El martes 24 de octubre, los legisladores decidieron sostener el IEPS en los combustibles. Especialistas anticipan una paridad de 20 pesos por dólar al cierre del año. El salario en la zona fronteriza ha perdido 80% de su capacidad de compra. “Mientras el gobierno no acepte que tiene que ser más austero vamos a seguir viendo estas alzas injustas”: economista Roberto Valero
El martes 24 de octubre, legisladores que conforman las comisiones unidas de Presupuesto y de Hacienda en la Cámara de Diputados votaron a favor de mantener sin reducción el Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS) a los precios de las gasolinas y el diésel, que representa el 50 por ciento de su costo a los consumidores.
El dictamen, aprobado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES), es irresponsable no solo a los ojos de los partidos de oposición que votaron en contra, sino de analistas como el presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, Roberto Valero.
En su opinión, desde la implantación de este gravamen el gobierno actuó irresponsablemente, ya que de manera sistemática las autoridades financieras rechazaron que el aumento a las gasolinas elevaría la inflación, pese a que los energéticos tienen un peso muy importante en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
La medida, cuyo impacto social ha generado una inflación descontrolada, es producto del dispendio en el presupuesto en todos los niveles de gobierno. “La receta es que se ajuste el gasto, pero mientras el gobierno no acepte que tiene que ser más austero, vamos a seguir viendo estas alzas injustas, que lo único que generan es que haya más pobreza e informalidad”, indicó.
El entorno económico adverso empieza a ser aceptado por el Banco de México (Banxico), que en voz del aún gobernador del organismo, Agustín Carstens, reconoció esta semana que la economía mexicana enfrenta riesgos como la elevada inflación, el debilitamiento del crecimiento económico, menores ingresos petroleros y una reversión de los flujos de capital.
No obstante, sigue siendo optimista al señalar -como meses antes lo ha hecho- que “es muy probable que la inflación ya haya alcanzado su techo” y comenzará a reducir en los últimos meses del año y durante 2018 tendrá “caídas sustanciales” que harán que se cumpla la meta de 3.0%.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación durante la primera quincena de octubre de 2017 aumentó 0.62%, la cifra más alta en diez años, y la tasa anual registra un incremento de 6.30%, poco más del doble de la reportada en el mismo periodo de 2016.
Si bien en la primera quincena de octubre, el precio de los productos agropecuarios disminuyó 1.52%, se elevó 4.07% el de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno al concluir el subsidio al programa de tarifas eléctricas de temporada de verano.
Así, los productos con mayor alza durante este lapso fueron la electricidad, con un aumento del 19.99%; metro o transporte eléctrico (88.61%); gas doméstico LP (4.11%); servicios de telefonía móvil (6.72%) y gasolina de bajo octanaje (0.51%).
Por otro lado, recientemente la Comisión Federal de Electricidad, dio a conocer que en noviembre aplicará una nueva tarifa de suministro básico a los hogares mexicanos, argumentando que lo que se han venido pagando está desfasado del costo de operación.
El director adjunto de la paraestatal, Diego Villarreal, señaló que la nueva tarifa permitirá conocer los costos de generación, transmisión, distribución, servicios conexos. Además, servirá para el mercado calificado. Esto podría significar un aumento en el servicio y mayor presión a los bolsillos de los usuarios.
“Si tomamos en cuenta los criterios con los que se ha manejado últimamente, que es a partir del tipo de cambio, es factible que aumenten las tarifas ya que ellos miden sus costos en dólares”, explicó el economista Roberto Valero, y actualmente el tipo de cambio está elevado.
Aunque en verano “vemos tarifas muy bajas que incluso son negativas porque tienen subsidio, aun así, desde diciembre del año pasado, Mexicali y Tijuana tienen una inflación en este rubro de alrededor de 5%”, complementó.
Zona fronteriza, más afectada que el resto del país
El experto en administración agregó que la elevada inflación, producto del aumento de los combustibles y de la depreciación del peso frente al dólar, tiene más repercusiones en la zona fronteriza norte del país, en especial en Tijuana y Mexicali.
Actualmente, Baja California tiene una inflación por arriba de 7%, la mayor en 20 años, debido a que el alza en los combustibles genera un severo impacto en la economía de las familias, por lo que el salario en el Estado ha perdido 80% de su poder adquisitivo en los últimos diez años.
