Amor, estás, pero no hay prueba.
La vida no tanto espera
una vida a la ligera;
sin besos, nadie la espera.
El amor es frialdad y calor,
cuando está ajeno, llega el dolor,
se va el amor a la esquina,
y la vida y rutina lo elimina.
Mantener el ritmo al amor vivo;
calor, favor y respeto consecutivo.
Amor constante,
corazón rebosante.
Al amor hay que regarlo,
no dejarlo solo;
necesita constancia viva
y así no se termina.
El amor lo puede todo
cuando en ambos amores hay modo.
Poema al amor,
vida, existir y furor.
El amor mueve al mundo.
En el presente y pasado,
el amor cura, da vida y paz,
en este mundo y vivir fugaz.
El amor da salud
y mantiene la juventud.
Una caricia
y todo inicia.
Al amor lo mantiene vivo
el respeto, paz y un digo:
“Te amo mujer,
seamos un solo ser”.
El amor es sensible a toda hora,
un abrazo, una mirada,
un contacto de piel
como repetir una luna de miel.
Palabras bellas, un “te amo”
transforma al corazón humano;
un suspiro de pasión
abre la imaginación.
El amor es poema
cuando el poema es amor
y es lo del vivir mejor
cada mañana.
Hay que vivir el amor.
Amor sincero, ¡búscalo!,
hoguera, calor;
jamás rechazarlo, ¡consérvalo!
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B.C.