Un PAN irreconocible. Un dirigente manipulador y maquiavélico.
Ricardo Anaya, en dos años como dirigente del partido puso en práctica la tesis de Nicolás Maquiavelo, “no reparó en medios para llegar a un fin”. El otrora “niño bueno” procedió con astucia, doblez y perfidia para lograr su objetivo: apoderarse totalmente de un partido que era ejemplo de valores humanos y de proceder democrático. Sus fundadores no abrigaban obtener el poder para disfrutarlo en lo personal, como ahora lo hace el queretano.
A aquellos les importaba contribuir a transformación de nuestro país, en “una Patria ordenada y generosa”. Manuel Gómez Morín, cuando decidió crear el Partido Acción Nacional (PAN) era un joven inteligente, generoso, visionario, humanista, con gran amor por México, que junto a Efraín González Luna, Aquiles Elorduy, Luis Calderón Vega y Rafael Preciado Hernández, entre otros, en 1939 vieron sus anhelos, realizados.
Sin asegurar que el tiempo pasado fue impecable, pero sí, ejemplar y tratando de cumplir sus principios de doctrina, hoy sorprende el rumbo que ha tomado. Decepciona el perfil de muchos de sus militantes, prácticamente han avasallado los ambiciosos y los aprovechados del poder. Ante los idealistas y respetuosos de sus documentos rectores. En Tijuana, en 1972, al inicio de nuestra actividad periodística como reportera de El Mexicano, tuvimos la oportunidad de conocer a personas extraordinarias como don Salvador Rosas Magallón y el profesor Zeferino Sánchez Hidalgo.
Desde entonces, por cuestión de trabajo e inmediatamente después por relación familiar, atestiguamos el desarrollo de su historia. Un solo ejemplo de los drásticos cambios que hoy se viven con el joven Anaya: la selección de sus candidatos era una verdadera fiesta, escuchar los debates de aspirantes que lograban el honor de representar a su partido, porque convencían con argumentos. Hoy el famoso y criticado “gran dedo” se señaló a sí mismo, se autonombró “pre” cuando es un hecho que no habrá otros que se atrevan a disputarle la candidatura a la presidencia de la República.
Al caño mandaron sus principios de doctrina ante la complacencia de unos cuantos que han secuestrado al PAN. Pero claro, esos cuantos no son cualquier cosa, obtuvieron el poder gracias a los votos que pidieron y obtuvieron. Pasarán a la historia todos los que viven en la capital y en los estados, como los destructores de un partido otrora respetable. Y la historia no olvida.
Nota 1.- Primero, el Palacio Municipal de Tijuana fue enrejado, ahora el Congreso local ha sido bardeado. La causa no son quienes protestan, sino aquellos funcionarios que no saben dialogar, convencer y demostrar lo correcto de su conducta.
Nota 2.- Regresó el regidor de Tijuana, Luis Torres Santillán, después de haber sido acusado de graves delitos cometidos en Estados Unidos. Lo soltaron no por ser inocente, sino porque negoció con sus acusadores. Allá está fichado, aquí en Baja California no.
Nota 3.- Por una parte, los vientos de Santana y por otra, las personas que acostumbran tirar basura en las calles, contribuyeron a ensuciar más nuestra ciudad. Tal parece que la limpieza no es importante para la salud.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana.
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