“La mayor parte se ha dado en los últimos tres años, por el aumento del IVA, el tipo de cambio, el precio en las gasolinas, la energía eléctrica y algunos alimentos”, indicó Valero, quien agregó, la única solución que encontrarán las personas ante esta situación económica adversa es el sector informal.
“Ahí vamos a encontrar productos sustitutos que van a costar menos, y que son de dudosa procedencia. La gente va a comprarlos hasta por la mitad de precio que los que se encuentran en un mercado formal”, advirtió.
Asimismo, recordó que la mitad de los hogares de Baja California tiene al menos un vehículo y alrededor del 35% dos o más, de modo que al encarecerse el combustible se afecta la economía de los bajacalifornianos, quienes deben destinar más recurso al transporte, en lugar de alimentos.
El incremento en el precio de los combustibles afecta también el precio de las mercancías. “En las compañías estuvieron aguantando, pero ahorita ya no pueden hacerlo porque traen el impacto de las gasolinas, de la energía eléctrica y otros insumos que ha subido el precio por el tipo de cambio”.
Respecto a la depreciación del dólar, comentó que además de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la incertidumbre de las elecciones del próximo año, interviene la revisión del Paquete Económico para 2018.
“Cómo se van a gastar los dineros y el impacto que tendrán los huracanes y sismos en este presupuesto. Esto es importante porque las ocho entidades que se vieron afectadas representan en su conjunto 35% del Producto Interno Bruto del país. Entonces estamos hablando de centros productivos grandes que se vieron dañados y que hay que invertir mucho para reactivarlos”, apuntó.
Además de la resolución que tome la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, y que según prevén los especialistas en diciembre de 2017 podría elevar su tasa de interés, en línea con esta, el Banxico tendría que aumentar también su tasa de referencia.
De ocurrir esto, “vamos a ver otro episodio de volatilidad muy fuerte, porque esta alza va a estar muy cerca de la última negociación del TLCAN y llega un par de meses antes de que inicien las campañas electorales”.
Lo anterior dejará a un peso expuesto a mayor presión, así que el dólar podría llegar a 20 pesos durante un periodo en el que el tipo de cambio seguirá inestable y podría durar hasta marzo. Ante este escenario, la recomendación del economista es pagar lo antes posible las deudas en dólares y optimizar el gasto ante el aumento de inflación.
Peso se deprecia más de 10% en los últimos 30 días
En el último mes, el dólar doméstico (que se compra en casas de cambio) se ha depreciado más de 10%, al pasar de 17 a 18.50 pesos hasta el miércoles 25 de octubre, indicó el presidente de Centros Cambiarios Asociados de Tijuana (CCA), Carlos Leos Martínez.
Respecto a la medida anunciada por el Banco de México sobre el aumento por 4 mil millones de dólares a las subastas de coberturas cambiarias, que iniciaron ayer jueves 26, el empresario se mostró convencido de que las coberturas cambiarias dan certidumbre de que el dólar se mantendrá en 18.50 pesos y, en el peor de los escenarios, no irá más allá de los 19.50; con ello, queda lejos la teoría de que el dólar podría cotizarse en 22 o 25 pesos.
Según Leos Martínez, el anuncio del banco central repercutió en 30 centavos en el mercado cambiario el miércoles, “desafortunadamente no tuvo tanta contundencia debido a la baja en el precio del barril de crudo, que frenó la recuperación del peso”.
No obstante, “respiró la moneda nacional en este rally de depreciación que ha tenido desde hace un mes”.
El especialista añadió que otro factor que ha contribuido a que el peso sea de las monedas emergentes más depreciadas, es que el Congreso de Estados Unidos dejó abierta la puerta para la reforma fiscal del Presidente Donald Trump.
Esto pone en jaque las inversiones del país porque implicará un descuento importante en el Impuesto Sobre la Renta para particulares y empresarios. “Es un catalizador para su economía, pero invitaría a empresas instaladas o que estarían instalándose en México a que lo hagan en el vecino país”.
Aunque se desconoce cuánto disminuirá la tasa que ahora se ubica entre 35 y 39.5%, ha influido en la presión del dólar sobre la moneda mexicana. Aunado a que la próxima semana se anunciará quién relevará a Janet Yellen, como presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal.
