“En el transporte hay verdades a medias, estamos luchando contra un monstruo” que opera con irregularidades, situación que incluyen al propio Sistema Integral de Transporte de Tijuana -SITT-, el cual, desde su puesta en marcha, opera en la ilegalidad, aseveró Raúl Felipe Luévano Ruiz, secretario de Gobierno Municipal.
Anunció que poner orden en el transporte público mediante la suspensión o cancelación de las placas o permiso y responsabilizando al chofer y a los concesionarios, es una premisa que el gobierno de Juan Manuel Gastélum deberá hacer “antes de que concluya esta administración”.
Y aunque hasta la fecha, el XXII Ayuntamiento ha mostrado tolerancia hacia las múltiples anomalías con las que opera el servicio de transporte público, sostuvo que ya quedó demostrado que no le teme el alcalde a los pulpos del transporte, ni a los grupos, ni a los pulpos.
Para mostrar lo dicho, ponderó la cancelación, efectuada esta semana, de 26 licencias de conducir a choferes que incurrieron en incumplimiento al Reglamento de Transporte Municipal, causando algunos de ellos accidentes con consecuencias fatales, mientras que a otros les fue suspendida por dar positivo en el examen de antidoping.
Del SITT admitió que ante el incumplimiento de SOPROES Baja, S.A. de C.V., de instalar el equipo tecnológico para el recaudo del cobro digital del pasaje, el nuevo sistema de transporte incurre en violación al contrato que firmó con el Ayuntamiento de Tijuana, “legalmente no podría estar brindando el servicio, porque no está aportando nada al fideicomiso, nada a los derechos del Ayuntamiento”, subrayó.
Ante ello, Luévano sostuvo de nuevo que se le dio un ultimátum a SOPROES Baja para que instale el sistema de cobro mediante tarjeta pre pago -el segundo que el gobierno de Gastélum le concede-, esta vez de 100 días; plazo que vence en dos semanas, el cual, al no cumplirlo, ameritará, ahora sí, la cancelación de la concesión que le fue otorgada.
Consideró que mientras no se cuente con el sistema de recaudo, difícilmente se logrará integrar como alimentadoras a las empresas que quedaron fuera de la Empresa de Empresas aglutinadas en el SITT, porque “no tienen certeza, cómo se les va a pagar, cómo se van a asegurar de la contabilidad de sus usuarios”.
La operación a medias del SITT ha generado el empalme de rutas previamente concesionadas a empresas no integradas al sistema, invasión de infraestructura de la Ruta Troncal y enfrentamientos.
El más reciente conflicto se registró el fin de semana, cuando un camión de Altisa, empresa fusionada con 24 de Febrero, utilizó las casetas de la Ruta Troncal para el ascenso y descenso de pasaje, lo que derivó en un choque, ameritando el remolque del camión de la empresa representada por Pedro Blanco, así como la aplicación de una sanción de máximo siete salarios mínimos, informó Javier Salas, director de Transporte Municipal.
El argumento de Altisa para utilizar la infraestructura del nuevo sistema es que ésta se ubica dentro de la ruta que tiene concesionada.
Al respecto, Arturo Aguirre, secretario del SITT, S.A., mostró a ZETA unos documentos firmados por el propio Pedro Blanco Morales, en los que se asienta que Transporte Urbano y Sub-Urbano 24 de febrero S.A. de C.V., no tiene “interés alguno en participar en el subsistema 1”, así como su “interés de permutar parte de la ruta Centro Zona Río-Vías Rápidas Oriente y Poniente-Bulevar Insurgentes-Parque Industrial El Florido…”, entre otras.
La petición la realizó el 18 de julio de 2016 y en respuesta, el gobierno municipal le indicó que deberá “continuar prestando el servicio en dicho tramo hasta en tanto inicie servicios el Sistema…”.
A la fecha, el gobierno de Tijuana no define a quién darle la razón, pero optó por anunciar el libre uso del carril confinado al SITT, no solo para el transporte público, sino para los automovilistas en general.
