Durante el segundo día de El Buen Fin, algunas de las plazas comerciales de Tijuana lucen semivacías.
“La gente no tiene dinero, no le depositaron parte del aguinaldo o ya lo tiene destinado a pagar préstamos y no quiere seguir endeudándose”, comentó Aurelio Huerta, gerente en una sucursal de la cadena de autoservicio Soriana.
“Hasta ahorita (mediodía) se han vendido 35 aparatos de tecnología, en su mayoría pantallas, y aunque la cantidad es menor a lo que se había comercializado en la edición pasada confió en que se mantendrán las ventas en este sector, puesto que los consumidores observan descuentos de alrededor del 40 por ciento”,dijo.
No sucede lo mismo con los productos duraderos, como los de línea blanca, cuya comercialización ha disminuido al tampoco registrar descuentos sustanciales, en parte porque las compañías no pueden ofrecerlos, apuntó.
“El año pasado vendimos 150 productos entre refrigeradores, lavadoras y estufas, microondas. Para el segundo día llevábamos 60, pero este año hemos vendido tan sólo 10 piezas, y aunque aún quedan días para que se termine El Buen Fin no creemos que se alcance la meta”
Pese a lo anterior, Huerta estimó que durante El Buen Fin se incrementa hasta 50 por ciento el consumo con respecto a otros fines de semana del año y comparado con las ediciones previas, éste podría mantenerse igual que en 2016.
Por otro lado, Adrián Alcántara, joven empleado, que compró en Aurrerá una pantalla de 43¨ en casi seis mil 700 pesos, consideró que los precios son los adecuados, pues sí vio un descuento real.
Una opinión similar tuvo otra consumidora que prefirió omitir su nombre y se dedica al estilismo, la cual compró una chimenea, un horno empotrable y una pantalla LCD. Para hacer esas compras comparó los precios en portales de Internet de cinco diferentes cadenas comerciales y aunque adquirió cada artículo en diferente tienda, obtuvo un descuento de tres mil 500 pesos.
Mientras que Antonio Reyna, quien compró una lavadora, dijo que buscó en cuatro o cinco tiendas para comparar y cerciorarse de que el precio fuera el más barato. “En la última tienda a la que fui, encontré lo que buscaba a un menor precio”.
Respecto a la razón por la que es la primera vez que compra en El Buen Fin, el abogado comentó “no soy muy consumidor, pero como me acabo de casar, necesitaba la lavadora. Y el producto que compré tuvo una rebaja considerable, así que cumplió con las expectativas de mi presupuesto”, por lo que no descartó comprar en la edición de 2018”.
Ayer, en el Walmart del Pacífico, la señora Paulina Rivas denunció que previamente vio un colchón en mil 293 pesos, al intentar comprarlo le “dijeron que costaba mil 993, que no me podían respetar el precio, que había habido un error en la propaganda y tenía que pagar ese precio”.
Luego de la intervención de la delegación de la Procuraduría del Consumidor (Profeco) en Tijuana, la tienda accedió a respetarle el precio original de la propaganda, sin embargo, hizo la fe de erratas para que otros consumidores lo adquirieran en mil 993.
En otros puntos de la República Mexicana sucedió algo similar. En una tienda Soriana de Chihuahua se ofrecieron, por error, en 10.990 pesos, en lugar de 10,990 pesos, pantallas y otros electrodomésticos.
Ante la euforia que causó el error en la promoción, y clientes que exigieron se respetara el precio tuvo que intervenir la policía municipal y Profeco.