Las cuentas poco a poco se descuadran para el magistrado Jorge Armando Vásquez, quien a escasas semanas de cumplir con su periodo como presidente del TSJE, podría no repetir al frente del máximo órgano jurisdiccional del Estado. Desde 1995, solo María Esther Rentería ha logrado ocupar más de tres años el puesto
Ningún apostador que se respete pondría toda la bolsa en favor del magistrado Jorge Armando Vásquez, pues la posibilidad de reelección en la titularidad del Poder Judicial de Baja California se encuentra en el aire, pero siendo claros, éste no sopla a su favor.
Desde hace unos meses, las cuentas no le salen en los movimientos, tanto en las recientes elecciones de jueces, como en los procesos de evaluación y selección de magistrados; los votos son contrarios.
A poco más de dos semanas de concluir el periodo del magistrado Jorge Armando Vásquez, podría quedar a un lado del encargo que ocupó desde el año 2015, tras el suicidio del entonces titular Marco Antonio López Magaña; su deceso generó un caos al interior del Tribunal Superior de Justicia del Estado y una lucha de poder que se ha mantenido hasta este nuevo proceso.
La decisión se dará en la primera sesión del mes de noviembre, es decir, el día 7; mientras tanto, Armando Vásquez no ha declarado oficialmente si pretende competir por la nueva Presidencia.
Los votos
Aunque todos los magistrados se han mostrado respetuosos de los tiempos y de las declaraciones, argumentando que no deciden a quién apoyarán, fuentes allegadas pudieron establecer el rechazo de por lo menos ocho magistrados y otros tres que se encuentran indecisos dependiendo de quién levante la mano. Esto daría como resultado once votos contra Armando Vásquez, de un total de 17.
Algunos de los magistrados más congregados podrían darle la espalda debido a que se encuentran inconformes con algunas cuestiones, sobre todo, las afectaciones que provocó el mal proceso que se llevó a cabo para emprender el haber de retiro, pues consideraron que generó severas afectaciones a su imagen.
Fuentes al interior del Poder Judicial precisan el rechazo de ocho magistrados a la reelección, los cuales serían los integrantes de la Cuarta Sala, como lo son Marco Antonio Jiménez Carrillo, Emilio Castellanos Luján y Gustavo Medina Contreras, además, la magistrada Miriam Niebla Arámburo, a quien intentaron destituir de su cargo como consejera, a lo que logró darle marcha atrás al recurrir a la justicia federal.
Evidentemente, el rechazo también vendría de la magistrada María Esther Rentería Ibarra, quien se ha mostrado en su contra en cada proceso y elección, desde que ocupó el cargo como presidente; tampoco lo apoyaría Félix Herrera Esquivel, y de la recientemente electa Columba Amador Guillén, quien llegó al cargo por el apoyo del Poder Ejecutivo, que se presume cabildeó su nombramiento en el Congreso del Estado, junto con maría Esther Rentería, tampoco se espera que le dé su voto a Vásquez.
Las mismas fuentes ven a Salvador Ortiz con un rechazo a la reelección e incluso, posicionan al también consejero de la Judicatura, como uno de los aspirantes a buscar la Presidencia. Sin embargo, podría verse afectado debido a que no ha sido ratificado por los diputados, lo que si bien sería mero trámite, es algo que lo mantiene expectante.
Los que estarían indecisos en su elección son tres, según los comentarios en los pasillos del Poder Judicial, estos serían los magistrados Víctor Manuel Vázquez, Raúl González Arias, y Sonia Mireya Beltrán Almada, esta última una de las candidatas fuertes para buscar la Presidencia, pues algunos sectores consideran que se necesita nuevamente a una mujer en el puesto más importante dentro del Poder Judicial.
Aparentemente, Víctor Manuel Vázquez, Sonia Mireya y Raúl González Arias, permanecen indecisos, debido a que han visto ciertas acciones que no han beneficiado a la institución, sobre todo, el modo en que se llevó a cabo el proceso para el haber de retiro.
Sin embargo, los tres estarían en contra de votar por alguno de los magistrados allegados a la ex presidenta María Esther Rentería, por lo que buscarían impulsar a los integrantes de otros grupos, especialmente a los que no han sido ya titulares en el cargo.
De Jorge Ignacio Pérez Castañeda, Jesús Espinoza Orozco y José Luis Cebreros, se sabe que apoyarían la causa de Armando Vásquez en el momento que decida formalmente sus intenciones por reelegirse.
Referente a los supernumerarios, Víctor Manuel Fernández Ruiz de Chávez y Fausto López, estarían a favor de la continuidad, apoyando a Jorge Armando Vásquez; han mantenido la línea en sus cargos.
Según las fuentes consultadas, en el papel no habría suficientes votos para la reelección del Magistrado Presidente, pero reconocieron que en el lapso de una semana podrían hacerse negociaciones y cabildeo en los indecisos a cambio de obtener votos para uno u otro lado. Mientras tanto, todo es especulación, sobre todo, porque la decisión será secreta.
El desgaste de Vásquez
Cuando ocupó el cargo, Vásquez parecía tener el Consejo de la Judicatura y el Pleno a su favor. Una votación que lo sacaría de cualquier apuro y su única rival en la mesa de 17 espacios estaba desgastada por el prolongado tiempo en el poder: María Esther Rentería.
De ser tenerlo todo al interior del Poder Judicial y al haber implementado algunas medidas atractivas, como el Tribunal Electrónico, que generó avances importantes en los procesos judiciales, Armando Vásquez comenzó a caer tras el atrabancado movimiento para poner en marcha el haber de retiro, pero no ha sido el único tropiezo.
El 2 de febrero de 2016 fue aprobado en el Consejo de la Judicatura, la posibilidad de una pensión vitalicia del 100 por ciento para magistrados que concluyan su periodo en el Poder Judicial, el cual arroparía a sus esposas, hijos y concubinas.
La aprobación provino por una modificación al reglamento interno y no por medio de una reforma en el Congreso del Estado.
Tras darse a conocer la aprobación en los medios de comunicación, el día 5 de febrero, la bomba estalló. El Poder Legislativo levantó la mano contra la medida y a través del entonces diputado Juan Manuel Molina, se dio un enfrentamiento directo que pretendía “frenar” las intenciones de los magistrados.
Luego de varios meses y tras un proceso legal, el Poder Judicial dio marcha atrás en sus intenciones. Los daños a la institución fueron graves, no tanto por la solicitud de una pensión, sino por el intento de “madruguete” que emprendió bajo el argumento de dar una respuesta positiva de un amparo interpuesto por el ex magistrado Sergio Peñuelas Romo.
Magistrados allegados a Rentería Ibarra se dijeron en contra de esta medida, pero Vásquez intentó permanecer con su propuesta hasta que no le quedó de otra que retirarla.
Otra medida impopular fue la intención de retirar a la magistrada Miriam Niebla Arámburo, del Consejo de la Judicatura, en el año 2017.
La magistrada y consejera fue destituida por el Pleno del Tribunal con nueve votos a favor y siete en contra, en el mes de septiembre de 2015, argumentando que se había excedido en su periodo en el cargo.
Niebla Arámburo interpuso un amparo y tras varios meses de análisis, la justicia federal ordenó su reinstalación en el Consejo de la Judicatura, lo que provocó otro fuerte revés de Vásquez, quien fue acusado por magistrados de estar detrás del plan de retirarla de la comisión. Desde ese momento, Miriam, junto con Salvador Avelar, hicieron un frente contra el Presidente al interior del CJE.
Aunado a esto, el desastroso proceso de selección de magistrado numerario que ocuparía el cargo de Marco Antonio López Magaña, derivado de una serie de amparos que prolongaron las audiencias desde el año 2015 a 2017.
Este proceso se debió a que varios se inconformaron por las preguntas realizadas por el magistrado Jorge Armando Vásquez y la comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura.
La seguidilla de amparos provocó que el proceso se suspendiera desde el año 2015 a 2017, es decir, dos años con un magistrado supernumerario actuando. En este momento, el panorama fue distinto y resultó ganadora la hoy magistrada Columba Amador Guillén
También se culpó a Vásquez de este hecho, al grado de que en el proceso de selección vigente, le fue retirada la posibilidad de ingresar preguntas al examen, a fin de evitar un fenómeno similar.
Uno de los conflictos más escandalosos dentro del Poder Judicial ocurrió el pasado 15 de agosto, donde gritos, interrupciones, señalamientos de intereses y hasta manotazos a la mesa, volvieron un “circo” al Poder Judicial, lo cual no pasó inadvertido para los mismos integrantes del Pleno.
Ese día, magistrados decidirían el nombramiento de jueces en Ensenada, Tijuana y Mexicali, para lo cual requerirían solo un voto. Sin embargo, ante la falta de la magistrada Olimpia Ángeles, por incapacidad, el Tribunal tenía un número par de integrantes y la posibilidad de un empate era inminente.
Dos votaciones pasaron sin problema, pero el nombramiento del Juzgado Tercero de Ensenada provocó un verdadero caos, pues la votación quedó siete del grupo de Vásquez, ocho del grupo Rentería y uno de Fausto López Meza, quien votó en favor del aspirante Jorge Alberto Amezcua Castro.
Al ver que su candidato fue impopular, López Meza intentó cambiar su voto por Erika Segura Cobarruvias, que fue respaldada por los allegados a Vásquez, lo que desencadenó el enfrentamiento.
Luego de ocho horas de sesión y de una serie de alegatas, el magistrado Raúl González Arias se cansó del conflicto y cambió su voto para el lado opuesto, lo que destrabó la elección que se vio paralizada en varias ocasiones.
Lo único que es seguro dentro del Poder Judicial es que el próximo presidente, sea quien sea, tendrá un gran reto, ya que con el Tribunal dividido, la imagen de la institución afectada, la implementación del Sistema de Judicial Laboral y la continuación a los trabajos pendientes en el Nuevo Sistema de Justicia Penal en la Zona Costa, la situación empeorará antes de mejorar.