La reunión fue con el equipo jurídico de Grupo Caliente. Sucedió en Tijuana hace una semana y fue convocada por Andrés Garza Chávez, un priista que fue presidente de Fundación Colosio, intentó ser diputado local y llegó a regidor, y de la mano de su padrino Jorge Hank Rhon, escaló hasta la Secretaría del Ayuntamiento cuando el jefe del asesino del periodista Héctor Félix Miranda ocupaba la alcaldía de la ciudad. Con la misma bendición política del Hipódromo, Garza fue seleccionado consejero de la Judicatura del Poder Judicial en los últimos años del gobierno de José Guadalupe Osuna Millán. Como se ha comentado, Andrés Garza carece de experiencia en la administración de la justicia, no ha sido miembro de Juzgado alguno, menos aún parte del Tribunal Superior, y su desempeño en la Judicatura tuvo que ver más con la administración de los recursos y bienes, que con otra cosa. Por eso a los jueces que participaron del examen para la selección de dos magistrados les llamó tanto la atención que un abogado sin experiencia haya resultado aprobado. Pero así sucedió. En ese contexto, Garza convocó a la reunión de las huestes de Hank para pedirles que convoquen a reuniones con los colegios de Abogados del Estado para iniciar pláticas y pedirles que no le critiquen su nula experiencia en el Poder Judicial, que se la pongan fácil y todos felices. Abogados asistentes a la reunión se quedaron perplejos, pero así fue. Garza Chávez les dijo que ya, que él era “el elegido”, que ya habían llegado a un acuerdo con los poderes en el Tribunal y con su padrino político. Aseguran lo dijo con tanto aplomo y seguridad que asumen, Andrés ya se vio despachando como magistrado. Ya se vio.
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