A pesar de que el 90 por ciento de los homicidios están relacionados con la venta de droga en más de mil “tienditas” denunciadas, el Grupo Coordinación no trabaja de manera conjunta la información que recaban de los detenidos por narcomenudeo y asesinatos. Actualmente los operativos contra el narcomenudeo combaten a los del Cártel Tijuana y a “Los Aquiles”, pero dan libertad operativa al CJNG y a “Los Uriarte”, en zonas donde la criminalidad está desbordada
En Tijuana, las delegaciones Sánchez Taboada, Presa, Presa Rural, Pinos y Zona Centro están identificadas como las áreas de mayor venta de estupefacientes; también son las que concentran el 50 por ciento de los homicidios violentos. Sin embargo, a excepción de la Zona Centro, el resto tiene un deficiente combate al narcomenudeo, actividad que de acuerdo al Grupo Coordinación, provoca entre el 80 y 90% de los homicidios.
Las corporaciones se han concentrado en reducir la operatividad criminal de los traficantes en la Zona Centro, calificada como “zona segura”, donde con 92 homicidios hasta septiembre, 400 narcomenudistas han sido capturados en lo que va del año.
No obstante, le han dado mayor libertad delictiva a los representantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (Edgar Alejandro Herrera Pardo “El Caimán”- José Pérez “El Piolín”) y al Cártel De Sinaloa (José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”), porque de acuerdo a estadísticas oficiales en las zonas que ellos disputan, hay más muertos que detenidos por narcomenudeo.
Presa: 200 muertos, 83 detenidos.
Pinos: 173 asesinatos, 59 detenidos.
Presa Rural: 136 muertos, 102 detenidos.
Sánchez Taboada: 166 homicidios, 152 detenidos.
De hecho existen delegaciones con menos incidencia en homicidios que tienen mayor trabajo contra los puntos de venta de droga, como Otay, con 21 ejecuciones registradas y 69 narcomenudistas aprehendidos; o La Mesa, con 32 asesinatos violentos y 94 vendedores de droga capturados.
En lo que va de 2017, las ubicaciones de mil 156 “narcotienditas” han sido denunciadas al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4). Dos mil 045 narcomenudistas han sido capturados y procesados en la ciudad, pero la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) solo han fincado responsabilidad contra 241 y únicamente seis se han quedado presos.
“Por narcomenudeo, más de lo mismo,” responde invariablemente a la prensa José María González Martínez, subprocurador de Investigaciones Especiales, cuando se le pregunta el origen de las muertes violentas, sin abundar.
Mientras la procuradora Perla Ibarra y el secretario de seguridad estatal, Daniel de la Rosa, señalan como variables para los incrementos paulatinos de los números mortales, hablan de hecho relevantes y ejemplifican:
En mayo, Filiberto Parra Ramos “La Perra” y Carlos Gamiño González “El Karateca” son liberados y, de 156 homicidios en el quinto mes, septiembre cierra con 211 asesinatos; el 9 de septiembre surge la noticia de la falsa muerte de “El Piolín” y el número de homicidios se duplica, el día 20 del mismo mes se anunció su captura en Jalisco y en las cuatro horas siguientes, once personas fueron asesinadas; y el 22 se septiembre, se informa de la captura de Roberto Carlos Toscano Rodríguez “El Mono- Cuate” y las ejecuciones se redujeron por los siguientes cuatro días.
Lo que sí se ha modificado a lo largo de 2017 ha sido el porcentaje de las muertes relacionadas con drogas, el cual empezó en 80% y en algunos meses ha llegado al 90%, lo cual significa que de los más de mil 340 asesinatos en el año, mil 200 serian de la pugna por narcóticos. Ejecuciones por los cuales solo hay 148 presuntos homicidas bajo proceso y 140 órdenes de aprehensión pendientes de ejecutar.
