Color, maquillaje, altos tacones y un sinfín de postales exóticas, fueron parte de lo que pudo vislumbrarse en la “Caravana de Orgullo Gay”, realizada la tarde del sábado en Mexicali, en la que participaron alrededor de 400 personas.
La agrupación anunció semanas atrás, la edición número 9 de dicha caravana, pero la planeación venía desde el mes de junio por parte del Comité de Orgullo Gay en Mexicali, además de otras 16 agrupaciones invitadas, provenientes de diversos puntos de la región.
Desde las 13:00 horas del sábado comenzaron los preparativos. Algunos adornaban carros alegóricos y vehículos particulares, otros se caracterizaban para la ocasión y unos más definían detalles de la ruta que seguiría el colorido convoy, cuyo destino era la conocida Plaza del Mariachi, ubicada en la Zona Centro de la ciudad.
Encabezado por un grupo de motociclistas, la caravana interrumpió el silencio de la ciudad, interpretando canciones de Fey y Mónica Naranjo, además de diversos himnos adoptados por la comunidad “gay”, los cuales eran acompañados de bailes y fiesta, que a su vez representaban una solicitud de tolerancia e inclusión por encima de cualquier preferencia.
El convoy culminó en un escenario ubicado en el quiosco de la plaza, en donde colgaba una bandera de arcoíris de grandes proporciones.
Tras un breve discurso, soltaron globos y comenzaron con las festividades, cuyo objetivo no solo era solo darse a conocer, sino recaudar víveres, ropa y cualquier artículo que pudiera ayudar a los damnificados de los sismos ocurridos en el sur del país.
Entre los presentes se encontraba Jaime Antonio Marín Rocha, representante de la comunidad “gay” del municipio de Tijuana, quien señaló que se encuentran en trabajos para realizar una unión de agrupaciones, para así poder exigir mayores espacios a las autoridades gubernamentales, además de solicitar seguridad.
Marín Rocha aseveró que durante este año se han registrado un total de 19 agresiones hacia la comunidad LGBT, de las cuales, la mayoría ocurrió en Tijuana.
Agregó que la reducida cifra se debe a que las víctimas pocas veces denuncian las agresiones perpetradas en su mayoría por personas “cisgénero” y en algunos casos, la autoridad no los reclasifica como crímenes de odio, sino como un hecho delictivo más.
Por su parte, Vladimir Fernández, representante de la comunidad Orgullo Gay Mexicali, aseveró que han recibido denuncias anónimas de extorsión por parte de policías a la comunidad “trans”, en la Zona Centro de la ciudad.
Comentó que la sociedad, cada vez es más abierta en el tema al grado de que han permitido que se impartan pláticas relacionadas con la tolerancia y la aceptación de su comunidad.
