Con todo respeto, manifestamos lo siguiente:
Somos dos personas de la tercera edad, abuelos paternos de dos angelitos de cinco y tres años, y muy desesperados y preocupados por los mismos. Desafortunadamente, la relación de nuestro hijo con nuestra nuera no funcionó, quedando la guarda y custodia de los menores en ésta.
En octubre del año pasado, promovimos un juicio de convivencia (expediente 3098/2016) para con nuestros nietos, siendo la fecha de marzo de 2017 la primera audiencia y el 12 de julio de 2017 para hacer convenio con la mamá de los menores, para terminar con el procedimiento, pero no fue posible llegar a un acuerdo, pidiendo una nueva audiencia, misma que pusieron en el Juzgado Tercero de lo Familiar para el día 19 de octubre de 2017 (nuevamente el tortuguismo), con el fin de que una psicóloga del DIF estatal evaluara a los menores.
Al no haber suficiente personal, comisionaron a la Licenciada Dulce Marlene Bravo Barrera para el desahogo de dicha audiencia, esperando pacientemente el día de la audiencia para encontrarnos con la novedad de que la Licenciada Marlene Bravo Barrera no acudiera; al no presentarse se pospuso la audiencia hasta nueva fecha.
El día 17 de noviembre de 2017 hicimos petición a la ciudadana Licenciada Josefina Magaña Castillo, Juez Tercero de Primera Instancia de lo Familiar, explicándole el porqué de nuestra petición de convivir con nuestros nietos y así poder ayudarlos, ya que ella tiene la facultad de decretar la convivencia familiar, mientras siga el juicio legal. Pero nos encontramos con la sorpresa de que la siguiente audiencia para evaluar a los menores, nuestros nietos, es el 16 de enero del 2018, y corremos el riesgo de que la psicóloga del DIF estatal o a quien designen, no acuda nuevamente y esto se siga prolongando.
Es irónico que se promulgue y se haga énfasis en la protección del menor, cuando este tipo de situaciones hacen que los únicos perdedores sean los niños; en este caso, nuestros nietos.
Por este medio pedimos a la ciudadana Licenciada Josefina Magaña Castillo decrete audiencia emergente, porque ya no queremos estar otra Navidad sin convivir con nuestros nietos y así poder atender sus necesidades.
Atentamente,
Enrique López Martínez
María de los Ángeles Gutiérrez
Tijuana, B.C.
