El Presidente dice:
“también cuenta lo que no se ve,
a los de Ayotzinapa me los llevé,
descubrían la corrupción que se ejerce”.
Dice la elegante Catrina:
“este presidente no atina,
lo llevaré a la guillotina,
como si estuviéramos en la lejana China”.
La Huesos oye que México gime,
corrupción, crisis, mal gobierno tiene;
nadie lo detiene;
“ya conmigo le llegó la muerte”.
Murió el enfermo del copete,
el bombón, como le decían
las viejas que por él se derretían;
hoy está en su tumba bien fría.
Dice la del velo negro:
“los liberé del gobierno e infierno,
está a mi lado el plagiador
de títulos y mal gobernador”.
Calavera de Leopoldo Durán Ramírez