“Sentar a los contras”
“La bronca que traigo del muerto -asesinato del 30 de mayo 2017- es cuando mataron a la hija de ‘El Mazapán’ (Ashley Castorena, de 5 años de edad) y que se chingaron al bato que disparó. Ese jale se lo aventaron ‘El Fresh’ y ‘El Pilón’, y la neta ‘El Kora’ mandó levantar a ‘El Pilón’ y le sacaron toda la info; ese jale se lo aventaron los de la Nueva (Generación) porque nosotros somos de ‘El Chompas’ (José Luis Mendoza Uriarte). ‘El Pimpón’ es el bueno de toda la zona (Este), es el patrón de ‘El Kora’, quien trae la bataca y se encarga de sentar a los contras”, se asentó en la declaración de Cristian Rangel Guillén “El Dicho”, detenido a finales de agosto pasado por homicidio.
Asimismo, expuso que a “El Wiwis”, “se lo chingaron ‘El Canicas’, ‘El 020’ y ‘El Terremoto’, ellos son de Nueva Generación”.
Rangel es uno de los miles de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ligados al mercado interno de venta de enervantes en Tijuana. Y las declaraciones de “El Dicho” relatan de forma genérica cómo se desarrolla la pugna entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG, en enfrentamiento desde 2015, lo que provocó que el Grupo Coordinación perdiera el control de la seguridad en Baja California.
Ladrones y vendedores de droga metidos a matones, usualmente hombres entre 17 y 35 años -delgados, para que puedan correr y evadir a la autoridad- reciben sueldos mensuales de “entre 700 y 4 mil pesos” por “ejecutar y limpiar la plaza”, según han referido en sus declaraciones los homicidas detenidos a la fecha.
Ahora, pese a la información que en su momento pudieron proporcionar los 140 procesados por el delito de asesinatos o los más de 2 mil capturados por narcomenudeo, el Consejo Estatal de Seguridad ha sido incapaz de redistribuir los esfuerzos de manera que logren neutralizar o reducir la actividad criminal de los cárteles en la Zona Este.
Están matando “administradores del narco”
Ante la acumulación de asesinatos, poco es lo que avanza y menos lo que informa la fiscalía, más allá del número de muertos y los datos generales de cómo ocurren las ejecuciones.
Las autoridades responsables de la investigación hablan de la lucha entre cárteles, pero no muestran interés en analizar las características de la pugna como parte de la estrategia para combatirlos.
Tras el seguimiento de algunos casos por parte de las áreas de inteligencia del Grupo Coordinación, han detectado que las células de narcotraficantes no solo están asesinado vendedores en el pleito por las calles; el enfrentamiento también ha incluido los homicidios de por los menos dos líderes de células ocurridos desde agosto, pero detectados hasta octubre. Y el intento fallido por acribillar a los hermanos Toscano, también cabecillas de otro grupo criminal.
Los reportes oficiales compartidos entre las corporaciones indican:
* Francisco Javier Payán Pérez “El Nanis”, operador del Cártel de Sinaloa para el grupo delictivo de Alfonso Lira Sotelo “El Atlante” (preso), estaba colocado en el organigrama solo por debajo de los hermanos Lira; lo señalan como responsable de trasiego y distribución de droga, cobro de piso, lavado de dinero y extorsiones.
De acuerdo a declaraciones de un joven detenido por el Grupo Coordinación por temas de narcomenudeo, identificado como pariente de Payán, les permitieron determinar que el cuerpo de “El Nanis” fue localizado el 13 de agosto en Tecate, con huellas de violencia.
* José David Hernández Inzunza “El Yogui”, quien delinquía como operador administrativo para José Luis Mendoza Uriarte y controlaba los puntos de venta en la colonia 3 de Octubre; hacia funciones de secretario, era el responsable de “pagar la nómina” del grupo delictivo.
El cadáver de Hernández fue localizado el 25 de agosto en el fraccionamiento Jardines de La Mesa. Lo mataron a balazos.
* Marcos Rafael y Roberto Carlos Toscano Rodríguez, hermanos de Manuel Toscano “El Mono” -asesinado en abril de 2015-, quien durante muchos años controlo la venta de droga en las zonas Norte y Centro para el Cártel Arellano Félix (CAF).
