Guadalajara/Zapopan, FIL 2017.- La presentación del libro “La Economía del Delito” (2016, 378 p. Editorial LD Books) por el delegado de Cuauhtémoc en la capital del País, despertó diversas expectativas. Escuchamos 60 minutos al político, escritor, bastante coherente, lúcido, dueño de las circunstancias; abogado por la Universidad de Zacatecas, Doctor en Derecho por la UNAM, Gobernador, Senador, Diputado Federal y estrecho colaborador de AMLO; se conectó con un auditorio atento, respetuoso y agotado de nueve días, con 10 horas diarias de debates, análisis, diálogos y conferencias.
Ricardo Monreal, fuerte, articulado, agudo, hilado, con voz clara y pausada ante un público lector inteligente que siempre lo cuestionó. Habló de sus textos y el costo del crimen, un 13% del PIB, de la grave desigualdad de oportunidades para las mayorías y la extrema pobreza material y educativa como causa de violencia estructural; la corrupción institucionalizada, la república de la impunidad, el impacto socioeconómico de la delincuencia desatada sin que haya freno ni control. Al contrario, va in crescendo.
De la gravedad del crecimiento de la delincuencia, un país en el que las cifras compiten con los peores escenarios de guerra, donde la medalla de oro la ganamos en corrupción e impunidad, en feminicidios, crímenes con violencia, robos, extorsiones, secuestros, trata de blancas, tráfico de órganos, etc. Es el pulpo del crimen organizado que comprende al menos 22 actividades ilícitas (Edgardo Buscaglia), hacen que nos devoremos entre mexicanos, en una sociedad marcada por la miseria moral que genera la desigualdad de oportunidades. Y los jefes de Estado callan, les importa un comino cuando visitan a México como si se viviera la paz.
Un Estado fallido en las riendas del neoliberalismo, PRIAN, instituciones de justicia civil y policíacas infiltradas y dominadas por el enemigo que envenena y asesina, municipios; Estado y federación policial en total fracaso, que dan paso al Ejército y Marina, legalizando su permanencia en un camino inconstitucional al pro-fascismo.
Monreal proyecta coherencia, empatía, habilidades para dialogar, sabe escuchar con atención a la gente, es rodeado al final por muchos seguidores convencidos.
Uno de los apuntes interesantes en el que se detuvo Monreal a reflexionar fue sobre la Ley de Seguridad Interior, el fracaso contundente del gobierno civil, del abrir la puerta a la represión sin límites en 2018; un escenario de impotencia de la clase política sin clase. ¿Más Jueves de Corpus, Atenco, Tlatelolco, Aguas Blancas, Acteal, Tlatlaya? Sí, para eso le sirven las fuerzas armadas al PRIAN.
Y de la decisión del senado norteamericano, dominado por republicanos y por la propuesta de Trump de minimizar la tasa de impuestos, del 35 al 20% a capitales industriales. Ese boquete en la segunda economía más grande, después de la China, significa 2.5 billones de dólares menos.
Vacío que el Tío Sam tendrá que cubrir con deuda o impuestos, o reducción de servicios públicos, o cualquier cosa que no afecte a su maquinaria industrial militar, que es intocable, a pesar de que las matanzas siguen vendiendo armas a dementes.
¿Los consumidores fronterizos taparemos ese boquete y sufrir las consecuencias? Sí. La idea desde la campaña propuesta por Trump es regresar las inversiones de capitales y las manufacturas norteamericanas que están fuera de su territorio con el objetivo político de dar empleo a sus votantes. Especialmente en zona desoladas del vecino que fueron abandonadas.
México y otros ofertaron a la maquila, salarios de hambre, impuestos simbólicos, libertad de contaminar, recursos naturales prácticamente donados. Mientras menos ingresos, menos derrama de salarios y así crece el vértigo de la deuda externa y sus intereses que nos ahogan y abruman.
¿Cómo va a repercutir esa medida fiscal en la industria maquiladora en México? ¿Cuántas industrias levantarán el vuelo? ¿Cuántas ciudades del mundo y México golpeará el desempleo?
Los neoliberales se enajenan y ciegan con la ganancia al costo que sea. Las industrias imperiales atraídas por salarios e impuestos de simulación y burla. Con lo que pagan una hora en EE.UU., aquí es un salario diario o más. Por eso, los salarios de hambre los protege el aparato prianista que secuestró al Estado Mexicano, con su miserable “bala de plata”.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es Académico del Instituto Tecnológico de Tijuana. Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com