El presidente Enrique Peña Nieto se equivocó al impartir en París, Francia, una conferencia magistral en la cumbre One Planet, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y dijo que México “se ha volvido” un referente para otras naciones, gracias a los resultados de las reformas estructurales implementadas durante su administración.
Acompañado por el secretario general de la OCDE, el mexicano José Ángel Gurría Treviño, casi al final de su ponencia “Instrumentación de las reformas estructurales de México”, el presidente Peña Nieto dijo sentirse “emocionado” por el reconocimiento del organismo internacional, y fue cuando se equivocó.
Peña Nieto en Paris, en la OCDE, frente a la prensa internacional y académicos de prestigio: “México se ha ‘volvido’”…eso pasa cuando tienes a una analfabeta de presidente que es el hazme reír en el mundo. pic.twitter.com/UVZPG1mhSm
— Guruchuirer (@guruchuirer) 11 de diciembre de 2017
“Recoger el día de hoy el testimonio de los avances que México ha tenido, del éxito y del referente que se ha volvido (sic) para otras naciones a partir de los cambios que ha alcanzado, sin duda causa emoción en el presidente de la República porque advierte que haber llegado a gobernar a mi país tuvo una razón, tuvo un motivo, que era servir a México”, dijo Peña Nieto.
El presidente mexicano recomendó aplicar un decálogo de estrategias para lograr reformas estructurales. En la sede de la OCDE, Peña Nieto enumeró que como punto número uno, se debe cumplir con la frase “Mientras más pronto, mejor”, ya que es necesario, dijo, arrancar con cambios las primeras semanas del Gobierno.
Dos, “Más es mejor”, ya que consideró que la discusión del número de reformas resultó ser un “falso” debate y resultó “ocioso” ponerse límites.
Tres, “Mantén a los beneficiarios cerca y eventualmente muy activos”. Comprobó, dijo, que todo cambio impacta, por lo que la mejor forma de “neutralizar” la oposición es contar con actores y convertirlos en defensores de dichos cambios.
Cuatro, “Ten a un equipo calificado a tu lado”, porque, sostuvo Peña Nieto, ante las críticas será necesario contar con expertos en negociación.
Cinco, “En cada de duda actúa”. Esto porque en democracia, apuntó, no hay unanimidad y siempre habrá resistencias, pero si se negocia con quien está dudoso o en contra, se logra llegar a los objetivos.
Aunque dijo en el punto número seis, que “Comunicar más, nunca es demasiado”, aseveró que “Las lagunas de información, especialmente en los tiempos de las redes sociales, suelen ser aprovechadas por los opositores a una reforma, y resulta más difícil corregir una aversión distorsionada, una vez difundida, que argumentar los méritos de la reforma desde el principio”.
Siete, “Tener presente que la última palabra la tendrán los tribunales”. En el caso de México, recordó, no se blindó lo suficiente las reformas, por lo que se la pasaron litigando la legislación secundaria.
Ocho, “El orden de los factores puede alterar el producto”. Consideró que su Gobierno hizo lo correcto en negociar primero la reforma educativa. “Si hubiéramos iniciado con la energética, quizá no hubiésemos podido hacer una reforma estructural, por ello empezamos con la educativa, y seguimos una secuencia lógica, donde en el camino, al final de cuentas, efectivamente, fuimos perdiendo aliados, dada la convicción ideológica de las fuerzas políticas en mi país”, afirmó.
Nueve, “El cambio, es tu propia recompensa”, pues para él, lograr reformas es difícil, pero el esfuerzo valió la pena.
“Un verdadero proceso transformador que busca resolver problemas estructurales, implica, necesariamente, costos para quien lo promueve, hay que empezar con una buena reserva de capital político, quien no esté dispuesto a asumir los riesgos y enfrentar las consecuencias, no debe emprender un programa de reforma”, aconsejó como punto 10, en el que se debe aplicar la máxima: “Para ganar, hay que arriesgar”.