Según las autoridades, Toscano dejó dos grupos que controlan la venta de droga en la Zona Norte: sus hermanos, identificados como “Los Cuates”; y los hijos, a quienes apodan “Los Monitos”.
La noche del 5 de octubre de 2017, al C4 se reportó una balacera en la “Casa Refugio Mica”, en la calle Ingeniero Fernando Sánchez de la Zona Norte, donde las autoridades encontraron cuatro hombres muertos y seis lesionados; el Grupo Coordinación informó que ese lugar es un punto de venta de los Toscano, y un espacio que también usan para rentar, donde cobran de 20 a 30 pesos a los adictos por quedarse a dormir.
Como parte del operativo, cinco hombres fueron detenidos para presentación, entre ellos estaban los cuates Toscano, quienes primero fueron identificados como presuntos agresores, y tras las declaraciones, se les consideró víctimas.
De los hechos surgieron dos versiones:
- La de Roberto Toscano “El Cuate”, quien aseguró: Me dijeron que los que se habían robado el cableado de mi casa estaba en el refugio y fui a pedirles el cable y mi lámpara porque se pasaron de vergas, y después llegaron tres sayos que se bajaron de una taxi libre, nos apuntaron, así que salimos corriendo, y se metieron y se sentaron a la gente”.
A pregunta expresa, dijo que solo ellos quedan del CAF en la zona y que la gente de Alfonso Arzate “El Aquiles”, “traen el cagadero de las muertes, los muertos son las ratas que no se quieren alinear a jalar con ellos”.
- La incluida en la carpeta de investigación indica que “Los Cuates” estaban fumando marihuana en el techo cuando vieron llegar a los matones encapuchados y armados. Como el lugar es un punto de venta, supusieron que iban por ellos y decidieron escapar, después de brincar por una o dos casas, salieron a la calle y detuvieron a la primera patrulla que encontraron y denunciaron que intentaban matarlos. Los policías les creyeron porque habían escuchado las alertas del C4, los subieron a la caja de la unidad y los entregaron.
Otras mantas contra la PEP
Como parte de la pugna delictiva, las corporaciones también están enfrentadas, en este contexto el secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa Anaya, leyó como “un trabajo interno” la colocación de dos mantas en Tijuana en contra de los jefes de su corporación, a quienes respaldó.
A las 6:21 am y posteriormente a las 9:25 am del jueves 12 de octubre, la Policía Municipal encontró dos mantas guindadas en puentes diferentes, la primera en Avenida Vía Rápida Oriente, a la altura de la Comisión Federal de Electricidad, y la segunda en las inmediaciones de la Clínica 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Bulevar Díaz Ordaz, ambas con el mismo mensaje:
“YA ABRE LOS OJOS MONTOYA (DE LA PEP)
TE ESTAMOS ESPERANDO EN TIJUANA A TI ‘SIMON’ Y A TUS ESCOLTAS Y TU COMPADRE QUE REGRESEN LO QUE CE ROBARON”.
En el texto solicitan al director de la Policía Estatal Preventiva (PEP) Marco Montoya, tomar medidas con relación al jefe de Inteligencia, Simón Rivera, a quien advierten están esperando, porque de acuerdo a esa versión, el jefe policiaco no ha regresado a Tijuana desde mayo, cuando un grupo de matones -de acuerdo a información de la PEP eran sicarios del grupo conocido como “Los Erres”, ahora “Los Cabos”- intentó asesinarlo al salir de un hotel en Zona Río.
En cuanto al robo que mencionan, se refieren al enfrentamiento protagonizado en agosto de 2016, donde agentes federales y estatales se acusaban mutuamente de robar droga de la bodega del Parque Industrial Pacífico, donde se aseguraron más de tres toneladas de enervantes, en su mayoría cocaína.
Es la segunda ocasión que el jefe de Inteligencia es mencionado en una manta, en la primera, colgada el 19 de mayo, firmaron “ATTE SUS COMPAÑEROS QUE LOS PONEN PARA QUE LOS METAN A LA CÁRCEL SIGAN HACIENDO ESAS COCHINADAS RATAS CON CHAROLA”.