida que pudiera simular haber sido atacado por otra especie, sin embargo, hasta ahora no han dictaminado cuáles fueron las causas que provocaron el deceso del mamífero.
Especialistas dieron a conocer que después de colectar las muestras para los diferentes estudios de genética e histología, se segarán los huesos con la intención de que sea un organismo más que forme parte de la colección osteológica del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar.