Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo indican que el ambulantaje creció 0.3 por ciento en 2017, aun cuando el IMSS reporta la generación de 676 mil 241 empleos formados de enero a agosto. Según el académico de la UABC, Germán Osorio Novela, anteriormente la falta de trabajos formales era la razón de la informalidad; ahora son los bajos sueldos
El sol cae de golpe en uno de los cruceros viales de Tijuana, donde François Dorsainvil percibe alrededor de 250 pesos por vender dulces de lunes a sábado, de once de la mañana a siete de la tarde. El inmigrante haitiano es una de los 29.5 millones de personas en México que laboran en la informalidad. Como él, más de la mitad de los trabajadores del país no tienen derecho a vacaciones, servicios de salud y aguinaldo, entre otras prestaciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el trabajo informal creció 0.3 por ciento en el segundo trimestre de 2017 respecto a igual periodo del año anterior. Esto, a pesar de que se crearon 676 mil 241 puestos laborales de enero a agosto de 2017, según datos dados a conocer por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La cifra de generación de empleos fue calificada por esa institución como histórica, ya que “es el mejor crecimiento reportado desde que se tenga registro en periodos iguales”, con lo que al 31 de agosto se contabilizaron 19 millones 292 mil 565 puestos de trabajo, de los cuales el 86% son permanentes y el resto eventuales.
Para el profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Germán Osorio Novela, el aumento del empleo informal se debe a la precarización laboral que implica que los trabajadores no generen antigüedad, sean contratados mediante outsourcing (esquema que libera a la empresa de muchas obligaciones), así como bajos salarios.
“Antes se pensaba que la informalidad se daba porque no había campo en los empleos formales, ahora esa perspectiva está cambiando”, por lo que no necesariamente no se genera la suficiente demanda para atender a las más de 54 millones de personas que conforman la Población Económicamente Activa (PEA) del país.
“La informalidad lamentablemente también ofrece oportunidades porque no se pagan impuestos y el ingreso muchas veces es mayor que lo que ofrece uno formal. Ahí viene la decisión racional de las personas de mantenerse en el sector informal”, dijo el especialista, quien además reveló que la evidencia ha mostrado que esto sucede no solo en México, sino también a nivel Latinoamérica.
Perspectiva que comparte la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Juanita Pérez Floriano: “Sí se generan los empleos suficientes para atender la demanda laboral. Hay quien decide ser un trabajador informal por decisión propia, no porque no encuentre una vacante. Decisión que tiene que ver con los salarios, el ambiente laboral, las oportunidades de crecimiento de los trabajadores, la falta de confianza hacia las empresas y el que prefieren desarrollar la propia iniciativa para generar su sustento”.
En tanto, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Tijuana, Gilberto Fimbres Hernández, consideró que el empleo informal persiste porque es difícil formalizarse, ya que los requerimientos de la autoridad (sobre todo la municipal) les complican y encarecen ese proceso.
Baja California, segundo Estado generador de empleos en la frontera
De acuerdo con información del IMSS, al 31 de agosto de 2017 se crearon 45 mil 160 empleos en Baja California, informó Pérez Floriano, quien detalló que Tijuana lidera la generación de puestos laborales con 487 mil 726; seguido de Mexicali, con 227 mil 956; Ensenada, con 88 mil 946; Tecate, con 23 mil 622; y Rosarito, con 11 mil 891.
Asimismo, dijo que la meta para este año es crear 50 mil nuevos empleos. “Estamos ciertos de que la alcanzaremos, aun cuando en diciembre habrá una baja por ser un mes de mercado fluctuante”. No obstante, tal cantidad es inferior a los 67.2 mil puestos de trabajo que se crearon durante 2016, según datos del propio Seguro Social.
Por su parte, Fimbres Hernández resaltó que la tasa de desocupación del Estado se ubica en 2.9% de la PEA, la segunda más baja de la frontera norte. Además de que es inferior a la nacional de 3.5%, de acuerdo con la ENOE.
Los resultados en materia laboral han hecho que Baja California esté en el segundo lugar de la frontera norte y sexto nacional en generación de empleo durante 2017, destacó.
Informalidad en BC
Según la secretaria del Trabajo en el Estado, los empleos informales han disminuido, ya que el año pasado se registraron 35 mil 488 en contraste con las 29 mil 159 personas que se mantienen al tercer trimestre de 2017.
En ese sentido, el académico de la UABC, Osorio Novela, comentó que la tasa de informalidad en la entidad es de 40%, cifra menor a la nacional, sin que eso implique que no sea alto el porcentaje en la entidad.
De acuerdo con el investigador, la informalidad en Baja California tiene que ver con “los impactos generados y que se siguen observando por la crisis de 2008 y 2009 a nivel global, ya que la economía bajacaliforniana está muy relacionada al comercio internacional”.
El también coordinador de la carrera de Economía en la Máxima Casa de Estudios, refirió que se ha observado una transición de los empleos de manufactura a las microempresas para mitigar esos efectos.
Respecto a los empleos informales en BC, Fimbres Hernández indicó que el gobierno tiene que encontrar mecanismos atractivos para que el empresario informal se integre al sector formal y aporte a la economía del país.
“Quisiéramos que creciera el sector formal porque aporta recursos a los gobiernos municipales, estatales, y como consecuencia podemos tener mejores servicios los ciudadanos”.
De igual forma, adelantó que si bien no ha habido un avance en la simplificación administrativa, Coparmex está trabajando con las autoridades del Ayuntamiento de Tijuana para que los trámites de apertura de empresas sean más simples, ágiles y económicos, con lo que será más atractivo incorporarse al sector formal.
“El tiempo que lleva hacer un trámite es de alrededor de tres meses, que es un tiempo excesivo, lo ideal serían 30 días”, precisó el líder empresarial.
Salario vs. horas trabajadas
Rubén Alamilla trabaja en un call center 40 horas, de lunes a viernes, por 2 mil 850 pesos netos, cantidad que aumentaría hasta 3 mil 500 pesos, como antes de que lo liquidaran y empezara de nuevo en la misma empresa, en la que se ha desempeñado por casi cuatro años y medio.
Para él, ser bilingüe le ha dado las oportunidades de empleo que la gente del sur o los haitianos no tienen, aun cuando solo estudió hasta el bachillerato, pues tiene prestaciones de Ley, su esposa no trabaja, tiene dos autos y su casa cuenta con servicios como internet. Además puede cruzar a Estados Unidos, donde compra ropa y alimentos, allá son más económicos.
“Para las personas que están llegando del sur o que son recién deportadas las cosas son más complicadas. Ya no es como en los 90, cuando muchos vinieron. Ahorita solo encuentran empleo en fábricas en las que ganas mil 200 pesos a la semana y eso es insuficiente para una familia. Tijuana se ha encarecido”, indicó.
Este último escenario es el que vive el haitiano François Dorsainvil, quien junto con su esposa, que estudió cultura de belleza, no ha encontrado un empleo con un salario que les alcance, ya que para trasladarse a los lugares de trabajo hay que tomar hasta dos taxis y el transporte es caro.
Datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), refieren que en 2016 los mexicanos trabajaron 2 mil 255 horas, mientras que los alemanes mil 363, sin embargo, la nación germana es líder en productividad.
La ENOE señala que la población ocupada trabajó en promedio jornadas de 42 horas por semana en el segundo trimestre de 2017. El 27% laboró más de 48 horas y, 6.2%, menos de 15 horas.
En ese sentido, el especialista Osorio Novela explicó que la productividad tiene que ver con lo que cada uno de nosotros hace y con el capital, es decir, la maquinaria con que se cuenta. De modo que, para que nuestra nación sea más productiva, falta más capacitación y equipo que hay en otras latitudes.
“Simplemente, si comparamos el número de patentes que México registra con el de los países desarrollados, nos damos cuenta que falta especialización de una mano de obra semi-calificada, por eso trabajamos mucho y ganamos poco”, expuso.
El salario tiene que estar en función de la productividad, así que “un gobierno puede incrementar éste por decreto, pero si se está encima de la productividad habrá más inflación y se desincentivará a los empresarios para invertir”.
A partir de 1988, cuando se empezó a abrir el mercado nacional a la competencia internacional y después con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el país ha incentivado la inversión extranjera, pero lamentablemente, en su mayoría en la manufactura. Sector que paga muy poco a sus empleados, apuntó.
Respecto a esto, el presidente de la Coparmex en Tijuana reconoció que 2.7 salarios mínimos en promedio es la percepción de la mayoría de las personas, sin embargo, “el sector empresarial busca siempre mejorar la situación laboral y salarial del personal, y lógicamente también buscamos que estén mejor preparados”. Por ello, coincidió con la propuesta de Coparmex nacional de aumentar a 92 pesos el salario mínimo.
“Nosotros los empresarios tenemos la responsabilidad de que esta mejora no impacte en el costo de los productos y a su vez en la inflación. Estamos comprometidos con la eficiencia de las empresas, también para que los trabajadores tengan una mejor capacidad de compra”, afirmó.
Lo cierto es que millones de mexicanos trabajan más y de todos modos el salario de no les alcanza.
En su primera columna en la red social LinkedIn y con el auge de la tecnología, Melinda Gates publicó un mensaje de que el éxito se construía sobre el ideal del trabajo duro se ha transformado en “trabajar todo el tiempo o fracasar”.
La esposa del fundador de Microsoft, señaló que la cultura workaholic (asidua al trabajo) tiene como resultado una ética de trabajo que lastima a todos, porque cuando las empresas exigen que los empleados trabajen todo el tiempo, aquellos que quieren equilibrar la carrera con la vida familiar declinan.
Respecto a las irregularidades que se presentan en la vida laboral de Baja California, la funcionaria del Trabajo, Juanita Pérez Floriano, comentó que como resultado de las 7 mil 600 inspecciones que la dependencia ha hecho a lo largo del año, 52 empresas han sido sancionadas.
En los últimos meses se ha observado que empresas de outsourcing incumplen con bonos de permanencia que le prometieron al trabajador y están omitiendo algunas prestaciones de Ley.
“No es generalizado, sin embargo, se está dando”, por lo que ya se está trabajando con el sector manufacturero para diseñar mecanismos que supervisen a las empresas que contratan.
Mientras que en el campo, la principal irregularidad es que no se pagan horas extra porque el ingreso es a destajo.