Fue un reportero social y socialista, afirmó la Editora General de Semanario ZETA, Rosario Mosso Castro, sobre el periodista Sergio Haro Cordero, colaborador y miembro del consejo editorial de este medio, fallecido el 30 de mayo de 2017 y cuyo legado fue recordado en el marco del Tercer Encuentro Internacional de Fotografía Periodística y Documental, realizado en Tijuana, del 23 al 25 de noviembre.
En el evento coordinado por Roberto Córdova, acompañaron a Mosso la periodista de Revista Proceso, Jesusa Cervantes, y el catedrático del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Víctor Alejandro Espinoza, quienes conocieron en el ámbito profesional y universitario al periodista.
“Sergio era una sola persona, era transparente, la misma de hace 20 años, tal vez con más experiencia, tal vez con más información… pero siempre fue el mismo”, señaló la editora, comentando que tanto ella como sus acompañantes en el panel, vieron en Haro Cordero las mismas cualidades.
“Su entrada al salón coincidió con la de otro corresponsal, Javier Cruz. Llamaron inmediatamente la atención de nosotros, jóvenes reporteros, recién contratados por Jesús Blancornelas; más de 20 muchachos en sus primeros semestres de la universidad… ambos con cabello largo, enfundados en sus chalecos de reportero y cargando al frente su cámara, como fusiles, parecían integrantes de una guerrilla”, dijo Mosso al rememorar que conoció al periodista mexicalense en un festejo navideño de ZETA, a inicios de los años noventa.
Afirmó que Haro fue siempre un reportero que buscaba apoyar las causas justas, dándole voz a los más desfavorecidos, propósito que mantuvo durante sus dos periodos como corresponsal de este Semanario y en los múltiples proyectos de libertad de prensa que encabezó y que no prosperaron por la falta de ventas de publicidad.
Agregó que fue uno de los pocos periodistas a quienes, en un par de ocasiones, ZETA buscó para integrarlo al equipo editorial, siendo que la mayoría de la plantilla que conforma al Semanario, ha llegado por cuenta propia, solicitando trabajo.
“Perdió muy pocas batallas en Consejo Editorial para darle voz a quien el deseaba”, puntualizó, comentado que Haro fue siempre un hombre de equipo y dispuesto a compartir su conocimiento y experiencia con las nuevas generaciones de reporteros.
“Su legado está directamente ligado a su personalidad, a su forma de vida. Sergio era el mismo en el trato social, en lo personal y como periodista; un hombre trabajador que buscaba darle una vida cómoda a su familia, pero nunca interesado en acumular riquezas, por eso nunca le interesó quedar bien con alguna figura del poder”, concluyó.
